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Fomento alarga una autovía por la presión de las grandes bodegas

En la Ribera del Duero hay viñedos y un hotel sobre una Cañada Real. La iniciativa del Ministerio ha levantado muchas protestas entre numerosos agricultores afectados por las expropiaciones

Ribera del Duero. / Olé Imports

Rosa Martinez

VALLADOLID.- La aprobación el pasado mes del trazado de una parte de la “Autovía del Duero” que uniría Valladolid y Soria ha levantado muchas protestas entre numerosos agricultores de la zona afectados por las expropiaciones. Denuncian que el ministerio de Fomento, en lugar de desdoblar la nacional 122 a su paso por la zona vallisoletana de viñedos de la denominación de origen “Ribera del Duero”, ha optado por llevar la autovía por el otro lado del río, atravesando los páramos en una “opción más larga, más cara y más peligrosa”, como la ha calificado el responsable de la Unión de campesinos, Ignacio Arias, quien ha denunciado que “el Ministerio de fomento no se ha atrevido a oponerse a los intereses de grandes bodegas como Vega Sicilia y Abadía Retuerta, que pertenecen a grupos importantes muy fuertes”.

Vega Sicilia pertenece a los herederos de David Álvarez, fundador de Eulen y Abadía Retuerta a la multinacional farmacéutica, Novartis. Desde que en 2002 se empezase a hablar de autovía y de aprovechar para ello la carretera que, sin apenas curvas ni desniveles discurre por el valle, ambas empresas hicieron saber su oposición al proyecto, advirtiendo del impacto “irrecuperable” de una autovía sobre los viñedos cercanos y las viñas viejas. 

Eran tiempos de Aznar -amigo personal de la familia Álvarez- que veraneaba en una finca de la zona y que se preciaba de jugar al dominó con los paisanos de Quintanilla de Onésimo. El Ministerio de Fomento de Álvarez Cascos optó entonces, con el apoyo de la Junta de Castilla y León, por desviar la autovía por el norte del Duero. Cuando llegó el PSOE al gobierno retomó el trazado que duplicaba la carretera al sur del Duero y volvió la presión de las grandes bodegas. Vega Sicilia y abadía Retuerta llegaron incluso a unir intereses en 2007 en una denuncia ante la Comisión Europea por el desdoblamiento de la nacional. El argumento era que no se tenía en cuenta el impacto sobre la población de lobo ibérico de la zona. José Blanco puso definitivamente las cosas en el sitio en el que ahora están: la autovía iría por los páramos del norte.

Pero ya con la crisis, las excusas se sirven en bandeja. Sin dinero, durante varios años el proyectó pareció hibernar hasta que este otoño, el gobierno en funciones aprobó el trazado y las expropiaciones consiguientes. A la aprobación han presentado alegaciones, además de los agricultores y empresas afectadas, varios municipios de la zona. La alcaldesa socialista de Olivares de Duero, Raquel Sánchez Villorejo se queja sobre todo de la paradoja de que “una autovía se construye por motivos de seguridad y sin embargo se opta por el trazado menos seguro. Hay estudios independientes que dicen que las pendientes, las curvas supondrán mayor mortandad, mas peligrosidad”.

Denominación de origen: Ribera del Duero

Denominación de origen: Ribera del Duero

En efecto, el proyecto aprobado aumenta en unos siete kilómetros el recorrido de la nacional 122 e incluye varios desmontes y cuatro viaductos (uno de 920 metros y otro de 500) para salvar los desniveles de los páramos castellanos y cruzar el río. Frente a esto, el desdoblamiento de la carretera ya existente es, en opinión de Ignacio Arias ”una opción “mucho más corta y barata, porque es la que sube y baja menos desniveles y porque solo hay que ensanchar lo que ya existe. Además es la que perjudica menos a los agricultores y ganaderos de la zona ya que te quitan un trozo lateral de una tierra. Sin embargo, el nuevo trazado lo que hace es partir términos municipales, partir parcelas, y partir ampliaciones de regadío”.

La Asociación para la conservación de la naturaleza de Valladolid, ACENVA, ya advertía en 2010 que el trazado norte suponía “mayor riesgo para los usuarios de la vía, al circular gran parte del trazado por zonas con valores termométricos mas bajos, mayor número de días de helada al año y mayor numero de días con nieve”. En este sentido, el alcalde de Quintanilla de Onésimo, Juan Moreno, que también se opone al trazado se pregunta “si los camioneros que tengan que subir el trazado norte, con unas pendientes entre el cinco y el siete por ciento van a ir por ahí cuando van a tener que dar acelerones y gastar más gasoil, además de los frenazos correspondientes en las bajadas” y añade “otra cosa que es de perogrullo: ¿a quien se le ocurre en esta zona de Castilla, que somos planos como una mesa de billar, crear una autovía por el sitio que mas obstáculos tiene?

