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Casi 40 años después del desastre de Chernóbil la energía nuclear aún genera confrontaciones políticas internacionales

Los expertos reiteran que el uso de estas centrales tiene un alto coste y es peligroso. Además, la obtención de sus recursos produce emisiones de CO2 que no se tienen en cuenta para considerar si es una energía verde.

Trajes de emergencia radiactiva en el Museo Nacional Ucraniano de Chernóbil, a 23 de abril de 2024.
Trajes de emergencia radiactiva en el Museo Nacional Ucraniano de Chernóbil, a 23 de abril de 2024. Maxym Marusenko / AFP

Este viernes se han cumplido 38 años desde que un reactor de la central Vladímir Ilich Lenin, a unos 18 kilómetros de Chernóbil (Ucrania) se sobrecalentara y provocara la explosión de su núcleo. Un evento que pasó a la historia como una de las mayores catástrofes nucleares, junto con la de Fukushima (Japón) en 2011. Con todos los países a la carrera de la descarbonización y la autonomía energética, el poder atómico relanza el debate sobre su seguridad, sus costes y su efectividad.

Alemania ha cumplido un año libre de centrales nucleares y España va en el mismo camino para el año 2035. Sin embargo, Polonia pondrá en marcha su primera instalación en 2033, China es el país que más reactores ha construido en los últimos años y Europa incluye esta energía dentro de la Taxonomía Verde desde 2022.

"Que una energía sea verde hoy en día significa que no emite CO2", describe a Público Cristina Rois, portavoz del Movimiento Ibérico Antinuclear. "Parece que no tiene nada que ver con los residuos, por ejemplo, que en el caso de la industria nuclear es la que tiene la peligrosidad más persistente y difícil de manejar", añade.

Cristina Rois, del Movimiento Ibérico Antinuclear: "la industria nuclear tiene la peligrosidad más persistente"

Además, la experta señala que las centrales nucleares requieren de "unas pastillas de uranio enriquecido y su producción, basada en la minería, produce emisiones de CO2". La Plataforma de la UE sobre Finanzas Verdes también señaló en 2022 a la Comisión Europea que esta energía incumple algunos requisitos de la Taxonomía Verde, como las garantías de proteger los recursos hídricos y marinos, así como de restaurar la biodiversidad.

"La taxonomía europea es consecuencia de la presión del lobby nuclear", afirma a Público Juantxo López de Uralde, coordinador de Alianza Verde. "Este grupo de presión lleva muchos años tratando de vender la energía nuclear como si fuera una solución al cambio climático. Pero la realidad es que, por motivos económicos y ambientales, ni es verde ni es una alternativa a la crisis ecológica", explica.

La continuidad de Almaraz, la central más vieja de España

El secretario general de Desarrollo Sostenible, Coordinación y Planificación Hídrica de Extremadura, Víctor del Moral, ha defendido este jueves "sin complejos" la continuidad de la vida útil de la central de Almaraz, la más vieja de España.

Juantxo López (Alianza Verde): "La energía nuclear ni es una alternativa a la crisis ecológica"

Uralde considera la estrategia pronuclear del PP y Vox "de doble sentido" y recuerda que Garoña (Burgos) la cerró el gobierno de Rajoy, así como el primer cierre de una planta nuclear, la de Zorita (Guadalajara) sucedió bajo el mandato de Aznar.

"Uno solo puede suponer lo que puede pensar esta gente", considera Rois. "Es una actitud más bien ideológica", diagnostica a este diario. Por su parte, Uralde subraya que las campañas políticas de la derecha son "una demagogia que no va a ningún lado".

Ni limpia, ni segura, ni barata

Aunque la fisión atómica que genera electricidad no produce emisiones de CO2 ni comporta especiales riesgos, todo lo que rodea a este procedimiento es objeto de numerosas críticas por parte de la comunidad científica y ecologistas. "La energía nuclear es sucia, peligrosa, lenta de desplegar y poco rentable", así la define Francisco del Pozo, portavoz de Energía de Greenpeace, a este medio.

Los defensores de la energía nuclear "decían que era muy segura y que Chernóbil solo fue un accidente soviético, pero el desastre de Fukushima en un país con una tecnología tan avanzada como Japón les rompió todo el relato", comenta Uralde. "Los hechos desmantelan los discursos".

Las medidas de seguridad tras Fukushima han encarecido la energía nuclear

Por otro lado, las catástrofes nucleares han encarecido este sector energético. "Las nuevas medidas de seguridad en la construcción y los controles que se exigen tras el accidente de Fukushima han hecho que los costes aumenten, por lo que muchos proyectos de construcción de reactores acaban cayendo", apunta Rois a este diario.

La energía nuclear no tiene interés económico

Precisamente por el aumento de los costes, este tipo de energía tiene cada vez menos popularidad. "Las empresas nucleares tampoco tienen demasiado interés en seguir un camino de inversiones para prolongar la vida de las centrales", afirma la portavoz del Movimiento Ibérico Antinuclear.

"Se abren más centrales de las que se cierran", añade Uralde. Por su parte, Francisco del Pozo declara que "la energía nuclear nueva solo prospera en los países poco democráticos".

El histórico debate sobre los recursos atómicos ahora tiene lugar en el contexto de una crisis energética y las políticas de descarbonización, que remarcan los conflictos de intereses a escala internacional. Pero tampoco contribuye a la independencia energética, sino todo lo contrario, ya que, como recuerdan los expertos, el uranio proviene de países como Rusia, Uzbekistán o Nigeria.

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