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Una docena de denuncias y silencio por respuesta: el acoso laboral golpea al Comité Económico y Social Europeo

Desde julio se han registrado varias denuncias internas; la cúpula de este organismo consultivo asegura haber abierto una investigación "interna y confidencial", sin concretar las medidas adoptadas contra el supuesto agresor. Exaltos cargos de este organismo aseguran que el mismo dirigente que hoy está en la picota ya fue denunciado por comportamientos similares hace años. Al menos cuatro de estos casos ya han sido llevados ante la OLAF.

Sede del Comité Económico y Social Europeo

ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

El acoso laboral salpica al Comité Económico y Social Europeo (CESE). Un correo electrónico interno —y oficial— al que Público ha tenido acceso en exclusiva recoge la denuncia de Madi Sharma, integrante por designación de Reino Unido de este organismo público que realiza labores consultivas para la Comisión Europea, el Consejo Europeo y el Europarlamento; en tres meses, Sharma denunció en dos ocasiones hasta una docena de casos de supuesto acoso laboral por parte de un mismo dirigente de este organismo, sin obtener respuesta hasta su segunda misiva. Fuentes del Comité relatan que el silencio es la respuesta habitual ante estos casos, siempre justificado en base a la necesidad de operar confidencialmente.

Otro correo interno, remitido a los miembros del Comité y al resto de personal el 23 de octubre por parte del presidente de este organismo, Luca Jahier, reconoce la existencia de "estos casos", y afirma que el CESE ya está actuando "dentro del marco legal" para combatirlos, sin facilitar más detalles. También advierte de que el hecho de que "circule" información sobre estos hechos supone "una seria violación de la ley".

En conversación con este diario, Sharma se reafirma en las acusaciones incluidas en el correo remitido a los 350 integrantes del Comité y al resto de trabajadores del CESE: asegura haber conversado con todas las víctimas de este acoso laboral, que se materializa en comentarios "humillantes", una innegable actitud "intimidatoria" y "gritos"; en definitiva, gestos que persiguen el "menosprecio" de otros trabajadores e integrantes del Comité.

Un antiguo dirigente de primer nivel en el CESE asegura incluso que ya se notificaron denuncias sobre el comportamiento de la misma persona hace años. Explica que, por entonces, y ante la existencia de un único testimonio en su contra, no fue posible emprender acciones contra el supuesto acosador. Su relato coincide con el de Sharma y con el de otras fuentes del Comité consultadas por este medio: el agresor lleva años actuando del mismo modo, disfrutando de total impunidad, sostienen.

Además de su denuncia, el email remitido por Sharma a todos los trabajadores de este organismo recopila las áreas desde las que tiene constancia que también se han tramitado denuncias, sean verbales o escritas, en relación a "un mismo individuo": "Desde los Servicios Médicos, desde el Departamento de Recursos Humanos", por parte de “antiguos miembros”, enumera.

Incluso, este email expone que cuatro de estos casos ya han sido llevados ante la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), responsable también de investigar las faltas graves en las instituciones europeas. A su vez, Sharma ha dado parte al Defensor del Pueblo Europeo sobre la existencia de algunos de estos casos.

De hecho, tras poner el foco sobre estas denuncias, el 3 de julio y el 30 de septiembre —incorporando cinco nuevos casos a los siete que ya había denunciado—, el propio Jahier respondió a sus mensajes: el 1 de octubre —por carta— y el 19 del mismo mes, por correo electrónico. En el segundo caso informó de la apertura de una investigación, cuyos hallazgos se habrían clasificado como "internos y confidenciales" —como recoge el correo electrónico de Sharma—, y como confirman desde el CESE a este diario.

Además, este correo no hace mención a la adopción de ningún tipo de medida disciplinaria contra el supuesto agresor. "Los casos de acoso en el CESE no sólo dañan la reputación de este organismo, sino que además infligen daño psicológico y psíquico en las víctimas, y consecuentemente tienen un impacto negativo en las vidas de los miembros del Comité y el resto del personal", señala Sharma en el email remitido a todos los trabajadores de este organismo, fechado el 22 de octubre. "Permanecer en silencio o apoyar a personas que estén acosando o desempeñando una mala gestión, o aquellos bajo investigación, podría ser considerado como ser cómplices de estos abusos", reza el texto.

La identidad de parte de los denunciantes, mujeres y hombres, ha sido revelada —bajo autorización— en algunos de los informes de Sharma, como recoge en su email, así como la identidad del supuesto acosador. "Ninguno de los informes entregados al presidente, al secretario general o al director de recursos humanos se han planteado anónimamente", apunta este texto.

Consejos al supuesto acosador y ausencia de protocolos

La respuesta de Jahier a Sharma, clasificada como confidencial, recoge también que el supuesto acosador ha sido apercibido por la Presidencia para que garantice "un ambiente de trabajo en el que se respete la salud, la seguridad y la dignidad de todos los integrantes del Comité.

Según esta carta, y como confirman a Público, desde la Secretaría General de este organismo se han remitido instrucciones al responsable médico del CESE para que preste la asistencia médica, psicológica o social que requieran las víctimas. Pese a ello, Jahier reconoce que la ausencia de "protocolos" en lo que respecta a los denunciantes, pero también a las acciones de whistleblowing —filtración o revelación de secretos— "sigue siendo un problema".

Además, y pese a este reconocimiento de que faltan protocolos, a su vez el presidente de este organismo europeo afirma que están actuando en base al marco legal, como recoge su carta del 23 de octubre. En esta misiva Jahier sostiene que ya están estudiando cómo reforzar la normativa interna ante estos casos. “Aunque hable de un marco legal, no hay marco legal ni protocolos en lo que respecta a los miembros del Comité”, insiste Sharma.

El Comité no concreta sus medidas por "confidencialidad"

Por su parte, fuentes oficiales del Comité han asegurado a este diario que, en contra de lo que asegura Sharma, no tenían constancia sobre estas denuncias antes del 3 de julio, cuando ella se hizo eco de parte de estos casos. No aclaran cuántas denuncias han recibido, qué medidas han adoptado contra el supuesto agresor, o si creen que el mero hecho de reprenderle por su actitud será suficiente para prevenir nuevos casos.

"El CESE tiene una política de tolerancia cero ante cualquier tipo de acoso o discriminación", afirman, antes de justificar esta escasa concreción en base a la "absoluta confidencialidad" que consideran necesaria para "proteger en su totalidad los derechos de todos los individuos involucrados".

Pese a ello, sostienen que sí han adoptado "medidas concretas", entre ellas la instrucción para suministrar a las víctimas el apoyo al que aludía el presidente de este organismo, así como otras "medidas concretas" para "reducir cualquier posible factor de tensión". "La existencia de un entorno saludable dentro de los diferentes departamentos del Comité está siendo constantemente monitorizada y fomentada, a través de medidas como el coaching o con campañas de concienciación", afirman desde el CESE.

Y, en relación a los protocolos a seguir, aseguran que actualmente se encuentran en un "proceso de reflexión" para mejorar "el Código de Conducta" para los miembros del Comité. Hoy por hoy, sostienen, cumplen los "principios de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea", así como los "protocolos administrativos y legales" empleados en el resto de instituciones comunitarias.

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