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Cifuentes se viste de víctima de la "venganza" de Granados y rechaza toda responsabilidad sobre las cuentas del PP

"No sé muy bien a lo que vengo", ha asegurado la presidenta de la Comunidad de Madrid a su entrada en la Cámara Baja, antes de comparecer en la Comisión de Investigación sobre la presunta financiación ilegal de su partido. Afirma que el hecho de que la comisión le haya hecho comparecer supone "poner las instituciones al servicio de un presunto delincuente", así como "dar altavoz a la calumnia". "El señor Granados toca y la Comisión baila a sus órdenes".

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (c), junto al coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo (i), y el portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando (d), a su llegada al Congreso de los Diputados, donde hoy comparece en la Comisión de Investigación sobre la supuesta financiación ilegal del Partido Popular. Cifuentes ha considerado "muy grave", y "una vergüenza" que la cámara baja se preste a ser "altavoz de la difamación" y a "seguir la estrategia defensiva de un presunto delincuente", en referencia al exconsejero madrileño, Francisco Granados. EFE/ Fernando Alvarado

Por no saber, Cristina Cifuentes ni siquiera sabe por qué la han forzado a comparecer en la Comisión de Investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP. "No sé muy bien a lo que vengo", eran las primeras palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid y líder del PP en la región este martes, a su llegada al Congreso de los Diputados. Y repetía lo mismo a su salida, tras casi dos horas y media de comparecencia.

Cifuentes: "No he participado jamás ni en la gestión ni en la administración del PP, ni en ninguna de sus campañas"

De hecho, este mensaje iba implícito en cada uno de sus respuestas a los grupos, mientras tiraba balones fuera y señalaba directamente a Génova. Así, y según Cifuentes, la responsabilidad de investigar las sospechas sobre Francisco Granados o Ignacio González correspondían al Comité de Derechos y Garantías del PP nacional, y no al regional, del que ella formaba parte entre 2008 y 2014; y tampoco tuvo nada que ver con la financiación del partido antes de llegar a la Presidencia del PP madrileño, hace un año. 

Además, Cifuentes ha insistido en que su única responsabilidad en campañas electorales -autonómicas de 2007 y generales de 2011-, fue la "movilización territorial", y en que esto no tenía ninguna relación con las cuentas del partido: "No he participado jamás ni en la gestión ni en la administración del PP, ni en ninguna de sus campañas", despachaba.

En esta línea, perfilándose como una víctima de la "venganza" de Granados -"¿Con quién estamos, con las víctimas o con los verdugos?"- , Cifuentes insistía en su desconocimiento sobre "por qué" le han "hecho comparecer", más allá de "las declaraciones de Granados", un "presunto delincuente" contra el que ya ha presentado una querella criminal. También ha criticado a la Comisión de Investigación y a la cámara por "dar altavoz a la calumnia", por "poner las instituciones al servicio de un presunto delincuente": "El señor Granados toca y la Comisión baila a su son", afirmaba, antes, después y durante su intervención.

Obviaba, hasta que se lo han recordado, que el PSOE ya solicitó su comparecencia hace un año: el único motivo de su presencia, insistía Cifuentes, eran las declaraciones "calumniosas", "injuriosas" y "machistas" de Granados; "no un auto judicial, son las únicas declaraciones de un señor". 

La oposición no se cree que no supiera nada

Cifuentes también ha protagonizado algunos momentos de tensión este martes, como cuando respondió a preguntas del portavoz socialista, Artemi Rallo, sobre la financiación de su partido: "De ese asunto en el que trata de involucrarme no sé nada", decía, "como usted probablemente de los ERE", "el mayor caso de corrupción de este país". 

Matute: "Alguien que esté viendo esta comisión podría pensar que usted tendrá mucha voluntad en luchar contra la corrupción, pero perspicacia para detectarla, ninguna"

A Íñigo Errejón, diputado de Unidos Podemos y precandidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, le respondía que no está obligada a saber qué hacen "todos los afiliados y simpatizantes del partido", cuando Errejón le interrogaba por las imágenes del expresidente madrileño, Ignacio González, acarreando bolsas de plástico en Cartagena de Indias, Colombia. González dijo entonces que transportaba "toallas". 

La misma línea seguía con el diputado de ERC, Joan Tardá, que se interesaba por conocer "por qué Granados le cuelga el muerto" de la financiación irregular. A este respecto, Cifuentes argumentaba que su excompañero de filas está llevando a cabo su particular "venganza".  

En otro orden de cosas, especialmente incisivo se mostraba Toni Cantó, diputado de Ciudadanos, el partido que sostiene al Ejecutivo de Cifuentes. "Si no se enteró de nada en 40 años es muy grave, pero si lo sabía todo y lo estaba ocultando, es más grave aún", apostillaba, como resumen de su intervención.

Cifuentes, ofendida, defendía su honestidad, y advertía a Cantó de que sólo podía hacer este comentario por su "inmunidad parlamentaria". "Si usted lo hiciera fuera de esta sede parlamentaria le presentaría una querella, como he hecho con Granados", aseveraba. 

En esencia, la conclusión principal de las intervenciones de la oposición es que ninguno de los grupos cree realmente que Cifuentes no estuviera al tanto de nada de lo que estaba ocurriendo en su partido. Y esta idea venía a resumirla el diputado de Bildu, Oskar Matute, en una sola frase: "Alguien que esté viendo esta comisión podría pensar que usted tendrá mucha voluntad en luchar contra la corrupción, pero perspicacia para detectarla, ninguna".

El "espectáculo" del PP

Durante su comparecencia, Cifuentes se ha visto arropada por una quincena de diputados de su partido, que han increpado y abucheado a la oposición, y que también han palmeado en señal de aprobación mientras intervenían la presidenta de la Comunidad de Madrid y la portavoz conservadora, Beatriz Escudero.

Su actuación ha sido de tal magnitud que incluso se han granjeado la bronca del presidente de la comisión, Pedro Quevedo: "¿Se dan cuenta de lo mal que estamos quedando?", les espetaba el diputado de Nueva Canarias, tildando lo ocurrido de "espectáculo". 

A su llegada al Congreso, Cifuentes ha logrado una nueva entrada triunfal, arropada por dos de los más altos representantes de su partido que no tienen responsabilidades de gobierno: el número tres del PP, Fernando Martínez Maíllo, y el portavoz parlamentario de los conservadores, Rafael Hernando

Meses atrás, en su comparecencia en la Asamblea de Madrid, para dar cuentas sobre el informe de la UCO que la relacionaba con la financiación irregular de su partido, Cifuentes se aseguró otra fotografía triunfal a su entrada en el parlamento regional, con los diputados de su partido apostados a ambos lados del pasillo, aplaudiendo a su paso.

La presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes. EUROPA PRESS

La presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes, en su comparecencia en la Asamblea por el informe de la UCO. EUROPA PRESS

Este martes, la jefa del Ejecutivo madrileño ha intentado dar imagen de normalidad, y ha presidido la Junta de Gobierno apenas una hora antes de su cita en el Congreso. No obstante, y aunque justo al comenzar su comparecencia ya se definía "encantada" de acudir a esta comisión -olvidando las críticas que vertía minutos antes-, en el PP están al tanto de que la foto de la presidenta madrileña compareciendo por la financiación irregular del partido les hace daño. Más, si cabe, a algo más de un año de las elecciones autonómicas y municipales de 2019, para las que Cifuentes se perfila como clara candidata.

Los frentes abiertos de Cifuentes

El exsecretario general del PP madrileño y hombre fuerte del Gobierno de Esperanza Aguirre entre 2008 y 2011 reveló hace un mes la existencia de una supuesta relación sentimental entre la presidenta de la Comunidad de Madrid y su antecesor en el cargo, Ignacio González, para apuntalar su argumento de que Cifuentes estaba en el centro de la toma de decisiones del PP de Aguirre. Granados no aportó prueba alguna de sus acusaciones a Cifuentes, que no sólo estaban relacionadas con esta supuesta relación.

A este frente se une el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que implicaba a Cifuentes en la financiación irregular del Partido Popular de Madrid por las adjudicaciones al empresario Arturo Fernández; a su vez, Fernández estaba entre los financiadores de Fundescam, fundación del PP que pagó campañas electorales con dinero de los empresarios, y de la que Cifuentes fue patrona.

Sin embargo, en su comparecencia en la Asamblea de Madrid tras la presentación de este informe, Cifuentes rechazó cualquier responsabilidad sobre la firma del contrato con Fernández: "Valoró el técnico, yo sólo asentí". 

La ausencia de Beltrán Gutiérrez

Antes de Cifuentes, la Comisión había llamado a comparecer al exgerente del PP de Madrid, Beltrán Gutiérrez, que no ha acudido a esta cita. De hecho, Gutiérrez ni siquiera ha recogido la citación que le envió la cámara hace 13 días, como explicó este martes el presidente de la Comisión, Pedro Quevedo. 

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