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Trata de seres humanos Liberadas cuatro víctimas de explotación sexual que eran retenidas con amenazas, palizas y rituales de vudú

Detenidos cinco miembros de una red de trata de seres humanos, que captaba a sus víctimas en Nigeria para traerlas a España. El negocio de la prostitución estaba en Madrid, Almería, entre otras provincias.

Imagen facilitada por la Guardia Civil española de una operación en la que se desarticuló una red que se dedicaba a prostituir a mujeres nigerianas y a las que sometían a rituales vudú para coaccionarlas.

EFE

La Policía Nacional ha desarticulado una organización nigeriana dedicada a la trata con fines de explotación sexual y ha liberado a cuatro víctimas en una operación en las provincias de Madrid y Almería que se ha saldado con cinco detenidos, informa este Cuerpo.

Las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución en un clima de amenazas, palizas y coacciones para saldar una deuda que ascendía a los 30.000 euros y los explotadores marcaban los precios por los servicios sexuales variando de 20 a 30 euros dependiendo del tiempo que permanecieran con los clientes.

Las investigaciones revelaron que varias mujeres nigerianas estaban en situación de explotación sexual y que ejercían la prostitución callejera en el centro de Madrid y en cortijos y pisos de la provincia de Almería.

Aunque la organización estaba asentada en Madrid y Almería tenía su ámbito de actuación en distintos puntos de España y obligaba a sus víctimas mediante amenazas y palizas a prostituirse aprovechándose de su situación de vulnerabilidad.

Varias víctimas utilizaron la misma ruta hasta llegar a Italia con destino final en Madrid y Almería y algunas en cortijos de la localidad almeriense de Níjar.

Según el relato de dos de las víctimas, fueron captadas en Benin City (Nigeria), desconociendo el trabajo con el que se ganarían la vida a su llegada a Europa.

También fueron sometidas a rituales de vudú y bajo juramento se comprometieron a no denunciar a los miembros de la organización ante la Policía, a que no se escaparían y a que todo el dinero que obtuvieran ejerciendo la prostitución se lo darían a los mismos en concepto de gastos contraídos por facilitarles la documentación y trasladarlas hasta España.

Asimismo debían añadir a esta cantidad gastos de manutención, residencia y billetes de medios de locomoción para sus explotadores.

En caso de no abonar las cantidades impuestas por dichos conceptos estas se sumaban a la deuda principal, con lo que el control por parte de la organización se dilataba aún más en el tiempo.

Llegaron a Italia en patera

Los principales miembros de la red, que poseía una fuerte estructura tanto en Europa como en Nigeria, eran un hombre asentado en Níjar y una mujer que operaba desde Móstoles (Madrid).

Las dos víctimas referidas iniciaron el viaje pasando por Lagos y Kanu y a continuación atravesaron el desierto hasta llegar a la Agadez y Arlit, en Níger, y al llegar a Tamanrasset (Argelia) y luego a Misurata (Libia) partieron hasta Italia en patera.

Una vez allí realizaron un recorrido diferente, de tal forma que una de ellas viajó en autobús desde Bolonia hasta Almería acompañada por el principal miembro de la organización y la otra fue en avión desde Turín, también junto a un integrante de la red, hasta Madrid para ser puesta a disposición de la otra líder del grupo.

En ambos casos fueron aleccionadas por los integrantes de la red de cara a su paso por los controles fronterizos.

Algunas víctimas tenían como destino Madrid, donde ejercían la prostitución en la vía pública hasta que acordaban un servicio con un cliente, momento en el que se desplazaban a un hotel cercano.

Las víctimas debían entregar el dinero a sus explotadores que no dudaban en insultarlas y amenazarlas si no les daban lo suficiente.

Esta operación se enmarca en las segunda fase del plan nacional contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual puesto en marcha en 2013 y desde entonces se han realizado 1.400 operaciones, con más de 3.400 detenidos que explotaban a 1.900 víctimas.

La Policía Nacional mantiene activados desde entonces la línea telefónica 900105090 y el correo electrónico trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia anónima y confidencial de este tipo de delitos.

Desde sus inicios se han recibido más de 6.800 comunicaciones entre llamadas y correos, de las cuales más de 1.600 han derivado en investigaciones operativas.

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