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ANÁLISIS Ciudadanos se aparta de Susana Díaz en el tramo final de la legislatura 

Ciudadanos rehúsa negociar unos nuevos presupuestos, trata de meter presión a Díaz con andanadas de Arrimadas y del propio Rivera y busca acudir a los comicios andaluces, fijados para la primavera del año que viene, distanciado del PSOE

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en el primer Consejo de Gobierno tras las vacaciones de verano. EFE/Raúl Caro

RAÚL BOCANEGRA

En numerosos bares de toda la geografía española, cuando se va a echar el candado, el Dj lanza una inequívoca señal, una clave que todo el mundo entiende. Se acabó el baile. Suena o bien Joaquín Sabina o bien Antonio Vega, tal vez alguna balada al gusto del pinchadiscos, y listo. Se cierra el garito. Hasta la próxima.

Aunque el Dj, que en este caso sería la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, aún no ha dicho nada definitivo, tanto si se produce un adelanto electoral, que solo lo puede decidir ella, como si no -como si en efecto las elecciones se celebran cuando tocan, en marzo del año que viene-, la legislatura en Andalucía ha entrado en su recta final. Todo el mundo, sobre todo Ciudadanos, que ha pegado un giro en su estrategia, está pensando en clave electoral.

Esta semana, la carga dialéctica entre el partido en el Gobierno, el PSOE, y Ciudadanos ha sido de alto voltaje. El colofón se produjo el fin de semana, con un cruce de tuits entre Rivera y Díaz. Comenzó Rivera el sábado por la tarde: "Si el PSOE no cumple de una vez el pacto de investidura en regeneración y sigue impidiendo junto al PP la supresión de los aforamientos políticos en Andalucía, se acabó". Rivera adjuntaba una información de Europa Press, que recogía unas declaraciones de Inés Arrimadas, la jefa de la oposición en Catalunya y portavoz de Ciudadanos, en esta misma línea.

La presidenta de la Junta replicó a Rivera por la misma vía, un tuit, en el que escribió: "He visto con asombro cómo en las últimas horas dirigentes como Rivera y Arrimadas nos 'ordenan' lo que debemos hacer. Lo que interesa a Andalucía, lo decidimos en Andalucía, no en Madrid o en Cataluña". 

La relación entre PSOE y Ciudadanos en Andalucía ha sido muy plácida desde que hace más de tres años firmaron un Acuerdo de Investidura, lo que les ha llevado a aprobar tres presupuestos conjuntamente y a garantizar la estabilidad, en un momento político muy complejo en el país, en la Comunidad más poblada. Ahora, Ciudadanos, ante la cercanía de los comicios, ha decidido afilar su perfil y su discurso a la búsqueda de todos los votos posibles, a la búsqueda de los votos del PP, de los votos de la derecha, lo que tampoco le viene mal al PSOE, porque lo sitúa en su espacio natural.

Acuerdos imposibles

El propio Rivera, antes del sábado ya había terciado dos días antes, el jueves, en el debate andaluz, y había escrito también en la red social Twitter: “La paciencia tiene un límite, bien por Juan Marín [presidente de Ciudadanos en Andalucía]: o se eliminan de una vez los aforamientos en Andalucía o no se negocian los presupuestos”.

Marín, en rueda de prensa, había calificado un adelanto electoral en Andalucía como “técnico”, restándole así importancia, y había supeditado la negociación de los presupuestos a unos acuerdos poco menos que imposibles a estas alturas de la legislatura, porque requieren de una reforma del Estatuto.

En lugar de hablar de números, Ciudadanos vinculó la aprobación de las cuentas a temas que no tienen que ver

Así, en lugar de hablar del presupuesto que les gustaría tener -lo que sí había hecho la semana anterior, cuando reclamó bajadas de impuestos-, Ciudadanos vinculó la aprobación de las cuentas a otros temas que no tienen nada que ver, en un momento, además, extemporáneo, porque aún no hay techo de gasto, rechazado por toda la oposición a Pedro Sánchez, ni la Junta sabe, por tanto, de cuánto dinero dispondrá. Marín exigió que para hablar de números, el acuerdo de investidura que ambos partidos firmaron se cumpla y haya avances reales en la supresión de aforamientos, la reforma del Reglamento del Parlamento y la reforma de la Ley Electoral andaluza.

En definitiva, por todo ello, la sensación que dejó Marín fue, efectivamente, por seguir con la metáfora del bar, la de, bueno, yo me voy a casa, a hablar con los votantes de derechas, quédense aquí ustedes bailando. En resumen, si la Dj quiere poner una balada, Ciudadanos se lo ha puesto fácil.

La respuesta del PSOE llegó poco después a través del portavoz parlamentario, Mario Jiménez. Jiménez analizó que Ciudadanos ha comenzado a seguir una estrategia “compartida con el PP” para “acabar” con la estabilidad política en Andalucía: “Parece que está intentando forzar las elecciones”, dijo directamente, en su estilo, Jiménez.

