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Cs y PP Rivera cambia su estrategia con el 155 para ganar por la derecha a Rajoy 

La petición de la extensión del artículo 155 de Ciudadanos es insostenible ya que, como explican varias fuentes jurídicas, no se han dado "hechos constatables" que avalen su aplicación. 

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la reunión que mantuvo esta jueves con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. EFE/ Juan Carlos Hidalgo

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Hace tan sólo seis meses, Ciudadanos pedía que la aplicación del artículo 155 en Catalunya durara lo menos posible. Este jueves, Albert Rivera ha confirmado ante Mariano Rajoy la demanda de su partido de que se aplique el 155 de forma "inmediata" ante el nuevo Govern. El discurso del nuevo president, Quim Torra, es suficiente motivo para tomar esta medida.

Una extensión que, a nivel jurídico, es insostenible. La aplicación del 155 decae ante la formación del nuevo Govern como se acordó en su formalización en el Senado, ya que estaría vigente hasta que hubiera un Govern en Catalunya. Mientras que una nueva aplicación tampoco parece sostenerse. A juicio de la Catedrática de Derecho Constitucional de la UNED, Yolanda Gómez Sánchez, tampoco tiene cabida la exigencia de Ciudadanos ya que debe aplicarse por "hechos constatables" y no por el mero discurso del nuevo president. Como ha explicado a Público, la interpretación del discurso de Torra no supone por sí sólo una "ilegalidad constitucional", condición necesaria para la aplicación del citado artículo.

En este sentido, catedráticos constitucionalistas también han señalado a Público que un "pronunciamiento no puede motivar acciones constitucionales". "El 155 según lo aprobado en el Senado termina ya formado el Govern, así que deja de aplicarse. Puede volver a aplicarse, pero sólo cuando se produzca un nueva condición que inhabilite a la Comunidad Autónoma: el incumplimiento de Catalunya  de las obligaciones constitucionales. Condición que todavía no se ha dado, al no haber comenzado la acción del nuevo Govern".

Las opiniones de los jurídicos sigue el enfoque del Gobierno que ha sostenido que todavía no activarán la aplicación de un nuevo 155. En este sentido, y como dictan las normas, se debe esperar a "actos jurídicos" que incumplan la ley.

El discurso de Ciudadanos se ve así carente de viabilidad jurídica dejando abierta sólo una explicación política. A sabiendas de la imposibilidad de su aplicación inmediata, las peticiones de la formación naranja buscan superar por la derecha al del PP. Frente a la precaución y vigilancia del Gobierno, Ciudadanos reclama la actuación inmediata ante el nuevo Govern. De esta forma, mientras se mantiene la inestabilidad en el Parlament de Catalunya con una oposición que tacha de "supremacista" el discurso de Torra, Ciudadanos se alza como primer rival del Govern. 

Cs se alza como primer rival del Govern, a pesar de la imposibilidad de la nueva aplicación inmediata del 155

Aún así, Ciudadanos no puede lanzar un nuevo 155, ya que sólo tiene capacidad en el Senado el Gobierno para aprobar su aplicación en una nueva votación. Sin embargo, si se mantienen fuertes en el discurso con Catalunya. Se aseguran de esta forma ganar con las futuras acciones: si el Gobierno recula y decide impulsar la nueva aplicación, será otro logro que se apuntará la formación naranja. Si el PP no activa el 155 y el nuevo Govern mantiene la hoja de ruta para impulsar la república catalana, el partido encrudecerá las críticas por la inacción en Catalunya.

No pasa de largo para el partido tampoco aquí el enfrentamiento con el PP para ganar la derecha. Las acciones del partido están pasando por la clave electoral, y no es para menos con el impulso que le dan las encuestas. Por ello, buscan mantenerse fuertes y seguir ganando electorado, poniendo sobre la espada y a la pared al Gobierno, en una política que no es sostenible. Desgastando así - y como han hecho en Madrid - a los conservadores, en beneficio propio.  

De hecho, la primera posición de Ciudadanos en Catalunya respecto al 155 era que "garantizara unas elecciones". Una batalla en las urnas en las que Ciudadanos salió como ganador, a pesar de no haber podido formar gobierno. Después de ello, acciones del partido han ido encaminadas a conseguir una nuevas elecciones: recurrir los votos de Comín y Puigdemont, tal y como el partido exigía, era el escenario que podía abrir más posibilidades a unas futuras elecciones catalanas debido a la imposibilidad que supondría elegir a un nuevo president.

Después de este paso, se encaró al PP en el Congreso durante una sesión de control tachándole de "blando" por su actuación en Catalunya, y dando por roto el acuerdo con el 155 ya que exigieron mayor firmeza y dureza. 

Ahora, caídas las opciones de unas nuevas elecciones, la búsqueda es mantener "el orden constitucionalista", pasando por el control de las fuerzas de seguridad, de los medios de comunicación públicos, de la política exterior y del control de las finanzas. Superando definitivamente al Gobierno en un discurso más duro con Catalunya y señalando su desmarcaje de la "unidad" del PP y del PSOE con el 155. 

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