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Japón captura al último fugitivo del atentado con gas sarín en Tokio en 1995

EFE

Tras 17 años de búsqueda, la policía detuvo hoy en Tokio al último fugitivo de la secta Verdad Suprema, responsable del ataque con gas sarín en 1995 en el metro de la capital, el peor atentado en la historia del país.

En medio de una enorme expectación, Katsuya Takahashi, de 54 años, abandonó hoy cabizbajo y custodiado por un fuerte contingente policial el internet café situado en el barrio de Ota, al sur de Tokio, donde fue arrestado a primera hora de la mañana.

Poco antes, el dependiente del establecimiento le había reconocido y no dudó en avisar a la policía ante la posibilidad de encontrarse frente al fugitivo más buscado de Japón, cuyo rostro empapela aún muchas paredes del metro, oficinas gubernamentales y aeropuertos de Tokio.

Tras ser interrogado por la policía, un elegante Takahashi, vestido con un polo gris claro y unos vaqueros azules, fue trasladado a las dependencias centrales de la policía en el barrio central de Kasumigaseki donde se le realizaron pruebas dactilares y se procedió a su detención.

Takahashi está acusado de ser uno de los participantes del atentado de Tokio en el que varios miembros de la secta perforaron con la punta de sus paraguas varias bolsas de sarín colocadas en los vagones de cinco trenes del metro en plena hora punta de la mañana del 20 de marzo de 1995.

El sarín, una de las armas químicas artificiales más peligrosas, se propagó con rapidez y atacó el sistema nervioso de los viajeros, lo que provocó la muerte por inhalación de 13 personas y la intoxicación de más de 6.000, que aún hoy sufren graves secuelas.

La policía había estrechado el cerco a Takahashi, cuya captura estaba recompensada con 10 millones de yenes (cerca de 100.000 euros), tras haber arrestado once días atrás a Naoko Kikuchi, otra de las supuestas participantes en el atentado.

Según las pesquisas policiales, Takahashi podía haber vivido de 2001 a 2006 con Kikuchi, de 40 años, en un apartamento en la ciudad de Kawasaki, al sur de Tokio, donde además trabajó para una empresa de construcción bajo una identidad falsa.

Tras la detención de la mujer, Takahashi no volvió a aparecer por el trabajo y días después la policía captó su imagen en las cámaras de seguridad de una sucursal bancaria de Kawasaki de la que retiró 2,38 millones de yenes (unos 23.780 euros), lo que activó una amplia operación de búsqueda y captura.

La policía, en las últimas semanas, había repartido en las principales estaciones de la capital octavillas con su imagen reciente entre los transeúntes y había llamado a través de los medios de comunicación a prestar atención para facilitar su captura.

En los últimos seis meses se ha detenido a los tres últimos fugitivos de Verdad Suprema que quedaban en libertad, después de que el 31 de diciembre se entregara en Tokio otro de los buscados, Makoto Hirata, "cansado de huir" durante 16 años.

Según las investigaciones, Takahashi fue junto con el líder de la secta Verdad Suprema, Shoko Asahara (cuyo nombre real es Chizuo Matsumoto), uno de los conspiradores del atentado de Tokio.

Verdad Suprema (Aum Shinrikyo, en japonés) nació en 1984 cuando Asahara abrió un pequeño seminario de yoga en el céntrico barrio tokiota de Shibuya, donde captó a miembros de la elite universitaria nipona.

La secta se transformó poco a poco en una poderosa organización subdividida en "ministerios", con capacidad para producir agentes químicos y armas ligeras y llegó incluso a adquirir un helicóptero militar ruso.

Desde 1996 los tribunales nipones han procesado a 189 miembros de Verdad Suprema, emitido cinco condenas de cadena perpetua y confirmado 13 penas de muerte, entre ellas la de Asahara, aunque por el momento ninguna de las ejecuciones se ha llevado a cabo.

Javier Picazo Feliú

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