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IPC El Gobierno y el IPC condenan a funcionarios y pensionistas a tener menos dinero 

En 2017 la inflación creció casi cinco veces más que las pensiones y un 20% más que el sueldo de los funcionarios. Más de doce millones de personas han visto reducida su capacidad adquisitiva. La situación se repetirá en 2018. 

Varios pensionistas sentados en un banco cerca de una oficina bancaria en la localidad burgalesa de Briviesca. AFP / César Manso

Jorge Otero

El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha cerrado el año 2017 en el 1,2%, la tasa de inflación más baja del año. Pero ese dato no puede ocultar una cruda realidad para 12 millones de personas: funcionarios y pensionistas han visto cómo perdían poder adquisitivo de forma alarmante a lo largo del año que está a punto de concluir. Los primeros han perdido en este 2017 dos décimas de poder de compra tras ver cómo sus sueldos sólo crecían un 1%. Peor les ha ido a los pensionistas: las pensiones sólo subieron un 0,25%, cinco veces menos que la inflación. 

La situación empeora si se tiene en cuenta la media anual de la inflación. En 2017 fue del 1,98%, ocho veces más que el incremento de las pensiones y el doble que el aumento del salario de los funcionarios. Afortunadamente para el Gobierno, el dato que se usa como referencia es el de la inflación de diciembre: aunque no puede sacar pecho, al menos puede maquillar el enorme desfase que existe entre el IPC y el ingreso de una gran parte de la población. Sin embargo, el Ejecutivo del PP retuerce los datos a conveniencia: en 2016 la inflación media fue negativa, el -0,2%, y el Gobierno se agarró a ese dato para justificar que los pensionistas no habían perdido poder adquisitivo cuando en realidad sí lo habían hecho. 

Los pensionistas llevan años con las pensiones prácticamente congeladas —desde el 1 de enero de 2014 las pensiones han aumentado sólo un 0,25% cada año— y por segundo año consecutivo pierden bastante poder adquisitivo, una tendencia que, según muchos expertos, se va a mantener durante muchos años. En 2014 y 2015 los pensionistas no perdieron poder de compra gracias a que la inflación fue negativa en 2014 (-1%) y a que se quedó en el 0% en 2015. Pero ya en 2016 la inflación llegó al 1,6%, más de seis veces más que el incremento de las pensiones y en 2017 ha vuelto a ocurrir lo mismo

Los funcionarios también pierden poder adquisitivo por segundo año consecutivo: en 2016 su sueldo sólo creció un 1% y ya perdieron seis décimas de capacidad de compra. 

Esta situación se repetirá en 2018. Las previsiones de las mayoría de los analistas apuntan a que en el año que está a punto de comenzar, la inflación se situará entre el 1% y el 1,5%. El Gobierno ya ha anunciado que sólo subirá las pensiones un 0,25% —será el quinto año consecutivo—, con lo cual condena a los pensionistas a  tener menos dinero en sus bolsillos. Valga un ejemplo: en los últimos cuatro meses el recibo de la luz aumentó diez euros al mes; con la subida del 0,25% la pensión mínima de jubilación para los menores de 65 años con cónyuge a cargo subirá desde 737,5 euros al mes por catorce pagas hasta 739,5 euros —apenas dos euros—, y las de los menores de 65 años sin cónyuge ascenderá a 598 euros, frente a los 596,5 euros al mes. 

Tampoco les ha ido mejor al resto de los trabajadores. La subida salarial en convenio fue en 2017 del 1,43%, dos puntos por encima de la inflación interanual de diciembre, pero si se atiende a la inflación media, entonces la mayor parte de los trabajadores también han perdido capacidad adquisitiva, casi medio punto. 

Sólo los 500.000 trabajadores que en España cobran el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) han ganado con la situación: en 2017 el SMI subió un 8% y el año que viene lo hará un 4%. Pero son sólo una minoría, la mayoría sigue perdiendo con la inflación.

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