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Medio Ambiente La UE acuerda reducir un 35% las emisiones de CO2 de los coches a partir de 2030

El porcentaje alcanzado supone el término medio defendido por España y sitúa el esfuerzo reclamado a la industria entre las posiciones más conservadoras, lideradas por Alemania, y las más ambiciosas, capitaneadas por Francia

El ministro francés de Ecología, François de Rugy junto a la secretaria de Estado de Ecología gala, Brune Poirson se dirigen a medios de comunicación.- EFE

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Los países de la Unión Europea (UE) fijaron esta media noche —y tras más de 14 horas de negociación— en un 35 % el recorte de las emisiones de CO2 que quieren exigir a los nuevos coches y camionetas a partir de 2030, nivel que eleva la propuesta inicial del 30 % de la Comisión Europea (CE) pero limita la ambición del 40 % que reclama la Eurocámara.

Ese 35 % en 2030 —al que también se añade una senda intermedia de recorte del 15 % de las emisiones contaminantes para 2025— supone el término medio defendido por España entre las posiciones más conservadoras, lideradas por Alemania, y las más ambiciosas, capitaneadas por Francia. El acuerdo alcanzo, no obstante, deberá ser ahora negociado con el Parlamento Europeo, que apuesta por una rebaja de las emisiones mayor, de un 40%.

España, segundo fabricante de vehículos de la Unión Europea y una voz clave en las negociaciones, confirmaba a su llegada a la reunión el martes que no iba a apoyar la postura más ambiciosa que había sobre la mesa: una rebaja del 40%, liderada por Francia y apoyada por otros países como Reino Unido, Italia o Bélgica. Del lado opuesto se situaba Alemania, que junto a República Checa, Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria y Hungría pretendían un recorte muy inferior, de tan solo del 30%. El gobierno español, con peso para empujar la balanza, optó por una postura intermedia (del 35%) que es la que finalmente ha salido adelante.

El acuerdo no ha sido fácil. El del automóvil es uno de los sectores estratégicos para la economía europea (sobre todo para Alemania, España y Francia, principales fabricantes), pero también uno de los que más contribuye a la emisión de gases contaminantes. Aproximadamente un 26% de las emisiones globales proceden del transporte, y el 50% de ellas del transporte de personas por carretera (coches y furgonetas). Por eso el pacto resultaba crucial para definir la estrategia de una economía baja en carbono que pretende seguir la Unión Europea en los próximos años. 

"El acuerdo para reducir las emisiones de CO2 de los vehículos es una oportunidad para la industria del automóvil española", ha declarado a la prensa tras el acuerdo Ribera, quien consideró que la transformación de un sector que en España representa casi 12 % del PIB debe supone "una oportunidad para la innovación y la competitividad" de la industria del automóvil.

Unas declaraciones —y un acuerdo final— que evidencian aquello de que por un lado van las evidencias científicas y, por otro, la realidad política. El acuerdo se ha tomado unas horas después de que el mayor panel de expertos sobre cambio climático advirtiera que son necesarios cambios "sin precedentes" en las políticas contra el calentamiento global.

"Los Estados Miembro han cedido a la presión de la industria automovilística. Esta decisión dificulta que podamos cumplir con nuestros compromisos climáticos adquiridos en la cumbre de París y aprovechar los enormes beneficios económicos, sociales y ecológicos que ello implicaría", ha declarado el eurodiputado de Equo en el grupo Verdes/ALE Florent Marcellesi.

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