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Mucho más que parejas en crisis

Protagonizada por Gorka Otxoa, Manuela Velasco, Melani Olivares, Fele Martínez, Juan Carlos Vellido y Carmen Ruiz, 'Bajo Terapia' acaba de abrir el telón en los Teatros del Canal. Surgida "de la necesidad de profundizar sobre el universo de la pareja, aprovechando la terapia como campo ideal", todo lo que sucede en ella es impredecible, hasta el punto de llegar a desconcertar al espectador.

En la imagen, los protagonista de la obra

ITXASO MARÍN

MADRID.- Bajo Terapia surge "de la necesidad de profundizar sobre el universo de la pareja, aprovechando la terapia como campo ideal". Así es cómo describe su autor, Matías del Federico, el nacimiento de un escenario en el que tres parejas deben hacer frente a sus problemas, en una consulta que esta vez se desarrollará de forma grupal. La terapeuta está ausente, pero ha dejado las pautas que los seis asistentes han de seguir para dirigir la sesión ellos mismos. Lo que sucede a partir de entonces resulta totalmente impredecible, hasta el punto de llegar a desconcertar al público.

La obra, ganadora del concurso Contar 1, organizado por la Asociación de Empresarios Argentinos y la Asociación de Actores Argentinos y Argentores, acaba de abrir el telón en España y desde hace meses cosecha éxitos en Buenos Aires. Se trata de la primera creación de Del Federico, dirigida por el argentino Daniel Veronese y adaptada al castellano por David Serrano. Podrá disfrutarse de jueves a domingo y hasta el próximo 27 de septiembre en los Teatros del Canal.


Recién comenzada la función, uno puede creer estar viviendo una especie de déjà vu. Quien haya visto Toc Toc pensará que se halla en un experimento del mismo calibre: un intercambio de experiencias personales sin la tutela de un profesional. Sin embargo, Bajo Terapia es mucho más que eso. Se trata de una peculiar sesión en la que los asistentes, con perfiles muy distintos y un juego oculto, tienen una misión que cumplir.

Las tres parejas contarán sus vivencias sentimentales rodeadas de un humor casi negro para concluir en un desenlace inesperado que sobrecoge al espectador. Según Veronese, “lo que se revelará será una forma inexorable y necesaria para expresar lo que estaba velado: romper con las órdenes de comportamiento social”. Para ello, es necesario romper con los códigos disfuncionales establecidos hasta entonces. De esta forma, “saldrá a la luz otra verdad”.

Gorka Otxoa, Manuela Velasco, Melani Olivares, Fele Martínez, Juan Carlos Vellido y Carmen Ruiz están soberbios, sin excepción, en sus interpretaciones, adquiriendo protagonismo en igualdad de condiciones, lo que genera una armonía en el elenco, a veces difícilmente alcanzable en montajes de este tipo. Los actores se adentran durante hora y media en una mezcla de comedia y drama, donde su mayor fuerte es la naturalidad.

Gracias a este acertado reparto de lujo, la sesión se tiñe de puro realismo, una cotidianidad que aumenta el misterio y la sorpresa del final por los giros inesperados que en ella se producen. Una sencilla e inmóvil puesta en escena y excelentes diálogos acompañan a esta apuesta teatral, en la que el argumento crece a medida que transcurre la acción.

Aunque no es fácil afrontar el trasfondo de este montaje, del que por prudencia es necesario obviar, todo acontece sin frivolidades, con delicadeza y con un sentido común digno de admirar, que desembocará en una sensación agridulce llegado a su fin. Para entonces la sonrisa se habrá borrado de la cara de un espectador ingenuo, desconocedor absoluto de semejante aflicción.

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