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¿Podría repetirse, 15 años después, el secuestro del 1.573 de 'El Jueves'?

Los artífices de uno de los números más polémicos de la revista satírica fueron condenados por injurias a Felipe de Borbón, entonces heredero de la Corona.

Audiencia Nacional
Audiencia Nacional. EUROPA PRESS

Si investigamos la efemérides del próximo 20 de julio, una de las noticias que no podrá escapar a nuestros ojos será sin duda el secuestro judicial del número 1.573 de la revista satírica El Jueves. Hace exactamente 15 años, el semanario abrió portada con una ilustración que le perseguiría durante cuatro meses, cuyos enredos judiciales concluirían con una condena por injurias a la Corona y una multa de 3.000 euros.

El juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, a petición de la Fiscalía, fue quien ordenó el secuestro después de ver el dibujo en el que aparecía una caricatura de los actuales reyes manteniendo relaciones sexuales.

La Constitución permite el secuestro de las publicaciones si un juez determina que vulnera los derechos fundamentales

Una imagen que consideraba "denigrante", y con la que los humoristas gráficos, según declararon, querían hacer una crítica de la medida del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de otorgar una subvención de 2.500 euros por cada nuevo hijo. Para ello, confeccionaron una portada en la que bajo el título "¡Se nota que vienen las elecciones ZP! 2.500 euros por niño". En el diálogo, don Felipe le decía a doña Leticia: "¿Te das cuenta? si te quedas preñada... ¡Esto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida!".

El juez estimó que tanto el dibujo como el texto de la viñeta realizada por el dibujante Guillermo Torres y el guionista Manel Fontdevilla era "objetivamente injurioso" y que era "incomprensible" que se utilizara ese medio para descalificar la medida gubernamental del "cheque-bebé".

Muchos se preguntan si una condena de este calibre podría tener lugar en la actualidad. El presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Miguel Angel Noceda, responde tajante que sí. "La decisión judicial de entonces se rigió por principios constitucionales y si ahora los jueces considerasen que en un momento dado se extralimita el ejercicio de la libertad de expresión, como se juzgó entonces, se podría repetir desde el punto de vista procesal", explica el magistrado.

Noceda recuerda que la Constitución prohíbe la censura previa de publicaciones, pero permite el secuestro una vez en la calle si un juez determina que vulnera ciertos derechos fundamentales.

La libertad de expresión, entre la espada y la pared

Esta no ha sido la única publicación objeto de secuestro por una orden judicial. Por ejemplo, en el número 235, en junio de 1976, se intentó secuestrar una viñeta en la que aparecía el rey Juan Carlos caracterizado como Fred Astaire bailando en el "skyline" de Manhattan sobre un pie con la frase "Un rey en Nueva York".

También en 1983, dos ediciones del semanario fueron secuestradas por el "caso Almirón". Eduardo Almirón, jefe de seguridad del presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, se querelló contra la publicación por relacionarle con la organización argentina Triple A.

En la misma línea, el famoso programa La bola de cristal finiquitó sus emisiones a raíz de un episodio en el que los guionistas Santiago Alba Rico y Carlos Fernández Liria criticaban con sorna la enseñanza privada. Luis Solana fue el encargado de llevar a cabo aquella depuración de RTVE, que coincidió, paradójicamente, con la nueva ley de televisiones privadas. "Consuélate, oh Solana, que te has ido al paro, de momento, con la conciencia del deber casi cumplido: el PSOE casi conserva la mayoría absoluta", escribió Manuel Vázquez Montalbán en una de sus columnas sobre lo ocurrido.

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