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El Gobierno encara las negociaciones con los transportistas con cada vez más sectores afectados por el paro

Desde las asociaciones agroalimentarias han señalado que la huelga es "un problema de Estado" y ven necesario darle una solución con la máxima urgencia.

28/3/22-Un empleado de la cervecera muestra la cebada que les queda, en la fábrica de cervezas La Cibeles, a 25 de marzo de 2022, en Madrid.
Un empleado de la cervecera muestra la cebada que les queda, en la fábrica de cervezas La Cibeles, a 25 de marzo de 2022, en Madrid. Gustavo Valiente / Europa Press

Los transportistas mantienen su pulso al Gobierno en una semana que parece clave para la resolución de un conflicto que amenaza con graves pérdidas en diferentes sectores de la economía española.

El descontento y las consecuencias son cada vez mayores. A medida que pasan los días, mayor es el número de empresas que se están viendo obligadas a dar vacaciones a sus empleados o aplicar nuevos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), poniendo en peligro más de 100.000 puestos de trabajo.

Al problema de suministro ocasionado por el paro indefinido de transportistas se han sumado los derivados de la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania. La cadena de suministros se ha roto y eso está provocando que haya muchas empresas que se han visto obligadas a parar su producción, otras están desechando sus productos ante la imposibilidad de darles salida y en los supermercados todo ello está repercutiendo en cierto desabastecimiento de productos puntuales.

Desde las asociaciones que integran a la cadena de valor agroalimentaria y del gran consumo han señalado que la huelga es "un problema de Estado" que está poniendo en peligro el abastecimiento de productos.

En esta línea, son ya varias las empresas y cooperativas que han tenido que cerrar temporalmente sus plantas ante la falta de suministro. Calvo, Azucarera, Cuétara, Dcoop, JaenCoop o Agrosevilla son algunos ejemplos. 

La cadena agroalimentaria (desde el sector primario, industria transformadora, hasta la distribución) lleva tres semanas colapsada y aseguran que cuando el paro acabe tardarán días en volver a una cierta normalidad.

La industria láctea, al límite

Uno de los sectores alimentarios más afectados es el lácteo, dado lo perecedero del producto. A nivel nacional, la situación de la industria láctea ha seguido empeorando según se han ido prolongando los paros, mientras los pedidos para la exportación están ya completamente bloqueados. En este sentido, la empresa de yogures Danone ha reducido su ritmo de producción al 50%.

Al concentrarse en Galicia más de la mitad de la producción y ser la región uno de los focos de las movilizaciones, la leche se ha convertido en el icono de esta crisis, siendo el producto que más ha faltado en las tiendas. Y, aunque están intentando mantener las recogidas en las granjas, los suministros de insumos están bajo mínimos, sobre todo en Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-la Mancha, Región de Murcia y Andalucía.

La pesca, retenida en las piscifactorías

En los últimos días, el sector de la pesca se ha unido a la huelga de los transportistas. Durante el pasado lunes, los barcos de Andalucía y del litoral mediterráneo permanecieron amarrados secundando el paro convocado por la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP).

Fedepesca, representante de 7.000 establecimientos detallistas de venta de productos pesqueros, ha admitido que la oferta de determinadas especies empieza a escasear y destaca que en A Coruña la venta de producto fresco está "colapsada". Al igual que ocurre con la carne y la leche, al tratarse de productos frescos, el riesgo de perderse si no se distribuyen al consumo es aún mayor.

El sector cárnico, colapsado

La industria cárnica también se encuentra en un punto de inflexión como consecuencia del aumento de los precios de los combustibles y del paro de los transportistas. En esta línea, la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España ha advertido de que esta situación está llevando al sector a una crisis sin precedentes".

El presidente de la Asociación de Gandeiros Galegos da Suprema ha señalado que la actividad en los mataderos de Galicia "está prácticamente paralizada" porque los productores se están sumando a la huelga convocada en el sector del transporte, al mismo tiempo que ha defendido una subida gradual del precio de la carne para paliar los costes de producción y compensar las pérdidas.

La automoción, forzada a parar 

Cuando parecía que ya se había superado la "crisis" provocada por la falta de semiconductores, el sector de la automoción se ha vuelto a ver sacudido por la escasez. 

La fábrica de Volkswagen de Navarra se ha visto obligada a detener durante unos días su producción por falta de materiales. Fuentes sindicales de la empresa han comunicado a Europa Press que nada garantiza que el resto de la semana la fábrica se pueda seguir abriendo, con lo que la empresa evaluará día a día la situación para tomar una decisión acerca de si pueden mantener o no su actividad.

La construcción se ralentiza por falta de hormigón

La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción ha alertado de que los problemas de desabastecimiento provocados, entre otros factores, por la huelga, amenaza las obras y, probablemente, muchos profesionales tendrán que parar su actividad.

Preocupados, desde la asociación reclaman medidas que garanticen el acceso de sus transportistas a los centros logísticos y alertan de la gravedad que supone poner el riesgo un sector que contribuye con el 5,8% sobre el PIB.

El suministro de flores flojea en un mes clave para el sector

El mes de marzo es el mes en el que se produce alrededor del 70% de la flor cortada a lo largo de todo el año. Esta vez, sin embargo, muchas plantas permanecerán almacenadas en cámaras frigoríficas para conservarlas todo lo posible ya que su distribución se ha visto entorpecida por el paro de los transportistas.

"La situación es dramática no, lo siguiente", explica a Europa Press el responsable de flor cortada de COAG Andalucía, Luis Manuel Rivera, recordando que el sector todavía no ha logrado reponerse de la caída del confinamiento en 2020. Además, ha advertido de que al estar llenas las cámaras de mantenimiento, las que están en el invernadero van a tener que ir directamente a la basura.

La distribución de bebidas también se entorpece

La empresa Heineken España, que sostiene varias marcas como Cruzcampo, ha comunicado que si no se vuelve rápidamente a la normalidad, se verá imposibilitada de servir sus productos a superficies comerciales, bares y restaurantes.

Por su parte, Estrella Galicia consiguió que el lunes un convoy de 18 camiones fuera escoltado por la Guardia Civil desde Zamora a A Coruña para proporcionarles una materia prima de la que estaban necesitados con urgencia. Mientras, Mahou San Miguel también reconoció que los paros están teniendo impacto en el ritmo habitual de producción.

También la industria del vino se ha visto muy afectada por los paros. El sector bodeguero español ha urgido al Gobierno a adoptar medidas para evitar que se agrave la situación. Desde la Federación Española del Vino (FEV), organización miembro de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), han respaldado las reclamaciones del conjunto del sector agroalimentario y de la distribución y han pedido al Gobierno "contundencia y rapidez" para poner freno al paro de transportes y aliviar en parte una situación "ya de por si muy negativa" en el contexto internacional.

Muchas bodegas han tenido que parar el envasado y la distribución de sus vinos ante la falta de materiales como botellas de cristal, tapones o cajas para transportar debido a los paros.

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