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Opinión ·

Maradona y la homoafectividad

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Ayer, 25 de noviembre, día contra la violencia machista, murió Maradona. Un tipo del que hay hasta vídeos golpeando a su ex pareja, pero un tipo que metía goles. Como sucedió cuando murió Kobe Bryant, que confesó haber violado a una mujer, los hombres en general y los políticos en general, corrieron a sus redes a llorar su muerte.

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Ayer, muchos políticos que se dicen feministas y que tuitearon convenientemente contra la violencia contra las mujeres, se dejaron de bobadas cuando murió Maradona y comenzaron su lamento romántico por el jugador.

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"Eterno, pibe", decía el presidente del Gobierno. Con foto incluida. Pedro Sánchez también se puso nostálgico con Kobe Bryant en su día. Porque una cosa son las violaciones y otra los triples. Y lo primero no le llega a la suela de los zapatos a los segundo. Y da igual cuántas mujeres avisen, reclamen o griten en sus menciones, ni entonces ni ayer se hacen siquiera eco de lo que supusieron esos hombres para las mujeres de su entorno.

La hermandad y homoafectividad que se produce entre los hombres siempre será tan fuerte como el patriarcado imperante. El respeto y la lealtad que tienen los hombres con otros hombres es inquebrantable. Decía Marilyn Frye en Politics of Reality que "(...) los hombres quieren de las mujeres su devoción, su servidumbre y sexo. La cultura heterosexual masculina es homoafectiva y cultiva el amor por los hombres.»

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También Pablo Iglesias tuvo su lamento correspondiente por Maradona pero también por Kobe Bryant. El romanticismo y la nostalgia, el compadreo, la hermandad y el amor entre hombres es tan fuerte que es ampliamente comprobable la poca vergüenza que sienten al hablar de otros, homenajearlos y recordarlos aun sabiendo qué les hicieron a las mujeres en vida los homenajeados.

Incluso algunos hacen mención a los hechos para restarles valor. "Luces y sombras", dice por ejemplo el aliado Echenique. Este hombre lo mismo dictamina en tuiter qué mujeres son feminista o no, que se calza un tuit diciendo que él prefiere quedarse con los goles de Maradona que con todo lo demás.

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Añade un vídeo para poner de relieve que, ante tal hazaña heroica y masculina, cualquier cosa es una nadería relegada a "sombras" perfectamente prescindibles del relato oficial.

Izquierda Unida, por su parte, intentó arreglar su tuit inicial de alabanza con un ah, sí, también pegaba a mujeres. 

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Lo decente hubiera sido, si de verdad estás implicado con la erradicación de la violencia machista, es que te revises la misoginia y recoloques a tus héroes en el lugar que deberían ocupar. No pasa nada si no sabías que Maradona era un misógino, un abusador y maltrador, pero cuando ves que hay cientos de mujeres recordándolo (y sufriendo violencia por recordarlo, la misma violencia que sufrimos cuando murió el violador Kobe Bryant), te retractes y reescribas. Maradona era un maltratador, tan deleznable como cualquier otro, un machista prepotente que apalizaba a quienes consideraba inferior. Su muerte en pleno 25N fue una oportunidad -de nuevo- perdida para que todos los que se dicen aliados y feministas pusieran en valor su compromiso con la lucha feminista. Pero la homoafectividad es más fuerte, y el castigo por perpetuar la violencia machista alabando a maltratadores es siempre nulo. Les sale a cuenta, vaya.

No borrar los tuits o ni siquiera hacer mención a la violencia que Maradona ejerció contra las mujeres en pleno 25N solo indica que estos políticos de izquierdas saben calcular perfectamente qué pueden permitirse y qué no. Qué coste tendrá para su carrera política o para su partido. Valoran y toman decisiones.

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Ojalá tengamos alguna vez políticos que piensen en las miles y miles de mujeres maltratadas que los leen, a las que fueron víctimas en el pasado y aún se lamen las heridas, y a las que ya no están precisamente por culpa de esa violencia que ellos dicen estar combatiendo... entre partido y partido.

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