Reforma del Estatuto

El portavoz del PSOE andaluz rechazó las exigencias de Ciudadanos por dos razones. Por un lado, porque la supresión de los aforamientos, consideró, debe  venir por un gran acuerdo en el marco del Estado entre todos los partidos. “No tiene sentido abordar [ese asunto] de manera territorial y parcial”, dijo Jiménez, según recoge Europa Press. Y por otro, porque lo que en realidad plantea Ciudadanos es una reforma del Estatuto de Autonomía, “cuando estamos a siete u ocho meses de que termine la legislatura”. Es decir, a contratiempo.

Mario Jiménez: "La deslocalización de Ciudadanos ha llevado a su líder a ir contra la estabilidad política de Andalucía"

Jiménez añadió a su análisis la idea de que Rivera, después de haber perdido cierta centralidad política en España tras el cambio de Gobierno, está nervioso y quiere ir a unos comicios cuanto antes. “Hasta ahora Ciudadanos no formaba parte de esa alianza de intereses, pero ahora le vemos en esa misma estrategia compartiendo posiciones que no se explican con el PP. [Tienen] un problema de nerviosismo”, dijo Jiménez. “La deslocalización de Ciudadanos ha llevado a su líder, Albert Rivera, a confrontar e ir contra la estabilidad política de Andalucía”, remachó el portavoz parlamentario de Díaz. Jiménez reclamó a Ciudadanos que “se replantee” su decisión.

Así, en este momento, la principal conclusión de todo esto es que no va a ser posible aprobar las cuentas para 2019 antes de las próximas elecciones, al menos de la misma manera que las tres anteriores, con los votos de PSOE y Ciudadanos. 

El giro de Ciudadanos no cayó bien en las filas del PP, que no quiere a nadie compitiendo en sus caladeros electorales

Andalucía cuenta con un presupuesto aprobado hasta finales de 2018. Por tanto, perfectamente, la presidenta Susana Díaz puede decidir qué canción es la siguiente sin prisas, con toda tranquilidad, lo que podría, en el caso de que dejase correr la legislatura hacia su final natural, hacerle a Rivera muy largo el fin de fiesta. En diversos círculos políticos y periodísticos de la comunidad se considera que el paso del tiempo perjudica las expectativas electorales de Ciudadanos y mejora las del PP. Otra conclusión que se extrae de este giro de Ciudadanos es que la batalla por el voto en la derecha, además de darse en Andalucía, tendrá también un apartado nacional y que la presencia de Rivera y Arrimadas va a ser constante este otoño, lo que probablemente obligará a Pablo Casado a desplazarse también. La situación en Catalunya y el debate sobre el 155 son asuntos muy sensibles en Andalucía.

Obviamente, el giro de Ciudadanos hacia un espacio nítido de oposición a pocos meses de los comicios no cayó bien en las filas del PP, que no quiere a nadie más en su espacio que le pueda disputar el voto de la derecha o contrario al PSOE, y provocó sus críticas. Su portavoz, Carmen Crespo, arremetió contra Marín: “Ciudadanos quiere poner en dos o tres días todas las cuestiones que ha dejado sin hacer en tres años de legislatura. En este tiempo, ha estado cubriendo al PSOE en cuestiones que tenía que haber puesto sobre la mesa”.

Escepticismo

En este contexto, Podemos lanzó un ofrecimiento al PSOE para negociar las cuentas, que fue recibido con escepticismo en las filas socialistas. En el PSOE dudan de la sinceridad de la oferta, después de tres años y medio de relación muy compleja, llena de tirones e inexistente por momentos. “Hasta ahora no ha sido posible con este partido cerrar ningún tipo de acuerdo, pues desde que comenzó la legislatura marcó claramente que su posición era contra el PSOE. Hay un antisocialismo latente en Podemos Andalucía que ahora, con la confluencia con IU, se va a acrecentar. El populismo radical que representa esa confluencia no ha garantizado políticas de izquierda en Andalucía a pesar de que tenemos un Parlamento con una mayoría de izquierdas. Podemos e IU, como comparsa, han estado sistemáticamente atacando al Gobierno andaluz, aunque para ello hayan impedido el impulso a políticas progresistas”, resumió Jiménez la posición.

Maíllo: "Si Susana Díaz tiene la intención de cambiar la política de agujereo fiscal, nos encontrará"

Antonio Maíllo, coordinador de IU, que impulsa junto a Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos Adelante Andalucía, dejó claros los puntos a considerar en el caso de que se abra una negociación entre Podemos/IU y PSOE para cerrar un presupuesto antes de los próximos comicios.

“Si Susana Díaz tiene la intención de cambiar la política de agujereo fiscal que ha tenido con Ciudadanos estos tres años nos encontrará para sentarnos, pero si va a seguir por la senda de Ciudadanos, de su líder Albert Rivera, de Juan Marín, de Mariano Rajoy y de la política que ha provocado parte de los recortes y del deterioro de los servicios públicos nos va a tener enfrente”, manifestó Maíllo, según recoge Europa Press.

Ahora mismo el PSOE tiene -en un parlamento de 109 diputados- 47 escaños, el PP 33, Podemos 15, Ciudadanos, 9, e IU, 5. Diversas encuestas dibujan en este momento un panorama con un PSOE en la primera posición, con cierta ventaja sobre los demás, una caída del PP, un ascenso de Ciudadanos y aún está por ver cómo recibe el electorado andaluz la alianza de Podemos, con IU y diversas fuerzas ecologistas y andalucistas en Adelante Andalucía.

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