Público
Público

IU avala la propuesta de Sumar para las europeas pero constata una profunda brecha con el proyecto de Yolanda Díaz

La Coordinadora Federal del partido aprueba la propuesta de Sumar de concurrir en el número cuatro de su lista a las europeas, pero no participará en ningún órgano de dirección del proyecto de Yolanda Díaz hasta que se celebre su asamblea federal y se aclare la relación entre ambos actores.

Yolanda Díaz, Sira Rego
La vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y la ministra de Juventud y dirigente de IU, Sira Rego. Imagen de archivo. Ricardo Rubio / Europa Press

La Coordinadora Federal de Izquierda Unida ha validado este lunes la propuesta de Sumar para que Manu Pineda sea el número cuatro de su lista a las europeas. Según ha difundido la organización en un comunicado, el órgano ha aprobado aceptar el reparto ofrecido por los de Yolanda Díaz; también han decidido que este acuerdo no se someterá a consulta de las bases de la organización, una cuestión que estaba en el aire.

"No es la posición que merece nuestra organización, pero la clase
trabajadora y el futuro de la izquierda transformadora no merecen más
división y desmoralización en el actual momento de avance reaccionario en toda Europa", reza el comunicado. También se ha decidido que IU realizará "una campaña propia, con un perfil, imagen y propuestas propias" en estos comicios.

Los temas tratados en la Coordinadora van más allá de la lista a las europeas, y también se ha abordado la relación con Sumar en el momento de mayor tensión entre la organización y los de Yolanda Díaz. En concreto, se ha tomado la decisión de no participar "de los órganos del Partido Sumar hasta la celebración y decisión de la Asamblea Federal" que se celebrará en mayo.

"La relación con Sumar, de profundo calado, será un debate central en el ejercicio de reflexión colectiva durante el proceso asambleario de Izquierda Unida, pues debemos recuperar la máxima presencia en todos los ámbitos, incluido el institucional", se explica en el comunicado.

La negociación de la lista a las europeas ha sido una auténtica batalla entre los partidos por tratar de copar puestos de salida en un momento de retroceso de las izquierdas en Europa.

Después de varias semanas en las que Sumar no le garantizaba un puesto de salida a Izquierda Unida, los de Díaz acusaron al partido de establecer una alianza con Compromís y Más Madrid para quedarse con los primeros puestos durante las negociaciones (que eran bilaterales, entre Sumar y las distintas organizaciones, por separado), lo que, de facto, no dejaba espacio para Catalunya en Comú.

Díaz salió al paso cerrando un acuerdo exprés con Compromís y con los comunes, y confeccionando una lista en la que ofrecían al candidato de IU, Manu Pineda, un cuarto puesto. La propuesta soliviantó a varias federaciones territoriales de la organización, que consideraron la oferta de Sumar un desplante a la formación que, a día de hoy, tiene la mayor capacidad de vertebración territorial del espacio y el mayor número de concejales, lo que le daría una gran capacidad a la hora de hacer campaña en las europeas.

Se decidió entonces aplazar la decisión sobre la validación del acuerdo con Sumar para las europeas hasta después de las elecciones en Euskadi. Este lunes, tras haber logrado la coalición un solo escaño en este territorio, el portavoz y secretario de Organización de IU, Ismael González, valoró de manera negativa los resultados y defendió que "Sumar no está consiguiendo ser el espacio de aglutinación de las izquierdas, y tampoco de las personas".

La dirección defiende que IU haga "una campaña propia"

También avanzó que, independientemente de que la Coordinadora Federal validara el acuerdo para darle el cuarto puesto a Pineda en las europeas, IU haría "una campaña propia" y que abriría una reflexión acerca de su relación con "la coalición Sumar, que simplemente es eso, una coalición". Previamente, las federaciones del partido en Madrid, País Valencià y Galicia aprobaron no hacer campaña por Sumar en las europeas si la lista no se sometía a una consulta a las bases de la organización, algo que finalmente no se hará.

La relación entre Izquierda Unida y el proyecto liderado por la vicepresidenta segunda del Gobierno ha ido sufriendo un continuo deterioro desde el 23J, agravado por los procesos electorales y la situación interna de la organización, que todavía no ha renovado su dirección  tras la marcha del anterior coordinador, Alberto Garzón.

Los resultados cosechados en Galicia y Euskadi (aunque en este último territorio las lecturas de Sumar y de IU son distintas) y la competición entre las tres candidaturas que aspiran a hacerse con la dirección en la asamblea federal del 18 y 19 de mayo (la de Sira Rego, la de Antonio Maíllo y la de José Antonio García Rubio) han agravado una brecha que se generó al calor de las diferencias que IU ha mantenido con los de Díaz en diferentes contextos.

Al principio, en el partido tenían claro que Sumar era el actor imprescindible para una reorganización de la izquierda en un momento en el que el espacio daba señales inequívocas de agotamiento. Sin embargo, tras los comicios del 23J, en IU pidieron a Díaz asentar esa coalición en un frente amplio o federación de partidos que sentara las bases orgánicas de un espacio refundado.

Esto, entienden en la formación, no ha sucedido, sobre todo después de que Sumar apostara por constituirse como una organización con militancia propia en la que los partidos participan a través de una cuota del 30%, a repartir entre todos, en el denominado Grupo de Coordinación (el órgano de mayor peso político entre asambleas y el que elige a la ejecutiva). IU pidió cambiar este sistema durante el proceso de debate anterior a la asamblea fundacional de Sumar, pero no se atendió su petición.

La construcción de Sumar y las peticiones de IU

Durante los meses anteriores a esta asamblea fundacional, IU aprobó su informe político y organizativo de cara a su XIII Asamblea Federal, bajo el epígrafe de La izquierda que estuvo, está y estará. En ese documento se proponía que, si finalmente Sumar no pasaba de ser una coalición electoral de partidos, la formación defendería la articulación de mecanismos de democracia interna para la confección de las listas electorales entre todos los actores, y, concretamente, señalaba a las primarias.

Tras la asamblea fundacional de Sumar (en la que no se avanzó hacia el modelo defendido por IU) llegó la negociación de la lista a las europeas, una batalla que distanció más a ambas partes.

En este contexto se ha celebrado la Coordinadora de este lunes, en un escenario, además, en el que parece que todas las candidaturas que concurren a la asamblea de mayo estarían vendiendo a la interna un distanciamiento con Sumar con la esperanza de conectar con el sentir de las bases. Los de Díaz achacan la tensión con IU precisamente a este cónclave y a la "previsión de una dura competencia entre dos de las candidaturas", la de Rego y la de Maíllo.

Sobre el hecho de que los actores en liza pudieran estar utilizando el distanciamiento con Sumar como acicate para atraerse a la militancia, los de Díaz aseguran que "lo normal en estos procesos es recurrir a lo identitario, sobre todo en un contexto de coalición con otros partidos y proyectos en el que puede parecer que te desdibujas", pero descartan que en IU piensen realmente que la organización de la vicepresidenta segunda esté dando síntomas de agotamiento. Mientras, el partido avanza de manera inexorable hacia su asamblea, y la merma de confianza en Sumar va más allá de la tensión generada por la lista de las europeas.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias