Público
Público

Los bancos centrales prometen transparencia a los inversores ante fin del dinero barato

La Fed, el BCE, el Banco de Inglaterra y el de Japón han inyectado 10 billones de dólares en los mercados financieros desde la crisis de 2008, que han impulsado muchos mercados a niveles récord

De izquierda a derecha, la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, el del BCE, Mario Draghi, el gobernador del Banco de Inglaterra (BoJ), Mark Carney, y el del Banco de Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, en el seminario organizado por el banco central de la Eurozona en Fráncfort. REUTERS/Kai Pfaffenbach

Balazs Koranyi y Francesco Canepa/Reuters

Cuatro de los principales bancos centrales del mundo prometieron el martes seguir informando de forma transparente a los inversores sobre las futuras políticas monetarias a medida que retiran lentamente el enorme estímulo monetario implementado durante la crisis financiera.

Después de inyectar unos 10 billones de dólares en los mercados financieros desde la crisis de 2008 (impulsando muchos mercados a niveles récord) la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón están tratando de que los inversores se desenganchen del dinero fácil sin causar molestias.

Para lograr esto las palabras serán la clave, dijeron los gobernadores de los bancos centrales en una conferencia de comunicación del BCE. En la jerga bancaria esto se denomina forward guidance, que implica leves advertencias sobre lo que está por venir.

"El forward guidance se ha convertido en un instrumento de política monetaria", dijo el presidente del BCE, Mario Draghi. "¿Por qué descartar un instrumento de política monetaria que ha demostrado ser eficaz?", dijo.

Draghi y sus tres homólogos están en fases muy diferentes el proceso de retirada de estímulos.

La Fed está pendiente de su quinto aumento de tipos y el Banco de Inglaterra (BOE) elevó sus propios tipos de interés este mes por primera vez en 10 años. Pero el BCE solamente está reduciendo el ritmo de sus compras de bonos, y el Banco de Japón está imprimiendo dinero a toda velocidad, aunque ha indicado que no hay estímulo adicional.

La presidenta de la Fed, Janet Yellen, estuvo de acuerdo con Draghi en que estas advertencias han sido beneficiosas "en conjunto", pero destacó que siempre debe considerarse que depende de cómo evolucione realmente la economía. "Toda orientación debería ser condicional y ligada a las previsiones económicas", dijo.

Bancos como el BCE a menudo dicen que contemplan hacer algo pero que se reservan el derecho a cambiar de opinión si varían las circunstancias.

La historia muestras que preparar el terreno para una retirada de estímulos no es siempre fácil.

El que fuera presidente de la Fed, Ben Bernanke, hizo caer en picado los mercados globales de bonos en mayo de 2013 al sugerir que podrían reducirse las compras de bonos. Como resultado, eso supuso que las compras no se redujeran por otros 10 meses.

Draghi tuvo su propia experiencia en junio cuando apuntó a que la política del BCE podría ser alterada para reflejar un mayor crecimiento. Las bajadas en el mercado fueron tales que la retirada de las compras de activos fueron pocas y aquellas se alargaron.

Y las previsiones del gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, sobre la senda de los tipos de interés ha recibido repetidos reveses por las sorpresas en la economía.

Simplicidad

Hyun Song Shin, del Banco de Pagos Internacionales, dijo en la conferencia que esa falta de confianza no era necesariamente mala en conjunto. Demasiada "predictibilidad y graduación" podría llevar a que los inversores asuman demasiado riesgo.

"La predictibilidad y la graduación pueden no ser una virtud si los participantes del mercado se las toman como un compromiso de no tirar del mantel por sorpresa cuando están apalancándose y tomando riesgos", dijo el jefe de análisis del BPI.

Junto a Yellen y Draghi, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo que el mejor modo de evitar malentendidos era que el mensaje fuera simple. "Debería ser mejor algo directo", dijo. "Esa es la mejor manera".

Su homólogo británico, Carney, destacó la importancia de llegar al gran público, en lugar de sólo a los inversores financieros. "Hablamos a la gente que servimos primero", dijo Carney. "Trescientos mil personas leen el Financial Times; hay 30 millones de usuarios de Facebook en Reino Unido", dijo.

Yellen apuntó que los mensajes contradictorios entre diferentes responsables de la Fed ponían en riesgo que el público se confundiera.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Economía