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La sentencia que tiene en vilo a Juan Carlos y a Corinna en Londres: inminente y crucial

La última vista preliminar trata de la jurisdicción de los tribunales ingleses para juzgar a extranjeros de posibles delitos cometidos fuera del territorio. Mientras, el emérito prepara otra excursión a Sanxenxo el próximo jueves. 

El rey emérito en el Palacio Real de Madrid en una imagen de archivo del 9 de junio de 2014.
El rey emérito en el Palacio Real de Madrid en una imagen de archivo del 9 de junio de 2014. DANIEL OCHOA DE OLZA / AFP

"Gracias. Me han dado mucho material para pensar. Adiós", así de abrupta cerró la jueza Rowena Collins Rice la última vista preliminar el pasado mes de julio. Y desapareció de la sala 13 del Tribunal Superior de Londres.

Entre los días 18 y 21 del mismo mes, el pelotón de abogados de Juan Carlos I y de Corinna Larsen examinaron las competencias de los tribunales ingleses para juzgar a ciudadanos extranjeros de posibles delitos cometidos, en su mayoría, fuera del territorio. Ahora, la jueza está a punto de publicar la sentencia que puede cerrar o perpetuar el litigio judicial.

La causa, difundida por Público e iniciada en diciembre de 2020 con la demanda civil presentada por Corinna Larsen, de 58 años, contra el rey emérito, de 85 años, por tres alegaciones (acoso, vigilancia ilegal y difamación), permanece en fase preliminar por las objeciones presentadas por Juan Carlos I. 

La impugnación del rey se centra en la jurisdicción de los jueces ingleses para juzgar a Juan Carlos y a Corinna

Primero adujó que era inmune a ser juzgado y obtuvo inmunidad soberana de las acusaciones sucedidas hasta su abdicación como jefe de Estado el 18 de junio de 2014. Tardó dos años, de diciembre de 2020 a diciembre de 2022, para conseguir la dispensa parcial. En este año, la impugnación del rey se ha centrado en la jurisdicción de los jueces ingleses para juzgar a él y a Corinna de los hechos que ella le atribuye, algunos ocurridos fuera de Inglaterra.

En esto están, en si los juzgados de Londres tienen poder para decidir quién de los examantes es culpable o inocente de alguna de las tres alegaciones citadas, por las que Corinna reclama 146 millones de euros en daños y perjuicios, cifra desglosada por Público, según la documentación presentada al Tribunal Superior de Londres.

Adam Wolanski, abogado del emérito (el tercer equipo contratado), calificó la demanda como "revoltijo de trivialidades que no se sostiene ni tiene posibilidades de prosperar", y aseguró que "la demandante afirma que sufría daños psicológicos al mismo tiempo que se embarcaba en una campaña mediática contra el demandado porque él no se había sometido a sus amenazas".

Este proceso judicial debe ser el único en el que el Tribunal Superior de Londres cita, y repite, titulares de la prensa del corazón española como pruebas que implican al exjefe del Estado. "Los amantes pasaron del amor a la amistad en 2012, y de la amistad al rencor y el chantaje en marzo de 2019", concluyó Wolanski.

"Del amor al chantaje"

La relación, de amor o de amistad, o de beneficio mutuo, empezó a torcerse cuando el emérito reclamó a Corinna 65 millones de euros (Lucum Gift en el entramado financiero de ambos) que, según él, le había transferido como depósito y que, según ella, era un regalo.

Al margen de donde se cometieran los hechos alegados, "sus consecuencias se sufrieron en Inglaterra"

Los abogados de Corinna, encabezados desde el principio del embrollo judicial por Jonathan Caplan, insistieron en que, al margen de donde se cometieran los hechos alegados, sus consecuencias se sufrieron en Inglaterra, donde se ha presentado la demanda civil, que excluye pena de prisión y conlleva compensación económica.

"Aquí es donde estaba la demandante", remarcó Caplan. Y pusieron como ejemplo, entre otros, la redacción, envío y recibo de un correo amenazante. "No importa dónde se escriba un correo electrónico, lo relevante es donde se recibe, se lee y causa daños y perjuicios".

Mientras los abogados del ex jefe del Estado español intentaron ridiculizar la demanda de Corinna y las pruebas que la substancian, los representantes legales de ella describieron al rey como "un hombre poderoso, con fortuna e influyente en el mundo", quien, en este proceso, se enfrenta "a una mujer vulnerable".

La sentencia en "cuestión de día"

Tras cuatro días de vista preliminar, la segunda objeción de Juan Carlos I (la primera fue la inmunidad) quedó vista para la sentencia que se publicará pronto. Nadie en los dos campos de abogados consultados por Público, el del rey emérito y de Corinna, se atreve a poner fecha fija, pero ambos apuestan a que podría ser en cuestión de días, del septiembre que se escapa, o de las primeras semanas de octubre.

La sentencia podría coincidir con el viaje de Juan Carlos a España para participar en las regatas de Sanxenxo

Si fuese cuestión de días, hasta podría coincidir con el viaje de Juan Carlos a España el jueves 28 para participar en las regatas de Sanxenxo, en Pontevedra. El cuarto viaje del ex jefe del Estado desde que se autoexilió a Abu Dabi. Por el mismo aeropuerto, pero a diferente hora, pasará  Felipe VI, que viaja a Galicia para inaugurar el Foro La Toja Vínculo Atlántico.

Un complot de las agendas reales: el trajín que se llevan padre e hijo entre Abu Dabi, Madrid y Galicia. El no-encontronazo entre los dos reyes en Galicia podría coincidir también con la sentencia, en Londres, de la jueza Collins Rice. La magistrada puede decidir que los tribunales ingleses no tienen jurisdicción para juzgar la demanda de Corinna contra Juan Carlos y así cerrar el largo y costoso litigio.

Si opta por atribuir autoridad a la judicatura inglesa (total o parcial, para los posibles delitos cometidos o sufridos en Inglaterra) la demanda seguirá su curso. Pero el emérito puede seguir presentando nuevas objeciones.

El uso de Whatsapp para notificar la demanda al demandado surge de vez en cuando en las vistas preliminares como otra de las anomalías de este proceso judicial, anómalo también en las llamadas democracias occidentales. Los jueces que han intervenido hasta ahora se las ven y se las desean para encontrar jurisprudencia (fundamental en el derecho inglés) al caso de Juan Carlos de Borbón y Corinna Larsen.

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