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Opinión · Dominio público

No es Mbappé, es Ayuso la que va a chulear a los madrileños

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Isabel Díaz Ayuso durante una rueda de prensa.- EFE/ Sergio Pérez

Desde hace casi treinta años, las continuas rebajas fiscales de los gobiernos del PP en la Comunidad de Madrid han provocado que más de 3.000 familias muy adineradas hayan fijado una de sus numerosas residencias en la capital para aprovechar bonificaciones en los Impuestos de Sucesiones y Donaciones e Impuesto al Patrimonio. Así, un año tras otro, dejan de aportar a las arcas públicas casi 3.000 millones de euros. A esto se une otra nueva fórmula, ahora para los ricos inversores que vengan del extranjero y que no hayan vivido en España durante los últimos cinco años fiscales. 

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Ayuso ha aprobado una ley que la prensa deportiva ha bautizado como ley Mbappé y resalta que en este caso el futbolista tendría “un tipo marginal que sería ligeramente más alto de lo que le corresponde de IRPF a un trabajador que cobre 1.300 euros netos al mes”. Los informes internacionales, tal y como afirmó el secretario general de la OCDE, constatan que el PP ha convertido Madrid en un paraíso fiscal para los ricos. Es injustificable que Ayuso diseñe leyes para que los millonarios paguen el mínimo de impuestos mientras la clase trabajadora madrileña contribuye con normalidad a la Hacienda regional.

La nueva rebaja fiscal permitirá a los ricos extranjeros, según los propios datos del Gobierno de la Comunidad, ahorrar unos 60 millones de euros. Para poner lo en contexto, pagar los sueldos de 500 nuevos médicos costaría entre 25 y 30 millones de euros. Que los ricos no paguen impuestos no atrae inversiones ni trae prosperidad, solo trae menos profesores en la educación pública y más listas de espera en los hospitales.

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Dice la propaganda oficial del Gobierno de Ayuso que el objetivo de la llamada Ley Mbapeé es generar empleo y riqueza en la región porque hará que los millonarios inviertan en empresas afincadas en Madrid. Pero esa promesa esconde una mentira. Muy al contrario, los fondos que los inversores extranjeros destinen a comprar títulos de deuda, acciones, o incluso cediendo capitales a terceros, como puede ser una cuenta en un fondo de inversión, aunque se hagan a entidades que tengan sede en Madrid, pueden ser invertidos, y nada lo impide, en cualquier lugar del mundo, y no en Madrid, pese a lo que diga la propaganda gubernamental. Las entidades pueden invertirlos en París, Nueva York, Qatar, o la Conchinchina. Los fondos que lleguen a las entidades con sede en Madrid se invertirán donde las empresas quieran y nada garantiza que sea en nuestra región. 

También es falso que los inversores extranjeros no puedan comprar viviendas en Madrid, porque lo pueden hacer las empresas que reciben sus fondos, entre ellas empresas y fondos inmobiliarios. Algunos analistas han valorado que esta nueva rebaja fiscal de Ayuso es un intento de sustituir a las Golden Visa recientemente suprimidas por el Gobierno, a las que los medios internacionales apuntan parte del incendio inmobiliario en muchas grandes ciudades españolas. Esta nueva deducción fiscal no impide que las sociedades receptoras de los fondos de inversores, los destinen a la especulación inmobiliaria en Madrid, o en resto de España, o del mundo. 

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Las estimaciones de impacto económico que acompañan la Memoria Económica no tienen rigor, y pueden ser 60 o 150 millones de euros anuales, que extenderán en el tiempo sus impactos en la Hacienda regional, al crear derechos a deducciones por seis años, cuando las deducciones no puedan aplicarse en su totalidad por insuficiencia de cuota en el IRPF (Créditos Fiscales).

Las pérdidas de recursos de la Hacienda madrileña por eximir del pago de impuestos a los inversores extranjeros están detrás de las penurias y carencias que sufrimos todos los madrileños. Todos hemos oído hablar de la falta de médicos, y personal de enfermería en la Atención Primaria de Madrid (los datos oficiales del Ministerio de Sanidad dicen que están un 12% por debajo de la cifra media de médicos de Atención Primaria, y un 27% por debajo en las cifras medias de enfermería por cada 1.000 ciudadanos.

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Algunos expertos de la industria de la planificación fiscal alertan sobre los peligros de estas nuevas rebajas fiscales del PP de Ayuso, y temen que sea una llamada al blanqueo de dinero negro, relacionado con el narcotráfico, la economía negra, y el terrorismo. Dará mucho trabajo al Servicio de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales del Banco de España y la oficina Antifraude de la Unión Europea (OLAF).

En resumen, las inversiones no se quedarán en Madrid, pueden incendiar aún más los precios inmobiliarios, y retraen recursos públicos que se necesitan para acabar con listas de espera repletas de angustia y dolor, en los servicios sanitarios, o mejorar la oferta de vivienda pública asequibles, o la frecuencia del transporte diario madrileño. 

Desde Más Madrid rechazamos el recurso a las rebajas de impuestos, estamos seguros de que las empresas acudirán allí donde la mano de obra esté más cualificada, las infraestructuras públicas, productivas, y sociales, como la sanidad y la educación sean de mayor calidad, y los consumidores tengan el suficiente poder adquisitivos para compras sus productos.

Y estas nuevas rebajas fiscales, que intensifican la injusticia fiscal, apuestan, por lo contrario, llamando a los ricos de todo el mundo a costa de deprimir los recursos para la Comunidad. La injusticia fiscal hace crecer la desigualdad entre todos los madrileños deprimiendo la inversión en los servicios públicos esenciales: sanidad, educación, servicios sociales, o vivienda, que están a la cola del resto de comunidades de España.

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