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Juicio al 'procés' Lluís Llach se rebela ante las preguntas de Vox "como homosexual, independentista y aspirante a ciudadano del mundo"

El cantautor declara como testigo en el juicio del 'procés' a petición de la acusación popular que ejerce el partido de ultraderecha sobre los sucesos del 20 de septiembre de 2017 frente a la Conselleria d'Economia

Lluís Llach durante su declaración ante el Tribunal Supremo durante el juicio del procés.

Público | europa press

Lluís Llach ha sido el testigo estrella de la jornada de este lunes en el juicio del procés que se celebra en el Tribunal Supremo. El conocido cantautor, que fue diputado de Junts pel Sí en el Parlament catalán entre 2015 y 2017 y estuvo presente en los sucesos del 20-S ante la sede de la Conselleria d'Economia de la Generalitat de Catalunya en Barcelona, ha declarado en el juicio durante algo más de media hora a petición de la acusación popular que ejerce Vox.

Llach ha protagonizado uno de los momentos más mediáticos del juicio hasta ahora: al comienzo del interrogatorio, y cuando el letrado de Vox Javier Ortega Smith ya había hecho un par de preguntas, el cantautor se ha dirigido al tribunal para expresar su protesta, "como ciudadano homosexual, independentista y aspirante a ciudadano del mundo", por la presencia del partido de ultraderecha en el proceso.

El presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha interrumpido antes de que pudiese seguir, recordándole que aunque son "afirmaciones respetables hasta el máximo", exceden el "propósito" de su papel en el juicio como testigo. El magistrado le ha recordado además que Ortega Smith "personifica la acusación popular", que está prevista en el "régimen jurídico vigente", por lo que los testigos tienen "la obligación de responder a sus preguntas.

Ya metido en harina, Llach ha revelado que fue él quien animó al expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez y el líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, a subirse a un vehículo de la Guardia Civil la noche del 20 de septiembre de 2017 para desconvocar la multitudinaria protesta frente a la Conselleria d'Economia.

Llach ha explicado que después de desconvocar la concentración desde un escenario que se había colocado en la confluencia de la Gran Vía y Rambla Catalunya se dieron cuenta de que las personas situadas junto a la puerta de la Conselleria no les habían oído.

Llach, que estuvo toda la jornada del 20-S junto a Sànchez y Cuixart, ha relatado que desde ese escenario emplazaron a los manifestantes a desconvocar la protesta y les animaron a concentrarse al día siguiente frente al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), una revelación que ha admitido un tanto avergonzado al decirla delante de magistrados del Supremo.

En todo caso, ha reconocido que hicieron esta arenga a los manifestantes para conseguir que se marcharan y a continuación, el expresidente de la ANC y ahora diputado electo afirmó que se encargaría de "buscar un megáfono" para poder dirigirse a los presentes que estaban más lejos, junto a la puerta de la consejería. "Y yo les dije, quizá por deformación profesional, que el único sitio desde el que podrían verles sería desde encima del coche", ha apuntado.

Según ha señalado, él mismo también quiso subirse al coche, pero Sànchez y Cuixart le pidieron —"no muy educadamente", ha ironizado— que se marchase porque si los manifestaban le veían allí, al ser "una persona conocida", no querrían desconvocar la protesta.

Llach, quien vestía de negro y llevaba distintos complementos de color amarillo como la correa del reloj y el cordón de las gafas, además del lazo amarillo en solidaridad con los políticos presos, también ha afirmado que conoce a Sànchez y Cuixart desde hace muchos años y que el 20-S sabía que se estaba realizando un registro judicial cuando acudió a la Conselleria d'Economia , donde estuvo todo el día para "protestar" y defender una "desobediencia civil". Eso sí, al igual que otros testigos ha comentado que el ambiente ese día fue "festivo".

También colaboró, junto con otros diputados del Parlament, a la hora de hacer una "barrera" entre los manifestantes y la entrada del edificio, donde había mossos d'Esquadra y guardias civiles, para que la actuación judicial "se desarrollase perfectamente" y "todo fuese lo más normal posible".

Asimismo, ha contado que al ser "una persona incomprensiblemente conocida", se puso "al servicio" de Sànchez y Cuixart, a los que estuvo acompañando casi todo el día, también asistiendo a las reuniones que mantuvieron con los guardias civiles y mossos.

En un momento dado, también trató de organizar la salida de la letrada de la administración de justicia, intentando 'camuflarla' entre dos de las diputadas, y que "una masa de periodistas", además de manifestantes, fueron los que se subieron primero en los vehículos de la Guardia Civil y que cree que eso es lo que pudo ocasionar los destrozos.

Las armas en los coches de la Guardia Civil

Llach también estuvo presente cuando Sànchez se enteró de que en esos vehículos había armas largas, por lo que se pusieron a hacer un "cordón" de voluntarios, pero primero tuvieron que bajar a los manifestantes de los coches. "Pasamos un poco de sudor y lágrimas porque se creían en propiedad de las mejores plazas. Para bajarles tuvimos que llorar y gritar y así el cordón pudo pasar por detrás de los coches y así nos quedamos más tranquilos", ha relatado.

Según el cantautor, a lo largo del día no escuchó "insultos" a los guardias civiles que vigilaban la entrada de la consejería, aunque sí oyó mucho la consigna "fuera las fuerzas de ocupación". "Pero puedo dar fe absoluta de que los guardias civiles fueron respetados y que el comportamiento de éstos fue ejemplar y los mossos", ha aseverado.

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