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La derecha se centra en los pactos mientras la izquierda sigue despedazándose en los medios

Esta semana se inicia el proceso para investir al próximo presidente del Gobierno y todo apuntaba a que las informaciones políticas se centrarían en los pactos y en las negociaciones. La dirección de Podemos evita la polémica y se concentra en las negociaciones pero las críticas internas vuelven a ocupar el foco mediático. 

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, en rueda de prensa con Íñigo Errejón y Ramón Espinar. - Imagen de archivo. EFE

La izquierda se ha sumergido en la batalla del relato. Desde dirigentes cercanos a Iglesias al entorno de Errejón, Garzón o ahora Espinar señalan a los culpables de la debacle directa o indirectamente a través de los medios de comunicación o de las redes sociales. "Viendo los cuchillos volar en Twitter", señala una de las diputadas de Podemos sobre el escenario de la izquierda tras el 26-M. En esta guerra no han entrado en el cuerpo a cuerpo los líderes de cada movimiento, pero hay reproches cruzados en cada bando. El incierto futuro del espacio progresista a la izquierda del PSOE no está definido: hay quienes dan por acabados a Podemos y a Pablo Iglesias y creen que los resultados de Más Madrid han sido todo un éxito, hay quienes consideran que Íñigo Errejón ha fracasado al no ampliar el espacio del cambio y también hay quienes defienden a Iglesias por los resultados de las generales frente a los autonómicos y municipales.

Iglesias es el dirigente que se ve más afectado ante este panorama. "Ruido interno en un momento de cerrar filas", ha resumido el catedrático Lluís Orriols sobre las últimas críticas internas. El partido morado perdió fuerza de cara a la negociación con Pedro Sánchez para formar un Gobierno de coalición con el descenso de votos. Las divisiones y críticas internas causan aún más estragos en la estrategia. El presidente del Gobierno lo reflejó cuando pidió a Podemos que reconsiderara su petición. Y, sin ninguna reunión entre las formaciones por medio, los socialistas abrieron la puerta a incorporar a miembros de Podemos en el Ejecutivo y dijeron que pusieran sobre la mesa nombre de ministrables. Un tira y floja que se da — otra vez — a través de los medios de comunicación. 

Podemos no ha dado ninguna respuesta más allá de insistir en su petición del Gobierno de coalición señalando que los resultados del 26-M no cambian los votos que consiguieron en las pasadas generales. Además, fuentes de la dirección apuntan que no es el momento de hablar de nombres porque se refuerza "un debate falso". "Nosotros no estamos preocupados de los nombres, estamos preocupados de que pueda haber un Gobierno estable", insisten. Mientras, la derecha ya va camino de empezar a negociar los pactos con el PP liderando el bloque. A pesar de la disputa entre Vox y Ciudadanos, las formaciones tienen claro que quieren llegar a acuerdos vetando a Podemos e independentistas.

Así, al complejo de 'La vida de Brian' entre la izquierda, se suma seguir "lavando los trapos sucios fuera de casa". Noelia Vera ha descartado este lunes entrar en la polémica suscitada por las palabras de Espinar dejando claro que han aprendido que utilizar los medios de comunicación "como altavoz para disputar internamente" no les ha dado ningún beneficio: "Estamos en un proceso de negociación. Nosotros hemos cometido el error de hablar demasiado de nosotros mismos. En Vistalegre II nos gritaron unidad. Aprendimos y tomamos nota así que en un ejercicio de responsabilidad no voy a dar la opinión sobre ningún compañero". Pero, a pesar de esta declaración y de que hoy ha sido la única portavoz que ha atendido a los medios, la realidad es que los reproches cruzados no han parado desde el pasado lunes.

La pugna por el liderazgo del futuro espacio del cambio

Los análisis postelectorales de Pablo Iglesias y Alberto Garzón coinciden en que la división no suma. Tanto Podemos como IU tienen sus máximos órganos de decisión convocados para este sábado 8 de junio y se abordarán los fallos que han llevado a los resultados de las elecciones, aunque la premisa de cada líder es clara y ya los han vinculado con las escisiones del espacio a la izquierda del PSOE. No sólo señalando a Más Madrid, también a Actúa, la separación con Compromís o los sitios en los que no se han presentado en coalición Podemos e IU.

El cruce de acusaciones sigue entre los afines de Iglesias y Errejón

Mientras que desde el entorno de Errejón combaten este "mantra". El último artículo publicado es el de Jorge Moruno y Jorge Lago en el que señalan que "la irrupción de Más Madrid con 20 diputados ha aumentado el bloque progresista en porcentaje de voto, algo especialmente destacable cuando se compara con los resultados de Madrid en las elecciones generales, o con el resultado en el resto de Comunidades Autónomas. Hay restas que suman, sí. O que multiplican".

Errejón, de momento, se centra en crear a partir del próximo septiembre la estructura de Más Madrid y consolidar el proyecto político en el escenario madrileño, pero otros diputados electos ya apuntan a una extensión de la plataforma. Eduardo Rubiño lo señaló así al día siguiente de las elecciones: "En la Comunidad, tres de cada cuatro votantes de Podemos han confiado en Más Madrid Comunidad permitiéndonos tener una importante irrupción. Quizás, pese al ruido y las filípicas de Monedero, mucha más gente de lo que parece está aguardando un proyecto útil, abierto y que devuelva la esperanza que una vez representó el partido que fundamos hace cinco años y que hoy vive su momento más oscuro". El diputado menciona a Juan Carlos Monedero ya que su tuit sobre Errejón y las cloacas del Estado posiblemente sea el que más polémica ha levantado. 

Las críticas internas en Podemos tampoco han parado en esta semana a través de los micrófonos. Por sólo citar las de este lunes: Ramón Espinar en la tribuna de eldiario.es, el alcalde de Cádiz 'Kichi' a través de una entrevista en el Diario de Cádiz o la exsecretaria general de Podemos Cantabria, Rosana Alonso, en un artículo en 'lamiradacomun.es', recogido por Europa Press, y en el que ha acusado al partido de haberse convertido en "un club de fans" de Iglesias. 

Pero, a pesar de todas las diferencias, también hay una coincidencia en los análisis: hay un fin de ciclo y hay que reconstruir el espacio político del cambio. La pugna está entre quién lo vertebra. Garzón e Iglesias quieren reforzar a Unidas Podemos y sumar más fuerzas, pero el líder de Podemos ya hace una diferencia con Más Madrid. Iglesias, durante una entrevista en En la Frontera aseguró que ahora tocaba "tender la mano a todos los actores que se pueda" pero que "habrá quienes quieran construir la nueva izquierda". "Ya lo hicieron López Garrido y Cristina Almeida y después se integraron en el PSOE”, continuó el líder de Podemos en referencia a Errejón. Su excompañero de partido, por su parte, pide a Podemos que no "eche balones fuera" y quiere entenderse con el resto de fuerzas del espacio progresista, aunque desde su entorno dudan sobre el papel que tendrá Iglesias en esta recomposición de un espacio que a día de hoy está más fragmentado que nunca. 

La lucha no se prevé que se acabe pronto, lo único que está claro es que los futuros gobiernos que se formen — madrileños y estatal — y los éxitos que tengan cada una de las estrategias inclinarán la balanza hacia uno u otro lado.

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