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Esperanza Aguirre: "En este país dimitir es fatal; resistir es lo que se lleva"

Esperanza Aguirre y Ignacio González han comparecido en el Congreso de los Diputados, en la comisión de investigación de la presunta financiación ilegal del PP, para negar absolutamente todo. La exlideresa, además, ha atacado sin descanso a la oposición y ha dejado, sin dejar, un recadito a la presidenta actual de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre (c), junto al presidente de la comisión Pedro Quevedo (d), a su llegada para comparecer ante la Comisión de Investigación relativa a la presunta financiación ilegal del PP en el Congreso de los Diputados. EFE/Mariscal

MARTA NEBOT

Esperanza Aguirre ha llegado esta mañana al Congreso de los Diputados a escondidas y se ha encerrado en un despacho del PP hasta asegurarse (más que de sobra) de que Nacho, como ella llamaba a su número dos y sucesor, Ignacio González, había abandonado el edificio.

González, sin séquito, se ha marchado de la comisión de investigación de la presunta financiación ilegal del PP, como entró, rodeado de un tremendo enjambre de cámaras, micrófonos y periodistas que le preguntaban por Cristina Cifuentes. A su entrada no despegó los labios; a la salida sí, cuando se supo en directo en TV: “Yo ya no estoy en política y no voy a decir nada”.

Ése es un buen resumen de su comparecencia, en la que ha llamado la atención el violento enfrentamiento con Gabriel Rufián, que le he interrogado sin piedad para no conseguir ninguna respuesta.

Lo único reseñable de su comparecencia, de más de dos horas, es que ha admitido que Lapuerta, siendo tesorero del PP, tenía un "especial interés" en los contratos de la Comunidad de Madrid.

El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, a su llegada para comparecer ante la Comisión de Investigación relativa a la presunta financiación ilegal del PP en el Congreso de los Diputados. EFE/Mariscal

El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, a su llegada para comparecer ante la Comisión de Investigación relativa a la presunta financiación ilegal del PP en el Congreso de los Diputados. EFE/Mariscal

Aguirre, sin embargo, ha aparecido, en la puerta de la comisión, rodeada por una guardia pretoriana del PP anónimo del Congreso y, aunque ha optado por tampoco contestar sobre Cifuentes, sí que ha sonreído mucho y enseñado dientes.

Luego, dentro, se ha quedado nueva defendiéndose con uñas y más dientes y gastando el tiempo haciendo auto campaña de su libro, de su trayectoria, de su obra. La hemos visto en su salsa, “como estoy muy callada en mi casa todo el día” y en ningún momento en dificultades. Empezó recordando al portavoz socialista, Artemi Rallo, su versión del Tamayazo, que inauguró su era como presidenta de la Comunidad de Madrid en 2003, como un logro que le llevó a la mayoría absoluta y de ahí a todo lo demás.

“Presunt@” debe ser la palabra que más veces ha dicho. De hecho, considera que hasta que no haya sentencia firme todo es y será “presunto”, por más que los jueces ya hayan dado por acreditada la caja B del PP. Ha llegado a afirmar que le “gustaría que exculparan a Granados y a González”, a pesar de reconocer que, al menos, Granados le salió “rana”: “cuando aparece un millón de euros en el piso de sus suegros y dice que es de Ikea, pues fíjese”.

Y con Cifuentes todo el tiempo flotando en las preguntas e insinuaciones de muchos de los portavoces, Aguirre se las ha ingeniado para atacar a todos y cada uno de ellos. Al PSOE por el PSPV, a Bildu por ETA, a ERC por los CDR (los comités de defensa de la república), a Ciudadanos por el informe del Tribunal de Cuentas, incluso a IU por el episodio de la guerra civil en Paracuellos. Venía leída y estudiada; ha demostrado haber seguido todas y cada una de las comparecencias de esta comisión y con eso ha cerrado la boca de todos. El portavoz del PNV, Miquel Legarda, ha llegado a renunciar a preguntar.

Gabriel Rufián, el portavoz de ERC, ha estado a punto de ser expulsado porque ha entrado en barrena cuando la exlideresa, sin venir a cuento, le ha mentado a los CDR, Comités de Defensa de la República que hoy son noticia: “Resulta que les han detenido por terrorismo”, le ha soltado con voz de mosquita muerta.

Pedro Quevedo, el presidente de la comisión, entonces ha amagado con echar a Rufián, pero no ha llegado a hacerlo.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, saluda a la diputada de Podemos Carolina Bescansa, a su llegada para comparecer ante la Comisión de Investigación relativa a la presunta financiación ilegal del PP en el Congreso de los Diputado

La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, saluda a la diputada de Podemos Carolina Bescansa, a su llegada para comparecer ante la Comisión de Investigación relativa a la presunta financiación ilegal del PP en el Congreso de los Diputados. EFE/Mariscal

A las protestas del portavoz de Esquerra, el presidente de la comisión ha contestado con un refrán: “Quien siembra tormentas recoge tempestades”, en clara alusión a las varias veces que ya le había llamado la atención por llamar a miembros del PP “ladrones”, “palmeros”, etc.

Rufián, a Esperanza Aguirre: “¿Usted es Maléfica o es la Bella Durmiente?"

El resto de su intervención, Esperanza Aguirre, se la ha pasado provocándole, mirando el móvil, leyendo las últimas noticias sobre la detención de los CDRS, con frases como “usted miente mucho y eso vale para ERC, pero no para aquí”.

Gabriel Rufián, aún así, ha conseguido formularle alguna pregunta más: “¿Usted es Maléfica o es la Bella Durmiente? Porque eso de que es una damisela inocente entre gánsteres, no se lo cree ni usted ni los que están aquí a lo que están”; cuando dejó de llamarles “palmeros” por orden del presidente de la comisión.

Óskar Matute, el portavoz de Bildu, también se ha convertido en protagonista, involuntariamente. La eterna lideresa le ha pedido que pida a ETA que abandone las armas. Aunque, en su opinión, el señor Matute está “muy moderado”: “Le he leído en una entrevista que dice que todas las víctimas son iguales y que son todas de ETA”. A lo que Matute le ha contestado con un zasca en toda regla: “Como su comprensión lectora sea como su capacidad de escritura; su libro debe de ser una joya”.

Además, Matute, le ha deseado que ahora sí que pueda llegar a final de mes, no como antes; en alusión a su famosa declaración en la que afirmaba que no le llegaba el sueldo ni para “pagar la luz”. Esta vez, más comedida, le ha contestado que “es bastante diferente vivir de una pensión que de un sueldo”.

Toni Cantó, el portavoz de Ciudadanos ha cosechado el dudoso éxito de haber hecho bingo con el auténtico asunto del día, al que la compareciente solo se había referido para reírse de que no estaba diciendo nada al respecto y con referencias veladas como: “Menos mal que no he hecho ningún máster”. Cantó le ha arrancado el titular de esta noticia: “En este país dimitir es fatal. Resistir es lo que se lleva.” A lo que ha añadido, “yo a todos esos les diría: en casa se está muy bien”. Eso sí, cuando Cantó le ha pedido que precisara si se refería a la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, lo ha negado rotundamente.

A su salida le estaba esperando el mismo enjambre que a la entrada para preguntarle insistentemente por lo mismo. ¿Tiene que dimitir, Cifuentes? A lo que con sus dientes de siempre ha contestado con otra pregunta: “¿No se han dado cuenta de que no quiero hablar?”. Lo que quería decir, dicho ha quedado.

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