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Daniel Viglietti Fallece el cantautor Daniel Viglietti, una de las voces de la resistencia popular uruguaya 

El músico ha muerto en Montevideo a los 78 años por complicaciones en una intervención quirúrgica. Pasa a la historia como uno de los mayores exponentes del canto popular con letras marcadas por una vida de represión y exilio. 

Viglietti en un concierto en Aguas Dulces, Argentina, en 2007 / Wikipedia

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El cantante y compositor uruguayo Daniel Viglietti ha fallecido durante la noche del lunes en Montevideo, a los 78 años, por complicaciones en una intervención quirúrgica.

El músico nació en la misma ciudad que ha fallecido en 1939 y es considerado uno de los mayores exponentes del canto popular uruguayo y un referente para varios cantautores de América Latina. Pero, sobre todo, su música sobresale por su fuerte contenido social y de izquierda, con letras asociadas a las luchas populares en Uruguay y en Latinoamérica.

Entre sus composiciones más conocidas figuran A desalambrar, Canción para mi América, Milonga de andar lejos y Gurisito, y algunas de ellas han sido parte del repertorio de artistas internacionales como la chilena Isabel Parra, el español Joan Manuel Serrat, la argentina Mercedes Sosa, la cantante mexicana nacida en Costa Rica Chavela Vargas o la venezolana Soledad Bravo.

A partir de su segundo disco Hombres de nuestra tierra, comenzó a trabajar en la musicalización de poemas de escritores como Líber Falco, César Vallejo, Rafael Alberti y Federico García Lorca, entre otros.

Una vida y obra marcada por la represión y el exilio

Viglietti, conocido por su activismo en luchas populares, fue detenido en 1972 por las autoridades uruguayas en el marco de represión de los movimientos de izquierda que precedió al golpe de estado cívico-militar de 1973. La campaña por su liberación desde el exterior fue encabezada por nombres como Jean Paul Sartre, François Mitterrand, Julio Cortázar y Oscar Niemeyer.

Entre 1973 y 1984, durante la dictadura, se exilió primero en Argentina y luego en Francia. En este último país permaneció durante 11 años. Durante este tiempo, recorrió el mundo en giras musicales solidarias, llevando su canto y denunciando la dictadura en el Uruguay y varios países de Latinoamérica. Resalta su trabajo, como él mismo señalaba "no por casualidad", Trabajo de hormiga. En ese período grabó también en Cuba, junto a artistas como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Chico Buarque.

Su exilio terminó con su vuelta a Montevideo el 1 de septiembre de 1984. Allí lo recibieron miles de personas y realizó un recital que siempre ha recordado como "el más emocionante de sus 40 años de carrera".

A partir de su vuelta, trabajó en la edición de numerosos trabajos que nunca perdieron el contenido de denuncia y crítica social. Entre ellos, destaca A dos voces con Mario Benedetti, reflejo de numerosos recitales realizados junto al gran poeta uruguayo durante el exilio compartido por ambos.

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