La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado este viernes que en los países donde se está registrando un fuerte aumento de casos de covid, como ocurre en varios del centro y del este de Europa, difícilmente se podrá escapar a nuevas restricciones, al menos por un breve periodo.

En España la tendencia de contagios  sigue al alza. La proximidad de las Navidades obliga a las Comunidades a extremar las precauciones a fin de evitar la enésima ola y a plantear planes de acción. La idoneidad del conocido como "pasaporte covid" vuelve a estar sobre la mesa. En Galicia, de hecho, ya es obligatorio en discotecas y albergues. Navarra no descarta aplicarlo para las discotecas, mientras que Castilla y León estudia exigir dicho documento en espacios públicos cerrados.

Desde el País Vasco, su lehendakari ha hecho un llamamiento por el cumplimiento de las normas a fin de "afrontar la Navidad con garantías". Su consejera de Sanidad va un paso más allá y dice que no dudarán en aplicar nuevas restricciones en el caso de que los datos vayan a peor.

En Extremadura hacen hincapié en el uso de la mascarilla, y en medidas consabidas pero no siempre tenidas en cuenta como la limpieza de manos, el mantenimiento de la distancia interpersonal, la ventilación y la reducción de la movilidad. Madrid, en cambio, no estudia ningún tipo de restricción de cara al periodo navideño porque, alegan, "hay un amplio porcentaje de vacunados, la situación en los hospitales es de control"

Europa retoma fuertes restricciones

La alarmante situación por la que atraviesa Alemania –con una incidencia acumulada en siete días de 263,7 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes– hace que sus autoridades se estén planteando medidas adicionales como test obligatorios para empleados y visitantes en residencias y restricciones para eventos. También estudian limitar el acceso sólo a personas vacunadas o sanadas, con presentación adicional y obligatoria de un test negativo. 

El Gobierno de Países Bajos ha anunciado este viernes el cierre nocturno del país, con una vigencia de tres semanas que obligará a bares y tiendas a cerrar a las 20 horas, y una ampliación de los sitios en los que será necesario presentar el pase sanitario para poder acceder.

El primer ministro, Mark Rutte, ha anunciado en un rueda de prensa las "desagradables decisiones" que ha debido tomar la Administración para hacer frente al repunte de contagios, por lo que las medidas son "inevitables", ya que "el virus está en todas partes". Esto ha provocado, por su parte, "que la presión sobre la asistencia sanitaria sea de nuevo extremadamente alta".

Las medidas entrarán en vigor este sábado y se aplicarán al menos hasta el 4 de diciembre e implicarán que las personas que acudan a bares, terrazas y restaurantes permanezcan sentadas en todo momento. Los peluqueros, las trabajadoras sexuales y los masajistas, al igual que las tiendas no esenciales, deberán dejar de prestar servicios a partir de las 18 horas. 

Las autoridades de Noruega, por su parte, han informado este viernes de que el país introducirá nuevas medidas que permitirán recibir la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus a los mayores de 18 años, una decisión con la que esperan frenar los contagios.

Además, han señalado que las autoridades locales deben tener la oportunidad de requerir pruebas de vacunación o test negativos. La municipalidad de Tromso, en el norte del país, ha mostrado su intención de utilizar pases digitales a partir de la próxima semana.

En Islandia, el alarmante repunte de casos de covid –la incidencia de contagios a 14 días se acerca a los 500 positivos por 100.000 habitantes– les ha llevado a anunciar nuevas medidas, entre las cuales figura restringir las reuniones a un máximo de 50 personas y los eventos a un máximo de 500.

El aforo quedará restringido en piscinas y gimnasios, mientras que los restaurantes no podrán aceptar clientes pasadas las 22 horas. La mascarilla en interiores seguirá siendo obligatoria, mientras que el Gobierno quiere relanzar la campaña de vacunación con dosis de refuerzo. Las autoridades estiman que unas 160.000 personas, casi la mitad de la población, recibirá una inyección adicional antes de que acabe el año.

Los ciudadanos de Dinamarca tendrán que presentar desde este viernes el certificado de vacunación contra la covid para ingresar en ciertas instalaciones, como bares o restaurantes, ante el aumento de contagios y dos meses después de haber levantado todas las restricciones impuestas por la pandemia.

El citado documento también se requerirá para acceder a cafeterías o discotecas. Tendrán que presentarlo todos los daneses mayores de 15 años. Mientras, el ministro de Empleo danés, Mattias Tesfaye, ha sugerido la posibilidad de que las empresas también puedan pedir este documento en el futuro. Tesfaye ha incidido en que el Gobierno busca mantener a la sociedad danesa "a salvo".

La situación en Rusia no es mucho mejor. Ante los más de 40.000 contagios y más de 1.200 muertes diarias por covid, la autoridades sanitarias del país planean introducir la obligatoriedad de un pase sanitario en lugares públicos y el transporte.

El pase sanitario consistiría en un certificado de vacunación, una prueba PCR o un test que certifique que la persona ha pasado el covid. Dicho documento no se requerirá para visitar farmacias, tiendas de alimentación y de artículos de primera necesidad. No obstante, sí será obligatorio para usar el transporte, incluidos los desplazamientos en tren y avión, tanto regionales como internacionales.