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Bocetos y "chorretones" del Sorolla más folclórico

El Museo Sorolla muestra en una exposición los trabajos preparativos del pintor para la realización de su obra más ambiciosa, los paneles Visiones de España

JESÚS ROCAMORA

Durante ocho largos años, de 1912 a 1919, Joaquín Sorolla pintó España de esquina a esquina por encargo. Desde las lagarteras en Oropesa, donde comenzó su viaje, a la pesca del atún en Ayamonte, donde le puso punto final. Visitó Catalunya, Aragón, Navarra, Guipúzcoa, Galicia, Extremadura y Valencia, y plasmó al pueblo como verdaderos héroes de la pintura, junto a monumentos y paisajes.

Objetivo: decorar la biblioteca de la Hispanic Society of America de Nueva York por encargo de su fundador, Archer Milton Huntington. Ambos compartían una idea estética, artística y casi mitológica de España. Y resultado: 14 impresionantes paneles que forman la serie Visiones de España, que desde el 26 de mayo se podrán ver en el Museo del Prado en la superexposición Joaquín Sorolla (1863-1923).

También durante el verano, el Museo Sorolla quiere ofrecer 'una visión complementaria' a la del Prado, con una exposición que muestra por primera vez en nuestro país los estudios preparatorios que le sirvieron a Sorolla para realizar su obra más ambiciosa y que permite entender no sólo el proceso creador del artista, también sus motivaciones.

Sorolla y su idea de España reúne 33 pinturas preparatorias al óleo, que se puede ver desde hoy hasta el 13 de septiembre, en la que fuera residencia del pintor en Madrid. La idea es permitir al visitante conocer su labor en la cocina, su trabajo antes de que los platos estuvieran listos.

'Los estudios son mas directos que las obras definitivas. A Sorolla le gustaba pintar al aire libre, intentando captar los efectos de luz y la instantaneidad. En muchos estudios se puede ver que en la composición quedan chorretones de pintura o partes del lienzo sin cubrir', dice a Público David Ruiz, co-comisario de la muestra. 'Le interesaba pintar lo más rápido para captar la instantaneidad'. Como con una cámara de fotos.

Sorolla pintó lo que pudo al aire libre, utilizando también fotografías para conseguir 'lo que se ha denominado fotomontaje pictórico: hace los estudios al óleo in situ, y luego va encajando las figuras, como si fueran recortables, moviéndolas hasta que encuentra la composición más acertada', cuenta Ruiz. Muchos estudios no tienen nada que ver con los paneles definitivos, pero otros están casi iguales.

Divido en tres ejes que ahondan claramente en la imagen de postal turística de España (El pueblo, El paisaje y Los monumentos), la exposición también muestra 'su ideología', un aspecto apenas tratado en los estudios de Sorolla, 'que casi siempre se ha abordado desde un punto de vista puramente estético o artístico. Hay una ideología aunque plasme una visión optimista de España', dice Ruiz.

Para la co-comisaria, MaríaLuisa Menéndez, Sorolla estaba vinculado con la Institución Libre de Enseñanza, los regeneracionistas y su concepción de la 'identidad nacional': frente al llamado desastre del 98 y la extinción del antiguo Imperio español, 'hay que conocer y rescatar las esencias para que resurja', completa Ruiz.

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