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Arqueólogos griegos y británicos hallan una de las mayores tumbas micénicas

Se trata de una tumba colmena hecha para una sola persona, en la que se han encontrado multitud de piezas bien conservadas

Fotografías facilitadas por el Ministerio de Cultura de Grecia del equípo de arqueólogos griegos y británicos que han hallado una de las más grandes y mejor conservadas tumbas de la civilización micénica cerca de la ciudad de Livadiá, a unos 138 kilómetros al norte de Atenas. EFE/YANNIS GALANAKIS

EFE

Arqueólogos griegos y británicos han hallado una de las más grandes y mejor conservadas tumbas de la civilización micénica cerca de la ciudad de Livadiá, a unos 138 kilómetros al norte de Atenas, anunció hoy el Ministerio de Cultura heleno.

La tumba data de la mitad del siglo XIV AC, es la novena más grande de las 4.000 del periodo micénico halladas en los últimos 150 años y está situada en las proximidades de la antigua ciudad de Orcómeno, una de las más poderosas de aquel periodo.

Consta de una roca tallada, con un corredor de 20 metros de largo que conduce a una cámara sepulcral de 42 metros cuadrados. El techo de esta cámara, que inicialmente estaba a una altura de 3,50 metros, se derrumbó en la antigüedad y cubrió los restos del hombre sepultado y de sus ajuares funerarios, lo que los protegió de los habituales saqueos de yacimientos arqueológicos.

El esqueleto hallado en el centro de la cámara pertenecía a un hombre de entre 40 y 50 años y por el tipo de piezas que le rodean, se deduce que era un guerrero.

Fotografías facilitadas por el Ministerio de Cultura de Grecia de vasijas de barro encontradas en una de las más grandes y mejor conservadas tumbas de la civilización micénica hallada por arqueólogos griegos y británicos cerca de la ciudad de Livadiá, a u

Vasijas de barro encontradas en una de las más grandes y mejor conservadas tumbas de la civilización micénica. EFE

Junto al difunto los arqueólogos hallaron partes de bridas de caballo, fragmentos de arcos, varias flechas, un anillo de sellar y joyas de estaño, lo que indica que pertenecía a la nobleza de Orcómeno.

Uno de los grandes valores de este hallazgo es que se trata de una tumba colmena hecha para una sola persona y que la gran riqueza de las piezas bien conservadas permitirá a los arqueólogos tener una idea más clara de las costumbres funerarias que regían en aquel periodo de la civilización micénica.

Además se trata de la segunda vez que se hayan joyas en la tumba de un guerrero.

La primera fue en el espectacular descubrimiento, en 2015, en Pilos (sur de la península del Peloponeso) del sepulcro de un guerrero de la Edad de Bronce, repleto de joyas, con más de un millar de piezas de ajuar.

Hasta ahora se creía que las joyas solo formaban parte del ajuar funerario de las mujeres.

Las excavaciones en la tumba de Orcómeno comenzaron este año y durarán previsiblemente hasta 2021, indicó el ministerio. 

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