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​El Ejército investiga al subdelegado de Defensa en Granada por dar contratos a dedo

Benefició presuntamente a una empresa a la que adjudicó todas las reparaciones realizadas en el aeródromo militar de Santiago, su anterior destino, durante el tiempo que pasó al mando.

Un 'Hércules' del Ejército del Aire en el aeródromo militar de Santiago, en una imagen de archivo. MD

El Juzgado Militar Central nº 2 de Madrid ha abierto diligencias previas por un presunto delito de prevalimiento económico contra el subdelegado de Defensa en Granada, el coronel del Ejército del Aire Manuel Pérez Aragón, por su actuación al frente del aeródromo militar de Santiago, su anterior destino. La juez castrense investiga también a dos suboficiales de la unidad aérea por los mismos hechos.

Según la denuncia, el coronel Pérez Aragón habría beneficiado intencionadamente a la empresa Sumire Reformas SL, convirtiéndola de forma irregular en la concesionaria única de las obras efectuadas en el aeródromo durante su mando. El coronel denunciado concedía los trabajos sin pedir presupuestos a otras empresas, aceptando el argumento de uno de los suboficiales investigados, jefe de infraestructura, que aseguraba que solo la citada quería "trabajar con la unidad".

La denuncia acusa al coronel de dar obras sin pedir presupuestos a otras empresas, aceptando el argumento de que solo esa quería "trabajar con la unidad"

El denunciante, el comandante jefe del escuadrón de servicios y segundo al mando del aeródromo, acusa a su superior de haber utilizado su rango para beneficiar a dicha empresa incluso cuando, a instancia suya, se solicitaron presupuestos a otras empresas que ofrecieron precios menores que el propuesto por Sumire. El coronel, presuntamente, procedió a ponerse en contacto por su cuenta con Sumire, que elevó un presupuesto de menor cuantía pero fechado el mismo día del original "para que nadie pudiera decir que habían tenido acceso a información privilegiada".

Los avisos del denunciante sobre el modo de proceder de los suboficiales le valieron una rebaja de su valoración en su informe personal de calificación (IPEC) por parte del coronel por "intromisión en las competencias de los subordinados". El IPEC evalúa las capacidades y el desempeño profesional de todos los miembros de las Fuerzas Armadas y les acompaña durante toda su carrera, siendo clave para los ascensos y los cambios de destino.

Fuentes del Ministerio de Defensa han explicado a este medio que la Sección Económica Administrativa de la que depende el aeródromo militar de Santiago ha emitido informe a la jueza, en el que "se manifiesta que todos los contratos realizados con la citada empresa son contratos menores y están sujetos a la Ley de Contratación del Estado".

La soldadora para la parrilla de las barbacoas

El comandante que ha denunciado explica que este tipo de concesiones automáticas a determinadas empresas se hacían también con las compras de material y herramientas para los talleres del aeródromo.

Entre los varios casos que explica el denunciante está el de una soldadora que se compró de forma urgente a la empresa habitual, que se iba a usar para reparar la valla perimetral de la unidad. La excusa puesta por uno de los suboficiales acusados es que la que obraba en poder de la unidad no cumplía con los requisitos reglamentarios para el trabajo. No obstante, la valla terminó reparándose con resina epoxi y la nueva soldadora se dedicó, presuntamente, a "la realización de una parrilla de grandes dimensiones para las barbacoas que el jefe de unidad ofrecía con cierta periodicidad a personal del aeropuerto y de Santiago". 

El texto de acusación explica que la soldadora que presuntamente se cambió por no cumplir con los requisitos necesarios apareció posteriormente oculta en un almacén al que solo tiene acceso uno de los suboficiales denunciados.

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