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Atentados en Catalunya Mossos, policías y guardias se coordinaron al margen de la rivalidad Rajoy-Puigdemont

El veto a que el cuerpo policial catalán tuviera acceso a datos vitales de la lucha antiterrorista fue recomendado al Ejecutivo de Rajoy por el director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), José Luis Olivera, quien hace sólo dos meses declaró en una entrevista: "El DAESH puede tener, si no los días, a lo mejor los meses contados".  Y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, dijo que "no existe una amenaza real de que ocurra en España como en Berlín"

Imagen de la segunda reunión del gabinete de crisis en la delegación del Gobierno en Catalunya, con Rajoy, Santamaría, Zoido y mandos de fuerzas de seguridad, a la que tampoco fueron invitados los Mossos ni la Generalitat.

La rivalidad entre el Ejecutivo de Mariano Rajoy y el Govern de Carles Puigdemont quedó de manifiesto en pleno operativo policial de emergencia durante los atentados yihadistas en las Ramblas de Barcelona y Cambrils (Tarragona).

Era más que evidente que los presidentes del Gobierno y de la Generalitat actuaban cada uno por su cuenta cuando se crearon sendos gabinetes de crisis paralelos. Aunque quizá lo que más llamó la atención fue que en el de Rajoy, formado en Delegación del Gobierno en Catalunya, no fueran invitados los Mossos d'Esquadra, que estaban llevando el peso de las operaciones contra los terroristas.

Los Mossos no estuvieron representados ni en la primera reunión nocturna del gabinete de crisis de Rajoy –con "la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido; el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, y responsables de las fuerzas de seguridad", según la nota oficial–, ni en la segunda sesión en la mañana del día siguiente.

Sólo cuando la tormenta sobre la falta de coordinación entre administraciones empezó a propagarse en las redes sociales –al calor del contundente trabajo de los Mossos en Cambrils, donde abatieron a los cinco terroristas y evitaron otra masacre–, el Ejecutivo dio un brusco golpe de timón y anunció una inmediata sesión conjunta Rajoy-Puigdemont, con todos sus equipos, y su rueda de prensa posterior. En la que el Gobierno anunció que garantizaba la "colaboración total" entre la Policía Nacional y la Guardia Civil y los Mossos.

La realidad es que mossos, policías y guardias civiles se coordinaron a pesar de la rivalidad de los dirigentes políticos

Rajoy pasó de aquellas imágenes en las que quedaba clara la exclusión de las fuerzas policiales y políticas catalanas (véase la foto que encabeza este artículo) a instar a la Generalitat a "trabajar juntos como un equipo". "Lo que nos hace ser eficaces –proclamó Rajoy en un giro de 180 grados– es que todas las fuerzas políticas estén unidas: todos dispuestos a tirar del mismo carro y con el mismo espíritu de victoria".

Pero la realidad había sido muy distinta durante la emergencia antiterrorista, según han revelado a Público fuentes policiales que han pedido no ser identificadas: "Mossos, policías nacionales y guardias civiles se coordinaron por su cuenta, y al margen de las rivalidades entre los dirigentes políticos del Gobierno central y de Catalunya, durante las operaciones de persecución e interceptación de los miembros del comando terrorista", indicaron a este diario.

Porque los mandos intermedios de esas fuerzas de seguridad ya habían tenido que hacerlo durante los últimos años como consecuencia del auténtico boicot al que el Ejecutivo de Rajoy ha sometido a los Mossos en cuanto a la lucha antiterrorista, privándoles de acceso a los recursos y datos del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) –en el que sí incorporó en junio a la Ertzaintza– e impidiéndoles integrarse en el sistema Siena de Europol de intercambios de información policial europea. Todo ello reclamado una y otra vez sin éxito por la Generalitat y por el Parlament de Catalunya, sin que el ministro Zoido accediese a esas peticiones en la reunión de la Junta de Seguridad Gobierno-Govern celebrada a principios de julio, por primera vez en ocho años.

Zoido: "Lo de Berlín no puede suceder en España"

Quizá porque Zoido estaba más que convencido de que no existía amenaza yihadista "real" contra España. Al menos, eso es lo que afirmó en su primera entrevista en TV (en Antena 3) como ministro del Interior, el pasado diciembre, cuando la presentadora le pregunto si podía ocurrir en nuestro país un atentado como el de Berlín, en el que un terrorista con un camión arrolló a la multitud en un mercadillo de Navidad y mató a doce personas:

"Creo que esa amenaza real –respondió Zoido– no existe. Es cierto que hay una amenaza de terrorismo global, y precisamente por ello en España tenemos que estar trabajando mucho. Y tenemos algo que no tienen los demás: esos servidores públicos que son capaces de detectar a esos terroristas, lo que les permite tener unos conocimientos y poder proteger a los españoles. Somos vanguardia en la lucha antiterrorista y por eso yo creo que lo que ha sucedido allí [en Berlín] no puede suceder en España".

La periodista insistió: "¿No podría darse aquí?" Y Zoido fue terminante: "No. Aquí la coordinación es extrema, yo me atrevería a decir que es extrema, y nos proporciona una especial protección. Una alerta que está determinada. Pero insisto: no hay una amenaza concreta en ningún punto de España".

Quizá es por ello que el ministro del Interior no compareció ante la prensa inmediatamente después de la matanza de 13 personas en las Ramblas con el mismo método de atropello masivo que en Berlín. O quizá porque el Govern catalán había protestado en numerosas ocasiones por las trabas que ponía Interior a los Mossos en la lucha antiterrorista pese a que había numerosos avisos y amenazas específicas de atentados contra la ciudad de Barcelona.

Pero además, según las fuentes policiales citadas, el ideólogo de condenar a los Mossos al ostracismo en antiterrorismo ha sido hasta ahora el propio director del CITCO, José Luis Olivera Serrano, estrecho colaborador del anterior ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, durante las operaciones de la brigada política desvelada por las exclusivas de Público, como confirmó la comisión de investigación del Congreso.

Olivera: "El Daesh tiene los días, o meses, contados"

Olivera fue ascendido a la dirección del CITCO cuando Fernández Díaz decidió fusionar el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) y el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), creando un verdadero mando único de lucha contra el terrorismo. Cometido en el que, claramente, Olivera ha fracasado. Porque él también alardeó, y mucho más recientemente, del éxito de la lucha antiterrorista en España y se refirió al Estado Islámico –que se ha atribuido la matanza de Barcelona– en los siguientes términos:

"El DAESH [siglas del Estado Islámico] puede tener, si no los días, a lo mejor los meses contados", declaró en una entrevista a OKdiario publicada hace poco más de dos meses. Y, preguntado por el riesgo de un atentado terrorista en España, fue igual de confiado que Zoido:

"Yo no les recomendaría que se fueran de vacaciones a ciertos lugares de conflicto, pero hay otros muchos para elegir donde se puede estar muy tranquilo y, sobre todo, dentro de España", dijo Olivera.

En esas mismas fechas en las que Olivera hacía esa rotunda afirmación a un medio afín, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU estaba advirtiendo a España de que existía una amenaza yihadista contra Barcelona, y concretamente de que se preparaba un atentado en Las Ramblas mediante el sistema de atropello masivo.

Cuando, a finales de 2006, un día antes del atentado de la T-4, José Luis Rodríguez Zapatero dijo en rueda de prensa que confiaba en que un año después España estaría mejor en cuanto al terrorismo, el PP y los medios de la derecha se lanzaron a degüello contra el líder socialista.

¿Exigirán ahora la misma responsabilidad por su exceso de confianza a Zoido y a Olivera?

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