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Freddie Mercury, la gloria y la extravagancia del rock

El biopic sobre Freddie Mercury y la banda británica Queen, ‘Bohemian Rhapsody’, es una celebración musical que suaviza todo lo posible la vida del cantante y en la que la mejor baza es, además de los legendarios temas, la elección de Rami Malek como protagonista

Un instante de 'Bohemian Rhapsody'.

“Creo que soy simpático. Pero puedo cambiar y ser muy caprichoso y desagradable. Soy una especie de camaleón”, admitió Freddie Mercury a la periodista y activista Caroline Coon en una entrevista de 1974 para Melody Maker, que después paso al archivo de la legendaria colección de Rock’s Backpages. El cantante, autor de himnos hoy míticos del rock y una de las figuras más extravagantes de la música de los setenta y ochenta, llevaba entonces una melena larga y estaba a punto de declarar públicamente su homosexualidad. “Soy gay como un narciso”, confesó en la revista New Musical Express.

Suavizado y bastante moderado, este es básicamente el retrato que se hace de Mercury, cuyo verdadero nombre era Farrokh Bulsara, en el biopic Bohemian Rhapsody, que aparece firmado por Dexter Fletcher, director que ha finalizado la película después de que Bryan Singer fuera expulsado del proyecto cuando solo quedaban tres semanas de rodaje. El actor Rami Malek, en una arriesgada decisión profesional, da vida al cantante… y da la talla.

La prótesis dental de Rami Malek

Una prótesis dental y unas pelucas al comienzo de la película —que más tarde, afortunadamente, desaparecen— han conseguido un parecido físico ente Malek y Mercury asombroso, que en los minutos finales, seguramente los mejores, convierten milagrosamente al actor en el cantante. La interpretación en el concierto Live Aid de 1985 —tan memorable que fue el motivo de la declaración el 13 de julio como Día Mundial del Rock— cierra este biopic mucho mejor de lo que arrancó.

Bohemian Rhapsody, que maravillará sin duda a los fanáticos de Queen, es una película mediocre como cine, pero eficacísima como celebración de la banda británica y de Freddie Mercury. Una fiesta que evita hasta donde puede —imposible hacerlo del todo con una estrella tan conocida como este cantante— algunos de los aspectos de la vida del personaje. La promiscuidad sexual, la afición por las drogas, las explosiones de ego y algunas broncas de la banca se muestran tan dulcificadas que parecen anécdotas mínimas en la historia de uno de los grupos más célebres de la historia del rock.

Adiós a Sacha Baron Cohen

“Recuerdo esa sonrisa pícara y la chispa en su mirada. Decía cosas totalmente improcedentes y mordaces. Pero era divertido y agradable, sin una pizca de maldad. Sí que tenía pronto y solía reaccionar, pero, bajo la superficie era muy tímido y, de haber una confrontación, trataría con ello y luego se desentendía. Recuerdo la gran calidez de Freddie y también que no perdía el tiempo. Estaba siempre enfocado, siempre sabía lo que esperaba sacar de cada situación. Y esa es una buena lección para aprender, en lugar de intentar complacer a todo el mundo en un momento dado”, dice Brian May, el guitarrista de la banda y uno de los productores de la película junto con el batería Roger Taylor y con Robert de Niro.

El primero, por cierto, fue el responsable de que la primera elección sobre el actor para interpretar a Freddie Mercury se descartara. La idea, brillante, era que el humorista Sacha Baron Cohen protagonizará el biopic. El resultado hubiera sido mucho menos prudente y probablemente más creativo, pero el guitarrista y él chocaron desde el primer momento, sobre todo por la intención del músico de dedicar la historia a toda la banda y no solo a su cantante.

'Bohemian Rhapsody'.

'Bohemian Rhapsody'.

Hasta África desde África

Finalmente, la película, aunque tributo a Queen, se resume en un biopic de Mercury y del recorrido que éste hizo desde que se unió al grupo y le bautizó con este nombre, pasando por su colosal éxito mundial y algunos aspectos de su vida privada —especialmente la relación que mantuvo con Mary Austin— hasta su interpretación en el macroconcierto Live Aid en el Estadio de Wembley en Londres, organizado para recaudar fondos para Etiopía y Somalia, que vivían el infierno de la hambruna.

Hasta África y desde África. Freddie Mercury, a pesar de reinventarse, había nacido en Zanzíbar (entonces protectorado británico, hoy Tanzania), de donde salió con siete años para ingresar en un internado británico cerca de Bombay. Allí estudió piano clásico hasta 4º grado. A los 18 años viajó con su familia a Inglaterra, donde permaneció toda su vida. Murió el 24 de noviembre de 1991 a consecuencia de una bronconeumonía complicada por el Sida.

"Mamá, acabo de matar a un hombre"

Han pasado casi 27 años desde su desaparición y más de cuarenta desde que se lanzara una de las genialidades de Queen, Bohemian Rhapsody —masacrado por la crítica cuando apareció—, y a pesar del tiempo, todavía hoy es uno de los temas más celebrados de la historia del rock y sigue estando considerado como el ‘mejor sencillo británico de todos los tiempos’. “Bismillah! No! We will not let you go” (“Bismillah! No, no te dejaremos marchar”).

La biógrafa de Freddie Mercury, Lesley Ann Jones, siempre ha defendido que el músico salió públicamente del armario con esta canción —“Mamá, acabo de matar a un hombre. Le he puesto una pistola en la cabeza, he apretado el gatillo y ahora está muerto”—, lo mismo que Jim Hutton, su última pareja. Con ella nació el más decidido y genuino Freddie Mercury.

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