Uva en un viñedo, esperando a la vendimia.

Uva en un viñedo, esperando a la vendimia.

Juan Moreno se queja también de la distancia a la que quedaría la nueva carretera de su localidad subrayando que “la construcción de una autovía supone la creación de polígonos industriales, y de otros servicios, que donde no van a crecer es en mitad de un páramo por donde no hay ni caminos. El desdoblamiento supondría más desarrollo, menos paro, fijación de la población, servicios y eso es lo que queremos”.

El desarrollo es paradójicamente, el argumento que eligen también algunas empresas vitivínicolas como Abadía Retuerta aunque para defender lo contrario que el edil de Ciudadanos, es decir el trazado norte. Alvaro Pérez, responsable de comunicación, de la bodega de Novartis defiende “la necesidad de la autovía, porque el tráfico es brutal. Sin embargo mantiene que el desdoblamiento de la nacional 122 supondría tener que arrancar gran parte de la viña existente. Se cargaría todo el valle, por los taludes que habría que hacer y el impacto visual”. Esta empresa ha renovado la abadía del siglo XII que da nombre a sus vinos convirtiéndola en 2012 en un hotel de cinco estrellas que, según Álvaro Pérez, “tendría que cerrar”.

Un agricultor recoge uva en la vendimia 2007.

Un agricultor recoge uva en la vendimia 2007.

Cañada Real ocupada

Según la cartografía de las páginas del Catastro, es decir del Ministerio de Hacienda, junto a la nacional 122 discurre, en algunos términos municipales del la ribera del Duero, como Quintanilla de Onésimo, una cañada real, que cabría pensar podría ser utilizada para un posible desdoblamiento. Las cañadas reales son vias pecuarias públicas, sin embargo, siempre de acuerdo con la cartografía mencionada, parte de los jardines y del aparcamiento del Hotel Arzuaga, de las bodegas Arzuaga- Navarro, está construido sobre esta cañada. Consultando estos mismos mapas se advierte asimismo que en una superficie aproximada de al menos una hectárea y media otra empresa vitivinícola tiene plantadas viñas sobre la cañada.

La mayoría de los vecinos y empresas de la zona coinciden en que ya desde hace años la autovía es una infraestructura muy necesaria, sin embargo son muchos los agricultores y municipios implicados que consideran que se está cediendo a los intereses de algunas grandes bodegas de la zona. Elías Aguado, gerente de una empresa bodeguera de la zona, insiste en que lo importante a estas alturas “es que se haga lo antes posible, que se dejen de marear, y que venga por donde sea porque necesitamos esa infraestructura”, pero admite que “hay empresas que tienen una presión sobre las administraciones que prima mas que el interés general de todo lo demás”.

Se está por todos los medios intentando salvar los intereses de las grandes empresas en detrimento de los pequeños y medianos agricultores

De una opinión similar es el responsable de la alianza UPA-COAG en Valladolid, Alberto Duque, quien asegura que “se está por todos los medios intentando salvar los intereses de las grandes empresas corporativas del sector vitivinícola en detrimento de los pequeños y medianos agricultores”. En su opinión, ”el trazado de una autovía cuanto mas corto sea mejor para todo el mundo, independientemente de que pueda afectar a determinadas bodegas que pueden resultar emblemáticas dentro de la denominación de origen, pero que tienen el mismo derecho a existir que un pequeño viticultor”.

En este mismo sentido, el alcalde de Quintanilla de Onésimo, aun entendiendo que cada empresa o ayuntamiento defienda sus intereses, no admite que “los beneficios de unos grupos pequeños prevalezcan sobre el interés general. La única razón que se me ocurre es que esos grupos son muy importantes y tiene muchas influencias, pero eso no es ético , ni lo que tiene que hacer un político. Si han aprobado el proyecto ahora es porque no hay elecciones previstas hasta dentro de unos años. Si lo sacan antes saben que se echan a la gente en contra.  El responsable de la Unión de Campesinos, Ignacio Arias, lo ve claro: “Esta es una cacicada como las que se hacían antes. Se iba a hacer una carretera y si pasaba por tierras del cacique se desviaba por otras”.

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