Posos de anarquía

40 años pisoteando la Constitución

40 años pisoteando la ConstituciónHoy se celebra el 40º aniversario de nuestra Constitución. Hace cuatro décadas, comenzaba un sueño levantado sobre el pilar de un consenso; cuarenta años después, se va tornando en pesadilla. ¿Qué mejor prueba de ello que la sombra de la corrupción como protagonista de los festejos, con un rey emérito encabezando la farsa?

Nadie va a dudar ahora del papel que ha cumplido la Constitución. Salíamos de una terrible dictadura que tanto añora todavía esa España inserta en el electorado de Vox, Ciudadanos (Cs) o el PP, y la Carta Magna marcaba un punto de partida para la esperanza. Sin embargo, cuatro décadas de texto estático, tratado casi como sagrado, no ha hecho más que secuestrarnos, con el bipartidismo PP-PSOE primero, y la complicidad de Cs después, como secuaces de la tropelía.

A medida que pasaban esas cuatro décadas más se iba pisoteando la Constitución, dejándola hoy absolutamente malograda. Ni derecho a la vivienda digna, ni derecho al trabajo, ni igualdad... la lista de derechos sigue y sigue sin que ningún gobernante haya tenido la voluntad de resolver tal despropósito. Incluso quienes se golpean el pecho como constitucionalistas tuvieron que rendirse a la evidencia cuando se aplicó el artículo 155 de esta Constitución caduca en la cuestión catalana sin saber por dónde cogerlo... Decía la papeleta de 1978 si aprobábamos el proyecto de Constitución.... y vaya si era proyecto... aún sin culminar.

Llegamos a 2018 y nunca antes en estas cuatro décadas, la Carta Magna había llegado con tanta sensación de papel mojado. A la realidad de incumplimientos que ya vivíamos, se suman ahora el ascenso a las instituciones públicas de un partido como Vox que, bien envueltito en la bandera de España (con y sin pollo) escupe a la Constitución con su machismo, su racismo, su xenofobia, su homofobia, su envite contra la libertad religiosa... Por si esto no fuera otro, quienes llevan los últimos años agitando con más vehemencia la Constitución, es decir, PP y Cs, ahora se limpian el trasero con sus páginas y nos las arrojan a la cara abriendo la puerta a abrazar a la extremaderecha de Santiago Abascal (Vox). ¿Puede haber actitud más contraria al espíritu de la Constitución?

Hoy, 6 de diciembre, es un día triste, porque más que ninguna otra celebración de aniversario de la Ley de Leyes -como nos la enseñaban en la escuela- será una auténtica pantomima protagonizada por unos farsantes. ¿Cómo si no encajar que la participación activa de un rey emérito, cuya sombra de corrupción y blindaje por parte de PP, PSOE y Cs ha propiciado que sea, incluso, merecedor de una querella por parte de IU y el PCE?

Hoy, millones de españoles nos opondremos a participar de esta farsa. Mientras nos amenazan y pretenden encarcerlarnos por llamar a la bandera trapo, otros festejan cómo llevan cuarenta años orinándose en la Constitución. Conmigo, que no cuenten.

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