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Todo lo que debes saber para poder volar un dron en España

Es el regalo del momento y un auténtico superventas, pero al ser considerados como aeronaves están sujetos a la legislación aeronáutica, que debes conocer para evitar problemas.

Todo lo que debes saber para poder volar un dron en España.

EUROPA PRESS

MADRID.- ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡No! Es un dron. Cada vez son más y más los aparatos voladores que surcan los cielos de todo tipo de lugares, lo cual puede llegar a suponer más de un problema tanto para quien lo hace volar como para las personas de a pie.

Dependiendo de las leyes de cada país, una de estas máquinas puede ser usada de una u otra manera. Dado que se trata de leyes, éstas son de obligatorio cumplimiento para todos, por lo que es necesario conocer la normativa para tener todo en regla y no vulnerar nada que pueda acarrear conflictos importantes con otras personas o con la justicia.

Los drones son considerados como aeronaves por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y, por tanto, están sujetos a la legislación aeronáutica general vigente en España y en Europa, que no hace posible el vuelo de los drones en todos los casos. En España, además, los drones dependen de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), quien marca las normas de aviación civil.

En el caso de nuestro país, el Ministerio de Fomento – del que depende la AESA – dio a conocer a mediados del pasado año 2014 las nuevas medidas para regular el uso de este tipo de aeronaves no tripuladas. Aunque ya existía una normativa anterior, este Real Decreto – que, posteriormente, se convirtió en Ley – sirvió para establecer el uso civil, comercial y profesional de los drones, actualizando, así, las medidas ya existentes por aquella época.

Si tienes en mente hacerte con una de estas máquinas, esto es todo lo que debes saber para hacer volar un dron en España.

Datos generales

Antes de explicar paso a paso qué dice la normativa, tienes que tener claro el uso que le vas a dar al aparato para comprarte un modelo u otro. Si hablamos de que lo que te interesa es tener un aparato para fines de ocio, tienes que tener claro que no podrás usarlo de otra forma, es decir, que no podrás destinarlo a aspectos comerciales o profesionales, a llevar a cabo dinámicas consideradas como un tipo de trabajo aéreo, como por ejemplo la fotogrametría, reportajes gráficos o vigilancia de fronteras, entre otros. Si, por el contrario, sí que va a ser un dron pensado para trabajar con él, tendrás que adaptarte aún más si cabe a la legislación.

El uso del dron como una actividad de ocio no necesita una habilitación de la AESA, mientras que el resto de usos, sí. Aun así, en ambos casos es necesario cumplir las normas de seguridad establecidas para evitar poner en peligro a otros aviones, a las personas o a los bienes en tierra.

¿Qué dice la normativa vigente?

Vamos a centrarnos en lo más habitual, es decir, en el caso de que tu, una persona cualquiera, se compre un dron para volar con él esporádicamente, como hobby, y fardar delante de los amigos.

Lo primero que tienes que saber es que jamás puedes perder de vista el dron. No importa que el resto de medidas de seguridad las cumplas si tu máquina está volando tan lejos que no eres capaz de verla con claridad. Eso implica, además, que está prohibido volar con una de estas aeronaves de noche, porque cuanta más oscuridad, mayor posibilidad de que no veas bien dónde está.

La altura máxima permitida para volar un dron es de 120 metros, una de las cosas que se vieron modificadas en el Real Decreto de 2014 (antes eran 100 metros). Esto de tener una altura máxima no es tontería, ya que si vuela muy alto y, por lo que sea, se pierde el control del aparato (fallo en el mando, fin de la batería, choque contra algo, etc.) es más fácil que los daños sean mayores. Además, dependiendo del propio dron, éste puede tener más o menos rango y si se sube muy alto y se pierde el control, puede ocurrir que se estrelle contra edificios, árboles o, incluso, contra personas, algo que la normativa deja muy claro que no puede ocurrir nunca.

¿Quieres demostrar tus dotes de piloto? Perfecto, pero no puedes hacerlo en zonas con alta densidad de población o en aquellas en las que, en ese momento, haya mucha gente alrededor

Un aspecto a destacar muy ligado al tema de la altura y al alcance visual es que un dron no se puede alejar a más de 500 metros del punto donde tú te encuentres. Si tu dron pesa menos de dos kilogramos, esto no se aplica, pudiendo alejarse a la distancia que marque el radio de emisión de la conexión del dron.

Al contrario de lo que piensan algunos, no puedes volar el dron en todas partes. ¿Quieres demostrar tus dotes de piloto? Perfecto, pero no puedes hacerlo en zonas con alta densidad de población o en aquellas en las que, en ese momento, haya mucha gente alrededor.

Eso quiere decir que no puedes sacarlo y ponerlo en funcionamiento en la esquina de tu casa, ya que las zonas urbanas son lugares totalmente prohibidos. Tampoco puedes grabar cosas como conciertos, manifestaciones u otro tipo de eventos desde el aire ni hacerlo en zonas abiertas del estilo a parques o playas en las que haya mucha gente.

¿Dónde hacerlo volar entonces? Puedes hacerlo en recintos cerrados, siempre y cuando tengas la autorización expresa del dueño del recinto. También puedes llevarlo a una zona perdida del campo donde no tengas muchos obstáculos alrededor y, por supuesto, no haya aglomeraciones de gente, o utilizarlo en zonas de vuelo de aeromodelismo. Ten en cuenta que las condiciones meteorológicas tienen que ser también buenas.

Es importante destacar que el dron tampoco puede volar en un sitio (o cerca de) en el que haya otros objetos voladores, como es un aeropuerto o un aeródromo

Es importante destacar que el dron tampoco puede volar en un sitio (o cerca de) en el que haya otros objetos voladores, como es un aeropuerto o un aeródromo, ya que si se produce un choque puede ocasionar daños bastante graves. También hay que evitar, aunque no sean “objetos voladores” propiamente dichos, aquellos sitios en los que alguien esté haciendo paracaidismo, parapente o sucedáneos, ya que se trata de gente que está en el aire y puede que ni tú ni la otra persona reaccionéis rápidamente para evitar un choque fortuito.

Por último, cabe destacar que si te compras un dron como hobby, no es necesario que tengas el título de piloto de drones. Esto tiene su parte buena, que es el hecho de que te ahorras todo el papeleo que eso conlleva, además del estudiar para el certificado y el dinero correspondiente; pero también tiene su parte negativa, que es que eres más inexperto a la hora de usar la máquina. Debido a ello, ten mucho cuidado a la hora de volar, sobre todo las primeras veces hasta que te hagas con los controles del dispositivo.

¿Qué ocurre si se incumple el reglamento?

El Ministerio de Fomento lo tiene claro y no se anda con tontería. Todo aquel que incumpla la ley puede recibir una multa de hasta 225.000 euros por el uso indebido de drones, dependiendo de cuán grave haya sido el asunto.

Además, para que no se crea que el dron es un mero juguete, también dejan muy claro que no se puede poner en peligro a terceros y que todos los posibles daños que se causen, sean por un error humano o por un fallo de la máquina, son responsabilidad de quién lo maneja. De esta forma, si acabas chocando el dron contra un edificio y hay daños en la fachada, serás tú quien tenga que pagar, al menos, el arreglo, se trate de la cantidad que sea.

Si tienes más dudas sobre lo que implica infringir la normativa o sobre otros datos de la misma (este sería tu caso, por ejemplo, si quieres saber cómo sacarte el certificado para utilizar drones de forma profesional o comercial), basta con que entres en este enlace para ir a la página oficial del Gobierno de España.

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