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Calidad del aire La contaminación atmosférica empeoró en 2017 en toda España

El año pasado, un total de 17,5 millones de personas en España (el 38% de la población) estuvo expuesto a niveles de contaminación por encima de la legalidad debido a una recuperación en el consumo de combustibles y a la sequía. 

El Ayuntamiento de Madrid ha activado esta noche las restricciones al tráfico establecidas en el protocolo contra la contaminación aprobado en enero de 2016 / EFE - Mariscal

La calidad del aire ha vuelto a empeorar en España. De forma generalizada y para todos los contaminantes. En 2017, un total de 17,5 millones de personas respiraron aire contaminado por encima de los límites legales en nuestro país. Son dos de cada cinco habitantes y medio millón más que un año antes, según el último informe publicado por Ecologistas en Acción, que analiza los datos de polución aportados por comunidades autónomas y ayuntamientos recogidos a lo largo del año en 783 estaciones oficiales de medición.

Aunque los niveles de contaminación en España llevan muchos años incumpliendo la legislación, la crisis económica había conseguido mejoras en la calidad del aire. Sin embargo, en cuanto el consumo comenzó a recuperarse, lo hizo también la polución. 2015 fue el primer año en romper la buena racha y los datos de 2017 confirman ese cambio general en la tendencia.

“El cambio de ciclo económico ha conllevado un aumento de la quema de combustibles fósiles en el transporte, la industria y la producción de electricidad, con el consumo energético en los niveles del inicio de la crisis y las energías renovables en su peor situación de la última década”, señala el documento de los Ecologistas, que también responsabiliza de la subida a las altas temperaturas y a la prolongada sequía.

“El año pasado fue el más cálido y el segundo más seco desde que hay registros. Tanto en verano como en invierno hemos tenido unas condiciones meteorológicas muy favorables para la concentración de contaminantes; algo que está muy ligado al cambio climático y a lo que debemos acostumbrarnos”, ha señalado el coordinador del informe, Miguel Ángel Ceballos.

En concreto, el 38% de la población que habita en España ha estado expuesta a niveles de contaminación por encima de la legalidad, aunque si se tienen en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con límites mucho más estrictos, esa cifra se dispara hasta el 97% de los ciudadanos: es decir, prácticamente todo el país. En cuanto a la vegetación que se ha visto expuesta a niveles nocivos, en 2017 se alcanzaron los 296.000 kilómetros cuadrados, un 59% del Estado.

Todos los contaminantes —provocados fundamentalmente por el tráfico rodado o de la quema de combustibles fósiles— han empeorado. Tanto las partículas en suspensión PM10 y PM2,5 (las más perjudiciales para la salud), como el dióxido de nitrógeno (producido por los tubos de escape de los coches y principal causante de las boinas de contaminación en las ciudades) y el dióxido de azufre (asociado a la quema de carbón) han subido. Pero sin duda es el ozono troposférico, una sustancia que se forma en la atmósfera por la reacción química de otros contaminantes y la luz del sol, el que más se extendió y afectó a un mayor número de población.

Aunque los Planes de Calidad del Aire y los Planes de Acción son obligatorios según la legislación, Ecologistas en Acción ha recordado que "apenas seis o siete administraciones los tienen".

A principios de año, la Comisión Europa amenazó con llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por sus incumplimientos reiterados de la directiva de Calidad del Aire. Sin embargo, el Gobierno se libró de la sanción tras presentar los nuevos planes que Barcelona y Madrid tienen previsto implementar, con medidas más estrictas que la actuales. 

Juan Bárcena, coordinador de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción, ha mostrado su desacuerdo con la decisión y ha advertido de que estarán vigilantes. "Esos planes, de momento, son papel. Y tanto en Madrid como en Barcelona hay elecciones que generan incertidumbre sobre su verdadera aplicación", recuerda.

Sobre el nuevo protocolo anticontaminación que tiene previsto más límites al tráfico en el Ayuntamiento de Madrid, Bárcena ha señalado que será "más efectivo", aunque posiblemente "no consiga rebajar la contaminación" a niveles saludables. "Para eso se necesitan medidas estructurales y a largo plazo".

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