Asun Casasola, madre de Nagore Laffage, ha asegurado hoy que tras el juicio contra el asesino de su hija se encontraba "asfixiada" pensando que la joven "no iba a tener justicia", por lo que ahora la sentencia que condena a José Diego Yllanes a 12,5 años de cárcel le ha supuesto "una bocanada de aire".

En declaraciones a los periodistas ante su casa de Irun (Guipúzcoa), Asun Casasola ha afirmado que con esta condena, conocida hoy mismo, su hija ha tenido "algo de justicia".

Se ha mostrado aliviada por el hecho de que el caso se haya considerado un homicidio con pena máxima, y porque cuando el acusado salga de la cárcel "tendrá que dar explicaciones a su novia, a sus hijos o a quien sea".

Casasola ha dicho que su familia temía que la condena fuera de 8 años y que por efecto de las reducciones de pena y el tiempo que Yllanes ya ha pasado en prisión "el año que viene se fuera a casa".

Respecto a la posibilidad de presentar un recurso contra la sentencia, ha recordado que su hija "peleó por salir viva" de la casa en la que fue asesinada, por lo que ella no puede "dejarla tirada".

Ha explicado que si el proceso judicial "no se alarga mucho en el tiempo" le quedan fuerzas "para dar el último coletazo", aunque ha advertido de que "si esto va para largo", intentará "retomar" su familia, ponerse a trabajar y "que la Justicia siga su camino" porque "físicamente" tiene "que parar".

Aunque su intención es la de recurrir la sentencia, ha aclarado que todavía no sabe si se podrá hacer, pues su abogado aún está analizando la sentencia y no decidirá qué hacer hasta finales de la próxima semana, cuando tiene previsto reunirse con él.

Ha recalcado, en cualquier caso, que su recurso no responde a "una obcecación" ya que, en su opinión, "hay pruebas suficientes" para declarar que el crimen es un asesinato y no un homicidio, tras lo que ha desvelado que empleará el dinero de la compensación por la muerte de su hija para continuar el procedimiento judicial.