El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, abre este jueves en Granada la campaña de asambleas ciudadanas que va a impulsar el PSOE en los próximos meses, con la que pretende lanzar una ofensiva política para marcar la agenda con temas sociales y asuntos en los que los socialistas dicen que se mueven mejor, aparcando el monotema de Catalunya.

Sánchez, en la Ejecutiva del pasado lunes, instó a su Ejecutiva a presentar propuestas concretas y factibles que resuelvan las preocupaciones de los ciudadanos, con una alternativa de izquierda y claramente diferenciada del PP y de Ciudadanos.

El líder socialista explicó a su dirección que su estrategia pasa por hablar de los temas que inquietan a los ciudadanos y colocarlos en el centro del debate político, frente a otros debates, como el territorial, que no sólo le da poco rédito al PSOE, sino que generalmente provoca discrepancias internas.

Esta ofensiva política, que se completó el martes con el anuncio de Pedro Sánchez de buscar diez grandes acuerdos de país para desarrollar a lo largo de 2018, pasa por buscar la cercanía con los ciudadanos. Sánchez, que siempre ha sido un convencido de la importancia en política del contacto personal, pidió a los suyos más cercanía con la gente para escuchar sus propuestas y hacerles llegar las soluciones que plantea el PSOE.

De ahí surgió la idea de las asambleas, que Ferraz piensa impulsar en los próximos meses con la mayor intensidad. Más allá de las 52 programadas a nivel federal por todo el territorio, la dirección socialista quiere animar a las federaciones a que también desarrollen esta iniciativa a todos los niveles: comarcal y local.

Las asambleas, como ya se anunció, serán temáticas; y empezarán este enero con la propuesta de pensiones que ha planteado esta semana el PSOE. Pero a lo largo de los próximos mese se quieren abordar otros temas como la violencia de género, el empleo, nuevas oportunidades para los jóvenes, educación, reforma fiscal, etcétera.

Además, quieren que no sean asambleas meramente de militantes, sino que puedan participar cualquier persona que tenga interés en saber qué plantea el PSOE o que tenga propuestas para poner encima de la mesa.

Según un destacado dirigente de Ferraz, todo ello tiene como objeto tener al partido tensionado en un año en el que, según el calendario previsto, no hay elecciones. Pero, además, se quieren engrasar la maquinaria de cara a los tres comicios de 2019 (autonómicas, municipales y europeas).

Todo ello se completará con las iniciativas en el Congreso, donde también se quiere intensificar la labor de la oposición y encabezar una acometida de propuestas que pongan en aprietos al Gobierno y a los dos grupos parlamentarios que lo sustentan. Hasta mayo se prepararán las propuestas y, en el segundo semestre del año, se presentarán.

Fuentes de Ferraz indicaron que, pese a las diferencias en el ámbito territorial, se pueden alcanzar en otros muchos temas una posición común con partidos como Unidos Podemos, ERC e, incluso, los nacionalistas de PDyC y PNV, que pueda ser mayoritaria en la Cámara Baja.

Para ello, no se descarta que Sánchez inicie próximamente una ronda de contactos con los máximos dirigentes de estos partidos, como hizo cuando salió elegido secretario general del PSOE, buscando nuevas vías de entendimiento.

No obstante, a nadie se le escapa que el PSOE no sólo pretende liderar la oposición, sino que también busca arrebatar el espacio político a Podemos, a quien ya no considera socio preferente, para buscar a la vez un acercamiento a todo el movimiento que generó el 15-M.

No fue por casualidad que Pedro Sánchez citara en varias ocasiones las movilizaciones del 15-M en su intervención el martes en un desayuno informativo, para denunciar que sus reivindicaciones siguen pendientes.

Una persona que asistió a la Ejecutiva del lunes tras escuchar la intervención de Sánchez, interpretó que la orden de Sánchez es "salir a la calle y escuchar a la gente". Y el 15-M nació en la calle.