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Maltrato animal Aena multará a los empleados que alimenten a los animales abandonados en aeropuertos

La empresa aduce motivos de "seguridad". El sindicato CSIF tacha la medida de "maltrato animal" y los trabajadores piden una gestión ética de estos animales.

La mayoría de los animales abandonados en aeropuertos son gatos. 

Elena Andrés es trabajadora del aeropuerto madrileño de Barajas, pero casi todo el mundo allí la conoce como “la señora de los gatos”. Se ha ganado ese apelativo porque desde hace años dedica sus ratos libres a hacerse cargo de las numerosas colonias de felinos abandonados o perdidos que deambulan por el aeródromo. Ella y otros voluntarios de la Protectora Gestión Felina Aeroportuaria Madrid (GFAM) controlan a los animales que llegan, les cuidan y procuran alimento diario, una práctica que a partir de ahora podría acarrearles consecuencias en su puesto de trabajo.

La nueva Normativa de Seguridad en Plataforma publicada por Aena y que ha entrado en vigor este martes contempla sanciones para los trabajadores de los 46 aeropuertos de la empresa pública que suministren alimento o instalen comederos y refugios a los animales del recinto. El objetivo –aseguran fuentes de la empresa- es evitar “la presencia de colonias de animales no controladas” por su posible riesgo para la seguridad.

Las multas van desde un apercibimiento hasta la retirada de puntos del carné que los empleados necesitan para trabajar en la rampa aeroportuaria.

“La Reglamentación Europea y de la Organización de Aviación Internacional han identificado la Fauna como uno de los mayores riesgos para la aviación y requieren que los aeropuertos dispongan de los procedimientos adecuados para gestionarla. Además, AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea) exige que los aeropuertos dispongan de esos procedimientos”, argumenta Aena, que cifra en 3,5 millones de euros el dinero destinado anualmente al Servicio de Gestión de Fauna en los aeropuertos.

Elena asegura que les seguirá dando de comer, pese a la normativa. Se echa a reír cuando escucha hablar del Servicio de Gestión de Fauna y acusa a AENA de dejación con estos animales. “Los únicos que hemos hecho una gestión ética hemos sido nosotros. Yo les compro el pienso y me encargo de que tengan unos puntos de alimentación que ellos conocen. Si no les das comida, los vas a tener danto vueltas por todo el aeropuerto. Es absurdo”, lamenta.

La empleada asegura además que presentó a Aena un plan de actuación adecuado al aeropuerto y basado en el protocolo CES (capturar, esterilizar, soltar) para controlar las colonias de gatos del aeropuerto, tal y como pidió también al Gobierno el senador Carles Mulet, de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales, pero “lo dejaron estar”. “No supimos nada más y de pronto nos encontramos con esta prohibición”.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que cifra en 400 los gatos que anualmente son abandonados en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, se ha opuesto también a la medida. “Que los animales son un peligro y no deben estar en el recinto aeroportuario no es algo que nadie ponga en duda. Es un peligro para aeronaves, personas y por descontado para ellos mismos” –indican- “pero no se puede sacar una nueva normativa que impida alimentarles, porque eso está tipificado por ley como maltrato animal", zanjan.

La protectora GFAM ha lanzado una petición en Change.org que ya han firmado más de 19.000 personas pidiendo a Aena que “gestione éticamente a todos los animales que de una forma u otra llegan al recinto aeroportuario”.

“Lo único que pedimos es que nos dejen aplicar el protocolo y hacernos cargo nosotros de la gestión”, dice. Elena. “Los gatos no se meten en el motor de los aviones porque hace frío, ellos están en las terminales o donde hay gente. Nunca ha habido un gato atropellado por un avión”, asegura.

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