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El primer sismómetro en Marte, listo para detectar 'martemotos'

La instalación robótica de los dos instrumentos de la sonda Insight permitirá descubrir el interior del planeta rojo.

El sismómetro y su cubierta, tal como llegaron a Marte, se observan en este autorretrato del módulo de aterrizaje Insight./JPL/NASA

MALEN RUIZ DE ELVIRA

La exploración robótica de Marte sigue adelante, a medida que nuevas naves, de un nivel tecnológico creciente, sustituyen a las muy exitosas anteriores. La última en llegar a la superficie es Insight, de la NASA, que acaba de terminar la instalación en suelo marciano del primer sismómetro que funcionará allí y dará pistas sobre el desconocido interior del planeta rojo. Primero, el brazo robótico de Insight sacó el sismómetro del interior del módulo de aterrizaje y lo situó en el lugar elegido. Ahora, ha conseguido cubrirlo con la cúpula protectora sin la cual no puede funcionar bien. Es la primera vez que una sonda despliega instrumentos a su alrededor.

Mientras tanto, a unos 600 kilómetros de distancia, el todoterreno Curiosity, que lleva en Marte desde 2012, sigue explorando lenta y minuciosamente algunas zonas. Todavía más tiempo lleva en la superficie marciana el célebre vehículo Opportunity, que el año pasado dejó de funcionar debido a una intensa tormenta de arena y que los técnicos siguen intentando despertar desde la Tierra. Su gemelo para la investigación geológica, el Spirit, dejó de funcionar en 2011, pero en ambos casos su misión puede considerase un éxito total, dado que llegaron en 2004 para una misión de solo tres meses.

Insight, por su parte, llegó a finales del año pasado y es un módulo de aterrizaje mandado para estudiar el desconocido interior del planeta mediante dos instrumentos principales, un sismómetro y un complejo termómetro. Debido a la estabilidad que necesita para captar lo que se puede llamar, por analogía, las constantes vitales del planeta (su pulso y su temperatura), se le hizo aterrizar en la llanura Elysium Planitia.

De hecho, el sismómetro de Insight, llamado SEIS, no es el primero que llega a Marte. Tanto la Viking 1 como la Viking 2, lanzadas en 1975, llevaron allí sismómetros de aquella época. Uno no funcionó y el otro no dio datos útiles por el ruido del viento. Por eso precisamente es tan importante que se haya podido instalar sin problemas la cúpula protectora sobre SEIS, un instrumento con el que Francia contribuye a la misión, en la que también participa el español Centro de Astrobiología (CAB) con los sensores de viento.

Instalación de la cúpula protectora sobre el sismómetro desde el módulo de aterrizaje Insight./JPL/NASA

Instalación de la cúpula protectora sobre el sismómetro desde el módulo de aterrizaje Insight./JPL/NASA

La cúpula ahora instalada es un escudo térmico y contra el viento para un instrumento muy sensible que está expuesto a las condiciones meteorológicas. En la Tierra, los sismómetros suelen estar enterrados a un metro de profundidad por lo menos. La diferencia de temperaturas en la zona de Marte donde se posó Insight abarca en un solo día marciano 94 grados centígrados, informa el Jet Propulsion Laboratory (JPL), que gestiona la misión para la NASA. El instrumento tiene además un complejo diseño para aislarlo lo más posible. Por otra parte, la forma aerodinámica de la cúpula y la falda de que dispone impiden que los vientos puedan darle la vuelta o moverlo. La estación meteorológica del Insight permite conocer los datos en cada momento y corregir así los que proporcione el sismómetro.

Todo esto es para conocer mejor la estructura interior y la composición de Marte, sobre los que se sabe todavía muy poco. SEIS detectará martemotos y el impacto de meteoritos y sus datos darán información básica para saber la fuente de las ondas sísmicas y comprender cómo Marte y otros planetas rocosos se formaron y evolucionaron, informa el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES).

Lo siguiente es instalar el otro instrumento de Insight, la sonda térmica HP3, que se introducirá mediante una taladradora hasta 5 metros de profundidad, un récord en suelo marciano. Medirá el calor que procede todavía del interior de Marte para intentar saber de dónde procede, si Marte se formó del mismo material que la Tierra y la Luna y cómo evolucionó. La sonda tardará unas seis semanas en llegar a la profundidad prevista, con pausas previstas para tomar medidas de conductividad térmica.

En la actualidad Marte tiene una atmósfera muy ligera compuesta principalmente de dióxido de carbono. Los ya largos años de exploración del planeta rojo, en su superficie y con sondas en órbita, han mostrado que en la antigüedad era húmedo y siempre queda la esperanza de que albergara vida. Maven, una de las sondas que orbitan Marte actualmente, ha confirmado que la atmósfera marciana perdió continuamente gases como el oxígeno y el hidrógeno (el aire y el agua) a lo largo de miles de millones de años debido al viento solar, que, mediante diferentes procesos, ha transformado el planeta más caliente y húmedo de la antigüedad en el frío desierto actual.

Por su parte, la Agencia Espacial Europea (ESA), ha resumido 15 años de exploración de Marte con la sonda Mars Express en un vídeo que recoge las espectaculares imágenes que muestran la historia geológica y la evolución de un planeta que fascina.

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