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Especies en peligro de extinción Contando koalas desde el cielo

Los aparatos y los algoritmos demuestran un 86% de eficacia en la detección de ejemplares de la especie amenazada.

Ejemplar de koala en Queensland (Australia). /QTU

MALEN RUIZ DE ELVIRA

Los drones están demostrando ser una herramienta tecnológica muy versátil, que encuentra paradójicamente muchas aplicaciones fuera de los entornos habitados. El último es la detección de koalas en el este de Australia, con el objeto de conocer y controlar su número, a través de cámaras infrarrojas que detectan el calor de su cuerpo y algoritmos de aprendizaje automático que lo hacen posible incluso bajo las copas de los árboles en las zonas donde subsiste este icónico animal protegido. El koala es un mamífero, marsupial como el canguro y no tiene nada que ver con el oso, a pesar de su aspecto de oso de peluche.

El manejo de poblaciones silvestres es de suma importancia cuando las especies vigiladas se encuentran amenazadas. Esto sucede con el koala (Phascolarctos cinereus) que, a pesar de la enorme extensión del país en el que es endémico (solo existe allí) tiene la calificación de vulnerable en la Lista Roja de la UICN, sobre todo por la destrucción de su hábitat.

Zonas de hábitat de koalas en Australia. /UICN

Zonas de hábitat de koalas en Australia. /UICN

El proyecto, de la Universidad Tecnológica de Queensland, ha podido demostrar su eficacia en este primer ensayo porque se ha centrado en la detección de unos 50 koalas que estaban ya marcados con un emisor de radio en bosques de eucalipto en la zona de Petrie, y ha correlacionado los datos obtenidos desde el aire con los de localización de los animales seleccionados. Los vuelos de los drones barren las áreas fijadas a primera hora de la mañana, cuando la diferencia de temperatura entre el cuerpo del koala y lo que les rodea es mayor. Los datos obtenidos se analizan luego de forma automática mediante visión por ordenador para detectar las firmas térmicas que indican la presencia de estos mamíferos.

Hasta ahora se habían utilizado drones para contar animales en escenarios mucho menos complejos, como las focas en una playa u otros animales en zonas de sabana, indica Grant Hamilton, director del estudio, que se ha publicado en la revista Scientific Reports. Al cuantificar la eficiencia de este método en este primer ensayo, se ha estimado que se eleva al 86% como media, mientras que la de un equipo humano que se traslada por el bosque a pie está alrededor de un 70% en zonas relativamente fáciles, señala Hamilton.

El método es también más barato y rápido. Sin embargo, los investigadores no pretenden que solo se utilicen drones para contar koalas. “No es ese el tema, porque hay lugares a los que las personas no pueden acceder y lugares inaccesibles para los drones, así que cada método tiene sus ventajas y desventajas y lo mejor es combinarlos”, resume el investigador.

Dron utilizado en la detección de koalas en Queensland./QTU

Dron utilizado en la detección de koalas en Queensland./QTU

Tampoco detectar koalas va a resolver el problema del riesgo de extinción en que se encuentran en grandes áreas del este y sur de Australia, pero sí parece que es una herramienta eficaz para conocer la situación y evolución de este animal, que suele vivir aislado. La UICN estima que quedan unos 300.000 ejemplares adultos y las amenazas a que se enfrentan las poblaciones son múltiples, desde el crecimiento urbano a la explotación maderera, los incendios, las especies invasoras y el cambio climático.

En el plano técnico, los investigadores han ido perfeccionado el modelo con el que trabaja el ordenador para poder detectar los koalas entre todos los datos que le son suministrados para analizar. Han utilizado algoritmos de redes neuronales para la detección de objetos que se pueden entrenar (aprenden con el uso, lo que se suele llamar aprendizaje automático) y están disponibles en este mercado científico. Al final, la inspección manual de las imágenes también es necesaria para verificar casos dudosos, pero cuantos más datos haya disponibles en este caso concreto de los koalas, los obtenidos automáticamente serán más fiables, esperan los científicos.

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