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Sánchez y Feijóo retroceden seis meses y reinician su relación para salvar la crisis del Poder Judicial

El único acuerdo al que llegaron en abril el presidente del Gobierno y el líder del PP fue precisamente "retomar las conversaciones" para renovar el órgano judicial. El sistema de elección de los jueces sigue siendo el principal punto de fricción aunque Moncloa se mostró este lunes ambiguo sobre su posición. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), recibe al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (d), antes de su reunión en La Moncloa, este lunes, para abordar la situación de crisis que se abre en el CGPJ
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), recibe al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (d), antes de su reunión en La Moncloa, este lunes, para abordar la situación de crisis que se abre en el CGPJ. Sergio Pérez / EFE

Hace poco más de seis meses. El 7 de abril, en Moncloa, el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, proclamado oficialmente días antes, se reunía con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Un primer encuentro que salió sin acuerdos de relevancia pero con cierta mejoría en el tono entre ambos partidos tras la etapa de Pablo Casado. El único punto concreto en el que se avanzó aquel día fue "retomar las conversaciones" acerca de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), bloqueado desde hace casi cuatro años. Hasta este lunes, la situación, lejos de acercar posiciones, solo había empeorado. Pero la dimisión de Carlos Lesmes ha reiniciado las relaciones  con el objetivo de solventar la crisis. 

Génova, en boca de Esteban González Pons, lo transmitió así: "Nos hemos dado una última oportunidad. Todo aquel que haya tenido una pareja y se haya dado alguna vez una última oportunidad sabe en lo que estamos: jugar al todo o nada". Esa pareja son Sánchez y Feijóo, que acordaron este lunes tener "contacto frecuente" para supervisar las negociaciones de la renovación del CGPJ.

Consideran desde el Gobierno, en todo caso, que la "última oportunidad no puede ser eterna". Es decir, que se tiene que resolver la renovación "en breve", aunque sin fijar los plazos concretos.

La reunión, a la que se unieron también los negociadores Félix Bolaños y Esteban González Pons, duró más de tres horas. Lo que se transmitió públicamente fue que ambas fuerzas políticas se daban un "último intento" para resolver de forma "rápida" la renovación del órgano del poder judicial y también del Tribunal Constitucional (TC). Este punto de la renovación conjunta es el único signo palpable de cierto avance. 

El PP lo vende como una victoria importante porque supone que la plaza que estaba vacante en el Constitucional sea suya, pasando de un Tribunal con siete magistrados progresistas, cuatro conservadores y una silla vacía, a uno con siete progresistas y cinco conservadores. Fuentes populares celebraban haberle "arrancado" esto al PSOE.

Fue precisamente el cambio en la ley para renovar los magistrados del Constitucional lo que provocó "oficialmente" la ruptura de unas negociaciones entre Bolaños y Pons, que tampoco habían conseguido nada hasta entonces. Con la ley aprobada, una nueva derivada rompió los esquemas del Gobierno. Los vocales conservadores del CGPJ no han nombrado de momento a los magistrados elegidos pese a haberse cumplido sobradamente el plazo legal de una norma ratificada parlamentariamente. El bloqueo total ha acabado con la dimisión del presidente del CGPJ, el citado Lesmes. 

Las relaciones entre PSOE y PP desde abril no han hecho más que tensarse. De hecho, aquella fue la única vez que Sánchez y Feijóo se habían reunido hasta este lunes. Entre medias, los socialistas, con Sánchez a la cabeza, han ido endureciendo sus críticas a los populares: "Tienen que cumplir con la Constitución", reiteraban en todo momento desde Moncloa y Ferraz. Incluso en la misma mañana del lunes.

Además, a nivel político, el PSOE ha optado por confrontar de forma directa con el líder de los populares. El ya famoso lema de "insolvencia o mala fe" para criticar a Feijóo fue introducido por el presidente en el Senado, donde ambos protagonizaron un esperado cara a cara. Algo que, por cierto, se repetirá en unos días

Pero el clima parece haberse suavizado este lunes. "Por primera vez parece que los populares son conscientes de la gravedad de la crisis", transmiten desde Moncloa. En Génova comparten sensaciones. "La noticia para nosotros es que, esta vez, en lugar de salir ninguneados nos hemos encontrado con un Gobierno que está dispuesto a hablar", aseguró González Pons. 

El sistema de elección de los jueces 

Entre las excusas de los populares, Bolaños entregó un documento con 19 de ellas al comisario de justicia europeo hace unos días, se encuentra condicionar la renovación a un cambio legal en el sistema de elección de los jueces. Es decir, pasar de los actuales nombramientos realizados por una mayoría cualificada del Congreso a que sean los jueces los que eligen a los jueces. El PP esgrime en todo momento que es un exigencia de la Unión Europea (UE). 

Feijóo, que fue el primero en comunicar algo de contenido de la reunión, dejaba caer en sus redes sociales que el Gobierno se abría a estas reclamaciones. Lo cierto es que Bolaños, en rueda de prensa, ni confirmó ni desmintió esta posibilidad. Fue aséptico y no volvió a explicitar la posición del Ejecutivo, contrario hasta el momento a esta modificación. 

"El sistema de elección es un asunto sobre el que ustedes conocen las distintas posiciones. El asunto que plantea el PP de manera pública será una pregunta que tendrán que formular a ellos", se limitó a contestar el ministro de Presidencia. En todo caso, como publicó este medio en el mes de agosto, los socialistas estarían dispuestos a estudiar otras fórmulas de elección del CGPJ pero siempre después de que el PP desbloquee con la actual ley la situación. 

El ministro, pese a la urgencia de la cuestión, tampoco fijó que se hubieran cerrado plazos para esta "última oportunidad". "El Gobierno siempre ha tenido la mano tendida. Con la anterior dirección llegamos a un acuerdo en una tarde", destacó Bolaños. El objetivo es llegar a ello "lo antes posible". Fuentes gubernamentales, con toda la cautela posible, sí transmiten que "parece" que hay cierta voluntad en los populares. Un giro en el mensaje de las últimas semanas en las que en todo momento no se fiaban de las intenciones y "estratagemas" del principal partido de la oposición. 

Para los populares, la reunión ha servido para fijar "un nuevo marco", el del "diálogo" y el "espíritu constructivo" entre el Gobierno y la oposición. El vicesecretario de relaciones institucionales del PP subrayó ante los periodistas en varias ocasiones que estaba "contento" y desde el equipo de Feijóo también transmitían esta sensación. Una especie de euforia colectiva tras pactar con Sánchez regresar al mes de abril: "De la reunión lo único que ha salido es la voluntad de volver otra vez más a ver si somos capaces de llegar a un acuerdo".

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