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Gabinete de crisis en el PP Los barones del PP instan a Rajoy a "ponerse las pilas" para frenar a Ciudadanos

Los líderes territoriales del PP difieren en el modo de hacer frente a sus socios y rivales, así como en el modelo de financiación autonómica que debatirán con Montoro o sobre si éste acuerdo debe producirse o no sin Catalunya.

El jefe del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy (c), acompañado por la secretaria general del PP y presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal (2i), el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (i); la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (d), entre otros, posa para la foto de familia antes de la reunión que ha mantenido hoy con presidentes regionales para analizar la situación política del país. EFE/Juan Carlos Hidalgo

p.d. /agencias 

La solución para frenar el ascenso de Ciudadanos está "en manos del PP". Así lo han considerado varios barones conservadores que, a su llegada a la sede de Génova han anunciado que instarán al presidente del partido y del Gobierno a "ponerse las pilas" en ese ámbito. 

Mariano Rajoy almuerza este lunes con los presidentes autonómicos y territoriales del PP con el fin de sacar músculo y mostrar fortaleza y unidad en el partido. También con el objetivo de marcar una agenda legislativa con la que intentar quitarse el título de "inmovilista".

La reunión, a la que también asisten la cúpula popular al completo y los ministros Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro, servirá también para apagar los fuegos entre ellos y fijar una postura común sobre la reforma de la financiación autonómica que les permita negociar con el PSOE. 

En medio de todo ello, la declaración de Francisco Granados ante la Audiencia Nacional -en la que ha acusado a la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, de ser cómplice en la presunta financiación ilegal del PP de Aguirre y González- se ha colado en el gabinete de crisis. Aun así, nadie se ha salido del guión. Todos los barones que han respondido a los periodistas antes de entrar en Génova, 13 cerraron filas en torno a su homóloga en Madrid y restaron a importancia a lo que, dijeron, "se trata sólo de una estrategia de defensa". Ella misma se había defendido en un acto anterior: "No tengo nada que ocultar", zanjó.

Más críticos estuvieron, sin embargo, con respecto al daño que Ciudadanos puede hacer en el PP. Una herida que tanto desde Moncloa como desde Génova siempre han intentado minimizar dejando a los de Albert Rivera de 'perro ladrador, poco mordedor' y a las encuestas y sondeos como "fotos fijas de un momento concreto" que siempre cambian a la hora de la verdad. 

Fuera de Madrid, en cambio, los populares no parecen verlo tan claro. "El PP tiene que ponerse las pilas ante la competencia de Ciudadanos", sentenció incluso José Antonio Monago, que hace una semana restaba importancia al trasvase de concejales desde el PP de Extremadura, precisamente, a Cs. "Sería absurdo negar que tiene que haber una preocupación", añadió tras valorar que los de Rivera son "un actor nuevo" en la política que, además, comparte "algunos principios" con el PP.  "Tiene que servir para ponernos las pilas, que haya más competencia en tu espectro electoral tiene que ser un revulsivo para mejorar lo que tengamos que mejorar", ha sentenciado.

Monago: "Sería absurdo negar que tiene que haber una preocupación"

"La respuesta ante Cs está en el PP", consideró también el presidente de Murcia, Fernando López Miras, que gobierna con el apoyo de los naranjas tras la crisis de la imputación de Pedro Antonio Sánchez. "Tenemos que fijarnos en nosotros mismos. La mejor manera de trabajar es que el PP se fije en el PP. La respuesta está en el PP", zanjó.

Juan Vicente Herrera, otro de los barones que tiene a Ciudadanos como socio en Castilla y León, apuesta en cambio por dejar de atacarles. "Cs ha venido para quedarse y el PP debe contar con ellos. Yo lo hago y no es un drama", espetó. Y advirtió a quienes ningunean las encuestas y apuestan por que el "suflé" naranja termine desinflándose: "Ciudadanos no va a desaparecer del escenario político", augura. "Y creo, con toda serenidad, que debemos contar con ellos", insistió.

No obstante, el presidente de Castilla y León admitió estar preocupado por los naranjas, así como por la financiación autonómica y los casos de corrupción de su partido. "Todo eso está en la actualidad de España y sobre ello hay que insistir, reflexionar y actuar", concluyó.

Herrera: "Ciudadanos ha venido para quedarse y el PP debe contar con ellos. Yo lo hago y no es un drama"

En un tono más relajado entró Alfonso Alonso en Génova. El líder del PP vasco no tiene que negociar nada sobre financiación autonómica -el cupo ya ha sido aprobado- y Cs no tiene presencia alguna en Euskadi. "Los que parece que están preocupados son ellos", bromeó sin más. 

