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Plaga de mapaches Los mapaches, una peligrosa plaga que acecha Madrid

La existencia de estos animales en libertad fue entre finales de 2003 y principios de 2004. Hoy, sólo entre Madrid y Guadalajara, los expertos calculan unos 400 ejemplares.

Un cachorro de mapache. / EFE

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Los mapaches, mamíferos de origen americano, llegaron a España hace diez años porque la gente se los traía como mascotas particulares. La liberalización incontrolada de estas mascotas por parte de los dueños sumada a su posterior reproducción, supone en la actualidad un efecto desastroso para el ecosistema.

Su rápida adaptación al entorno peninsular se ha visto traducida en una peligrosa plaga, especialmente en la Comunidad de Madrid, de donde, según publica el diario La Razón, no tienen intención de marcharse. "El aspecto simpático de este animal, junto con su atractiva imagen en las películas de dibujos animados, han servido para promocionarlo", aseguró a Efe el subdirector general de Conservación de Medio Natural de la Comunidad de Madrid, Felipe Ruza.

Su aspecto amble camufla una realidad creciente: pueden transmitir enfermedades como la rabia o la lombriz redonda

Sin embargo, su amable fisonomía camufla una realidad creciente: pueden transmitir enfermedades, destruir las cosechas y compiten por la comida con animales que sí son autóctonas de la zona. Por un lado, "puede ocupar parte de los nichos ecológicos disponibles para la fauna autóctona, como nutrias, garduñas o zorros", para los cuales se convierte en un competidor feroz, indica Ruza, y por otro lado "produce daños en las cosechas, huertas, viñas y maizales".

Según Francisco José García, uno de los biólogos que trabaja en Madrid para erradicar a este mamífero,  la primera vez que se detectó en España la existencia de estos animales en libertad fue entre finales de 2003 y principios de 2004 en el madrileño Parque del Sureste. Dos años más tarde llegaban a Azuqueca de Henares (Guadalajara).

Los mapaches, una plaga sin intención de marcharse

"Hicimos un cálculo hace tres años y nos salían unos 450 ejemplares adultos; hoy, sólo entre Madrid y Guadalajara debe haber unos 400", estima este experto. Varias comunidades autónomas han intensificado los controles sobre centros de venta de mascotas y de comercio entre particulares para evitar su comercialización.

Una buena forma de prevenir esta venta es recordar los riesgos que conlleva adquirir uno de estos animales, a pesar de que, según García, "es un bicho muy bonito y tiene todas las características para gustar a los niños; por ejemplo, es afectuoso y lava su comida, y esto lo hace atractivo".

"No hay que demonizarlo, pero hay que dejar claro que no es una mascota: no hay que intentar cogerlo, ni siquiera tocarlo, pues ya se han dado casos de ataques a personas", advierte, por lo que, "si vemos un mapache en libertad, lo mejor que podemos hacer es llamar a los guardias forestales o al Seprona".

Tanto Ruza como García hacen hincapié, además, en las enfermedades "potencialmente peligrosas tanto para la fauna como para el ser humano" que pueden transmitir estos animales, que pueden ir desde la rabia hasta la lombriz redonda, un parásito intestinal.

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