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‘Legion’, el caos inteligente de una serie de Marvel única

‘Legión’, serie que estrena esta noche Fox en España, no se parece a ninguna otra adaptación de un cómic de Marvel vista hasta la fecha. Ni en cine, ni en televisión. Su propuesta formal y estética la convierten en una ficción única. Detrás del proyecto, Noah Hawley, creador de ‘Fargo’.

Dan Stevens, protagonista de 'Legión'

MARÍA JOSÉ ARIAS

Legion podría definirse como desconcertante, un caos inteligente milimétricamente estudiado, calculado y orquestado. ¿El objetivo? Que quien la ve se sienta como él protagonista, inmerso en un mundo confuso en el que nada tiene sentido y la línea que separa la realidad de la paranoia no está clara.

Ese desorden que reina en la nueva serie creada por Noah Hawley (Fargo) la convierte en una ficción genuina. No se ha visto nada de Marvel igual hasta ahora y es ahí donde reside su valor. Estrenada el pasado jueves en Estados Unidos, ahora le toca disfrutarla, desgranarla y cuestionarla a los espectadores españoles tras su estreno de esta noche en Fox a partir de las 23:05 horas.

La irrupción de Daredevil en 2015 de la mano de la dupla Marvel/Netflix supuso un salto cualitativo para el género de superhéroes. Solo dos años después de aquella ruptura hace acto de presencia Legion. La serie de FX va un paso más allá y se aleja de esas oscuridad y profundidad nolanianas de las que hacen gala el diablo de Hell’s Kitchen, Jessica Jones y Luke Cage (está aún por ver el resultado de Iron Fist y de su reunión en The Defenders). Lo hace sumergiéndose de lleno en una estética que nada tiene que ver con sus hermanas donde el color, la luz, lo bizarro, lo psicodélico y lo incongruente dan como resultado un piloto en el que no se entiende prácticamente nada. Es intencionado, es distinto, funciona y engancha.

A la reciente Doctor Strange, también personaje de la casa Marvel, se la alabó por su arriesgada propuesta y por aventurarse en un complejo plano de magia y esoterismo. Eso es lo que hace Legion, pero cambiando todo el aspecto existencial por el complicado universo de la locura de su protagonista, de una mente supuestamente enferma y colocada de pastillas y drogas donde pocas cosas tienen sentido. Basada en el cómic escrito por Chris Claremont, Hawley ha cogido al hijo de Charles Xavier y lo ha convertido en el centro gravitatorio de una serie ambientada en el mundo mutante que es más que eso. Decía el experto de Marvel que participó en la presentación a los medios de Legion que no hay mucho del cómic en la serie. No importa.

Lo que sí hay es un personaje cargado de matices y una complejidad extrema. Un reto del que Dan Stevens (Downton Abbey), protagonista de Legion, sale no solo airoso, sino enaltecido tras un piloto que exige más de un visionado para captar cada detalle, cada referencia. Stevens es David Haller, el hijo de uno de los mutantes más poderosos, el Profesor X. Desde muy joven fue señalado por raro y problemático. Diagnosticado como esquizofrénico, lleva años entrando y saliendo de instituciones mentales, medicado e intentando lidiar con las voces que escucha y las alucinaciones que padece. Hasta que un día, en el manicomio en el que se encuentra interno, aparece una chica, Syd Barrett (Rachel Keller), que le plantea una curiosa teoría: ‘Y si lo tuyo no fuese una enfermedad’.

Fotograma de la serie 'Legion'

Fotograma de la serie 'Legion'

Entre los mutantes hay héroes, villanos y gente corriente que solo intenta pasar desapercibida. En el piloto no queda claro en cuál de estos grupo se inscribirá David, aunque en los cómics se le dibuja como un antihéroe. Lo importante de Legion, lo que la hace tan arriesgada y auténtica, es su propuesta estética y formal. La primera es una combinación de un sinfín de referencias. Todas presentes, todas encajando la una con la otra con mayor o menor evidencia. Pink Floyd, Kubrick y Wes Anderson son las que se aprecian a primera vista, pero hay muchas más, 12 monos, Stranger Things.... Parte de la diversión es descubrirlas.

En cuanto la propuesta formal, tiene que ver con el camino elegido por Hawley para abordar la historia de este hijo casi desconocido del líder mutante. Lo que propone al espectador es un juego, adentrarse en la mente del protagonista. Una mente que combina su aparente y diagnosticada esquizofrenia con su poder telepático.

Así, viendo la serie (al menos el piloto de algo más de una hora de duración y que dirige en propio Hawley) la sensación es de no estar entendiendo nada, de no saber si es un mutante, un enfermo mental o ambas cosas a la vez. De no saber qué está pasando, pero en el buen sentido. Porque es intencionado y porque despierta esa curiosidad de querer seguir inmerso en un universo colorido y anacrónico donde el vestuario de los setenta y ochenta convive con tablets.

Nada tiene sentido en Legion, nada encaja y el deseo de buscar explicaciones, de seguir disfrutando de esa estética tan singular y de entender a David son sus mejores bazas para convencer a un público que podrá ver el primero de sus ocho episodios esta noche, a partir de las 23:05 horas, en Fox. Legion es distinta a todo lo visto de Marvel hasta ahora, pero no se olvida de los ingredientes indispensables en toda serie con gente con habilidades, no solo superhéroes.

Léase una sociedad u organización secreta que persigue a los que son diferentes y otra que les protege, estigmas, infancia traumática, padres ausentes… Y, por muy distinta que sea de las anteriores adaptaciones de personajes Marvel, lo cierto es que Legion cuenta con ciertas píldoras de humor marca de la casa.

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