Justo en el lado contrario se encontraba el (todavía) líder del PP catalán, Xavier García Albiol, que volvió a acusar a Inés Arrimadas de estar instalada en el bloqueo y coincidir, así, con la postura del presidente del Parlament, Roger Torrent. "Están instalados en que no se mueva nada", criticó, volviendo a pedir a la líder de Cs que se presente a la investidura fallida para que poner en marcha el reloj electoral "por patriotismo".

Aun así, pese a sus ataques habituales, Albiol, que fue quien más ha sufrido los efectos del huracán naranja (Arrimadas fue la más votada mientras él se quedó con tan sólo 4 escaños), restó importancia a la situación actual y se mostró convencido de la remontada. "Es como el fútbol. Depende de nosotros. Ganaremos la liga si somos capaces de mantener el ritmo", zanjó con optimismo y rechazando la idea de que cambiar de candidato -en este caso, Rajoy- vaya a ser la solución.  "El problema no es Cs, sino ser capaces de explicar a los españoles las muchas y buenas acciones de este Gobierno", concluyó. 

Albiol: "Depende de nosotros. Ganaremos la liga si somos capaces de mantener el ritmo"

Fuera de Génova, también dos ministros valoraron la situación PP-Cs en las encuestas en sendas entrevistas. El de Justicia, Rafael Catalá, aplaudió la "simpatía" y "frescura" de los de Rivera, características que les ha llevado a este auge, a su parecer. Un crecimiento que, para el ministro, "es un aviso para el PP" que, en su opinión, debería "ponerse las pilas". 

Del otro lado estaba el portavoz de Moncloa, Íñigo Méndez de Vigo, que tiró del argumentario habitual y ningunéo a quienes él siempre nombra por sus siglas ("ce-ese", suele decir). "El PP es un partido muy establecido en España que tiene la tranquilidad de haber hecho las cosas bien. Otras formaciones son una moda", espetó el ministro de Educación en una entrevista en RNE. "Los sondeos son la foto fija de un momento, hay momentos en los que la moda va en determinada dirección, pero lo que importa es que el PP es un partido muy establecido en toda España, que gobierna en muchos sitios en toda España y tiene el Gobierno de la nación", insistió.

La batalla de la financiación

"Venimos a trabajar". Esas fueron las únicas palabras del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, antes de entrar en el gabinete de crisis popular. Él, que siempre ha sido uno de los más críticos -junto a Herrera o Cifuentes- con la propuesta de Montoro para establecer una quita a las Comunidades más endeudadas, no ha querido valorar nada antes de la reunión. 

Monago no quiere un acuerdo sobre financiación autonómica sin el nuevo Govern catalán "por respeto"

Fue su número dos en Galicia, Alfonso Rueda, quien anunció que el presidente vendría a Madrid a  pelear para "Galicia no salga perjudicada por aquellos que no cumplieron sus obligaciones". "Los que hacen las cosas bien son los que deben resultar reconocidos, cuando menos, presupuestariamente", zanjó. "Nosotros a lo que nos oponemos es que aquellos que tengan la deuda disparada, que no hicieron sus deberes, suponga un perjuicio para Galicia, ya que, desde luego, nuestra comunidad no puede salir perdiendo en ningún caso, ya que la buena gestión presupuestarIa se tiene que premiar", argumentó.

También Cifuentes -que no habló en Génova, pero sí en un acto anterior en los Teatros del Canal- dijo querer reivindicar un sistema de financiación "justo" para Madrid. "El sistema socialista provoca una situación de mucho desequilibrio y de tremenda injusticia hacia los madrileños, que perciben 229 euros menos de media que el resto de españoles", aseguró. "Nosotros lo que sí vamos a reivindicar es un sistema que sea justo con los madrileños, que nos permita no sólo seguir financiando nuestros servicios públicos sino también que nos permita seguir siendo solidarios", mitineó.

Por su parte, Herrera lanzó un mensaje a "los políticos de Madrid": "Que se entiendan", pidió no sólo a los suyos sino también al PSOE y otras formaciones para que pueda reformarse el sistema de financiación autonómica, así como llegar a un acuerdo para que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 salgan adelante. "¿Ve parálisis en Génova y Moncloa?", le preguntaron a Herrera, que tampoco quiso valorar los pocos apoyos que recibe Rajoy en las encuestas. "Lo que hay es una situación política bloqueada. Y son quienes están en las instituciones y el Parlamento quienes deben mover ficha, actuar, tomar decisiones y lograr acuerdos", concluyó.

También Monago valoró lo difícil de la reunión de hoy. "Nos jugamos mucho y hay que casar todo un puzzle de intereses de las comunidades que chocan entre sí", expuso. Y es que para él, será casi imposible llegar a ningún acuerdo válido hasta que no exista un Govern catalán. "Sin ellos es muy difícil abordar esta cuestión, teniendo en cuenta el peso que tiene la economía de Catalunya. Y por una cuestión puramente de respeto, también", argumentó.

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