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La batalla por la sucesión de Rajoy El duelo de discursos, la esperanza de Casado para ganarle a Santamaría el 20% de indecisos en el Congreso del PP

En la candidatura del aspirante a la Presidencia del PP defienden que su discurso debe ser fresco, modernizador e ilusionante, sin apelar a los elementos "más rancios", dirigidos a incentivar el voto del sector más a la derecha, que ya dan por ganados. Prevén tener estimaciones de apoyos más exactas este viernes, aunque Galicia sigue siendo la gran incógnita.

Los dos candidatos a presidir el PP, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, charlan en la cena del Grupo Parlamentario Popular.

Pablo Casado cree que puede imponerse a Soraya Sáenz de Santamaría en su duelo por la Presidencia del PP, si realiza un buen discurso que arrastre a los compromisarios indecisos inmediatamente antes de que voten, en pleno Congreso. Al menos, esta es la tesis de la candidatura del vicesecretario de Comunicación del PP, que calcula que el porcentaje de delegados que aún no han decidido a quién votar puede llegar al 20% del total de 3.184 que están llamados a las urnas.

Afirman que deberán renunciar a los componentes "más rancios" de su discurso, a sus apelaciones a la "España de los balcones"

Ante este escenario, desde el equipo de Casado explican a Público que ya están trabajando en su discurso: debe ser fresco, "ilusionante" y "modernizador",  así como más "moderado" que el exhibido en las últimas semanas de campaña. Su idea es pugnar por los votos más al centro, el caladero de su rival, y para tener éxito reconocen que deben hacer ciertas renuncias.

Ya creen contar con el respaldo de los compromisarios más escorados hacia la derecha, y por ello deberán renunciar a los componentes "más rancios" de su discurso, a sus apelaciones a la "España de los balcones", al aborto o a la familia. Según su diagnóstico, este espacio está ganado, y por tanto no toca arriesgarse a levantar ampollas.

Además, presumen de que Casado se desenvuelve mejor que su rival en escenario discursivo como este, que es mejor orador y puede desempeñarse sin papeles ni guiones. También esperan que Santamaría se presente enfundada en el traje de vicepresidenta, que se atribuya buena parte de los logros del Gobierno de Mariano Rajoy, y presente su experiencia como aval. Criticarla directamente estaría prohibido -"ni mencionarla"-, y aún más lo estaría salirse del halago y el reconocimiento en lo que respecta a Rajoy, gran homenajeado del XIX Congreso. Toca vender futuro y optimismo: "Va a ganar aquel que mire más lejos", sentencian.

Santamaría aún se presenta vestida de vicepresidenta, y su gestión de la crisis catalana es su principal mochila para los suyos

En política, casi tan importante como poder ganar es lograr aparentarlo, y creen que la baza del candidato renovador puede darles la victoria: Casado no es ni mucho menos nuevo en política, pero su imagen sí puede desligarse del Gobierno Rajoy, del que no formó parte, y esta idea lleva a la que a la vez es la gran virtud y debilidad en la exvicepresidenta.

A pesar de haber desempeñado varios cargos técnicos y políticos, incluido el de portavoz parlamentaria, en el imaginario colectivo aparece retratada como la poderosa vicepresidenta del Ejecutivo recientemente derrocado. Su gestión de la crisis catalana o su política de medios de comunicación están entre los aspectos más criticados de su gestión en la derecha, mientras Casado no acarrea estas mochilas -si bien sí carga con el peso de la polémica y las dudas sobre su currículum-.

Santamaría: "Más capacidad de influencia y maniobra"

En otro orden de cosas, y a falta de que la Comisión Organizadora del Congreso (COC) haga pública la agenda del cónclave -apenas se sabe que Rajoy hablará el viernes 21-, en el equipo de Casado esperan que la votación de candidatos también tenga lugar el viernes, y no el sábado 22, el día en que concluye el proceso congresual. Creen que la noche del viernes al sábado los teléfonos se pondrían al rojo, y las presiones, que previsiblemente se irán acrecentando conforme corran los días, alcanzarán niveles insospechados.

Reconocen que la candidatura de Santamaría es potente, y afirman que cuenta con mayor capacidad "de influencia y maniobra": en ella se integran el exjefe de Gabinete de Rajoy, José Luis Ayllón, el líder del PP vasco, Alfonso Alonso; la exministra de Empleo, Fátima Báñez, o el vicesecretario de Política Territorial, Javier Arenas, considerado un experto en los equilibrios orgánicos y en ganar congresos.

Los exministros -también hay varios entre las filas de Casado- tienen un peso considerable, y por ello desde este equipo afirman que sus presiones sobre portavoces autonómicos o locales previsiblemente surtirán efecto.

Galicia, la gran incógnita

Desde ambas candidaturas han exagerado al máximo el número de apoyos con el que esperan contar, y así lo reconocen fuera de cámara; Santamaría ha alardeado de tener de su parte 800 compromisarios más que Casado -según El Mundo-, y éste ha afirmado contar con 2.100 delegados, cifras que se antojan casi imposibles.

Teniendo en cuenta que Galicia es hoy por hoy la gran incógnita, en el equipo del vicesecretario de Comunicación esperan tener estimaciones más fiables del conjunto del territorio nacional este viernes. "Romper Valencia" y cosechar apoyos en Andalucía son también dos de sus tareas pendientes, dada la fortaleza de Santamaría en ambos territorios. Así, y aunque se muestran optimistas, reconocen que hoy por hoy todo está abierto. Dentro de una semana puede pasar cualquier cosa.

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