MELILLA.- Un total de 87 menores extranjeros no acompañados han sido identificados a lo largo de la pasada noche y hasta el mediodía en una operación conjunta de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local en distintos lugares de Melilla.

Según ha informado en una nota la Delegación de Gobierno en Melilla, la operación ha estado dividida en dos fases, la primera, desde la medianoche a las siete de la mañana, en la que se identificó a 39 menores, y la segunda, de las siete de la mañana al mediodía, en que se localizó a otros 48 menores además de otros siete jóvenes mayores de edad que se encontraban junto a estos.

Según la Delegación, la operación de localización de estos menores extranjeros, que no quieren permanecer en el Centro de Acogida de la Purísima de Melilla y acaban deambulando por las calles, se ha desarrollado en varios puntos de la ciudad, en la zona de Melilla la Vieja y alrededores, en el puerto y en sus escolleras, en el Paseo Marítimo y en la cuenca del Río de Oro.

Los menores no quieren estar en el Centro de Acogida de la Purísima y acaban viviendo en la calle

Todos los menores localizados han sido puestos a disposición de la Consejería de Bienestar Social, previo informe a la Fiscalía de Menores, y los mayores de edad han sido entregados a la Policía Nacional para que se les aplique lo dispuesto en la Ley de Extranjería.

En el dispositivo han participado miembros del Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil, reforzado con un helicóptero y una embarcación de los GEAS, guardias de las patrullas de seguridad ciudadanas y de la patrulla fiscal de la Guardia Civil, grupos de atención al ciudadano de la Policía Nacional, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), la Brigada de Policía Científica y grupos operativos de fronteras y extranjeros, y el Grupo de Prevención y Reacción (GPR) de la policía Local así como patrullas del 092.

La Delegación del Gobierno ha señalado que la operación forma parte del conjunto de medidas acordadas la semana pasada por la Junta Local de Seguridad para evitar que los menores que no quieren estar en el Centro de la Purísima acaben deambulando por la ciudad y hagan continuos intentos para acceder a los barcos y viajar como polizones a la Península poniendo en riesgo sus vidas.