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Refuerzo del pacto antifascista en Catalunya ante una extrema derecha que podría crecer tras el 12M

El PSC y Junts se han adherido a un compromiso que ERC, CUP y Comuns ya habían avalado el 25 de abril. Illa recibe el apoyo de los exconsellers Santi Vila -antiguo dirigente de Convergència- y Miquel Sàmper (Junts), mientras que ERC intensifica las críticas a los socialistas por la gestión de Rodalies.

Propaganda electoral de todos los partidos para las elecciones catalanas del 12M, a 8 de mayo de 2024, en Barcelona.
Propaganda electoral de todos los partidos para las elecciones catalanas del 12M, a 8 de mayo de 2024, en Barcelona. David Zorrakino / EUROPA PRESS

Finalmente, el PSC y Junts se han sumado este miércoles al compromiso antifascista que el 25 de abril ya habían avalado ERC, la CUP y Comuns Sumar. Promovido por la plataforma Unitat Contra el Feixisme i el Racisme, compromete a los firmantes a no aceptar "ni por acción ni por omisión" los votos de ninguna formación de extrema derecha para conformar una eventual mayoría de investidura ni de gobierno.

El acuerdo se amplía cuatro días antes de unos comicios en los que la extrema derecha tiene serias opciones de mejorar resultados, con un Vox que según las últimas encuestas podría aspirar a una decena de diputados -ahora tiene 11- y donde puede estrenarse en el Parlament Aliança Catalana, la formación independentista liderada por la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols. El compromiso también establece que los partidos firmantes establecerán los acuerdos necesarios para impedir la presencia de la extrema derecha en la Mesa del legislativo y las mesas de las comisiones y que intentarán evitar la presencia de sus miembros en los órganos institucionales.

Más allá de esto, la campaña afronta la recta final con movimientos de los partidos para intentar captar el voto indeciso y marcando perfil propio, nuevamente con el PSC de Salvador Illa en el centro del juego, si bien la CUP también ha intensificado las críticas a Junts, que ve como "la Convergència de toda la vida".

Un Illa que ha recibido el apoyo de dos exconsellers de Puigdemont y de Quim Torra, en concreto de Santi Vila y Miquel Sàmper. Los dos se han adherido a la plataforma de apoyo a la cabeza de lista socialista, al suscribir el manifiesto impulsado por la Plataforma SÍ. El texto reclama un president "capaz de representar al conjunto de la ciudadanía" y que "trabaje para unir y evite dividir". Vila fue conseller de 2012 a 2017, primero ocupando varias carteras con Artur Mas de president y después con Puigdemont, mientras que Sàmper fue el titular de Interior durante la presidencia de Quim Torra.

Quién sigue intentando taponar una posible pérdida de votos hacia el PSC es la cabeza de lista de Comuns Sumar, Jéssica Albiach, que ha insistido en que Illa "no está aclarando con qué votos quiere ser president", para añadir que "no cierra la puerta, por mucho que lo diga, a Junts". Albiach también ha vuelto a reivindicar una nueva financiación, que garantice el cumplimiento del principio de ordinalidad.

Aragonès no descarta liderar la oposición

En cuanto a los partidos independentistas, el president del Govern y cabeza de lista de ERC, Pere Aragonès, ha afirmado que se plantearía ser jefe de la oposición en caso de que se acabara formando un gobierno entre PSC y Junts, después del 12M. En una entrevista en TV3 ha reiterado que se presenta para ganar las elecciones y volver a ser president, pero ha argumentado que, "ante una alianza del pasado, habría que hacerle frente".

Paralelamente, la consellera de Territorio, Ester Capella, y su antecesor en el cargo, Juli Fernández, han participado en una acción en la estación de Sants de Barcelona para denunciar el mal funcionamiento del servicio de Rodalies Renfe y culpar de ello al PSC y al PSOE. Capella ha definido como una "tragedia" el estado del servicio y el nivel de "desinversión" que denuncian que acumula Rodalies por parte del Estado. En este sentido, los republicanos responsabilizan al PSC de la situación porque, según Fernández, "lo único que ha cambiado estos años es qué militante del PSC ha dirigido Rodalies".

En una rueda de prensa desde Argelers (Catalunya Nord), Carles Puigdemont ha defendido la delegación de competencias sobre migración a la Generalitat, que ha asegurado que están trabajando con el PSOE, pero no ha avanzado ningún detalle. Ha señalado cómo Catalunya ha crecido en población por "oleadas migratorias que han venido atraídas por oportunidades laborales y personales", y ha añadido que quieren que Catalunya "las continúe ofreciendo". El expresident también ha querido negar cualquier vínculo entre migración y multirreincidencia y en otro ámbito se ha opuesto a la regulación de los precios del alquiler, que según él no han funcionado.

La CUP, a su vez, está aprovechando la recta final de la campaña para intensificar las críticas a Junts, con el argumento que los últimos días "se ha clarificado" que "es la Convergència de toda la vida". "Ahora mismo estamos muy lejos, no estamos hablando de aquel Carles Puigdemont que a principios de la campaña cuestionaba la utilidad del Hard Rock o que quería volver para romper con el Estado", ha defendido Estrada en una rueda de prensa en la agencia Efe. Estrada tampoco ve a la CUP colaborando en un hipotético -y difícil- tripartito entre el PSC, ERC y Comuns. Finalmente, el cabeza de lista del PP, Alejandro Fernández, ha hecho un nuevo llamamiento para intentar captar los pocos votantes que quedan en Ciutadans.

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