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Mercado hipotecario La banca comienza a subir levemente las hipotecas tras la polémica del impuesto

El Banco de España detecta un aumento del 0,04% en el TAE, lo que encarece en algo más de 500 euros el coste de cada 100.000 euros de préstamo a 20 años y en 650 a 25.

Concentración de activistas de la plataforma antidesahucios frente al Tribunal Supremo, mientras debate su posición definitiva respecto al impuesto sobre las hipotecas. REUTERS/Susana Vera

La banca ha iniciado una tímida subida de los intereses de las hipotecas tras la polémica generada en torno al pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), iniciada el 18 de octubre con tres sentencias del Supremo que eximían de su pago a los consumidores y que establecieron una nueva jurisprudencia que el pleno de la Sala Tercera revocó dos días antes de que el Gobierno, por decreto, estableciera el 8 de noviembre que las entidades financieras debían asumir el tributo.

Tras esa decisión, algunos directivos de los principales bancos, como José Ignacio Goirigolzarri, de Bankia, anunciaban la decisión de "mantener" las condiciones de sus hipotecas "asumiendo el coste del impuesto", mientras entidades como CaixaBank modificaban las condiciones de sus préstamos para adquirir viviendas para hacerse cargo de los gastos de notaría, gestoría y registro (algo que el Congreso incluirá en la nueva Ley Hipotecaria, además de endurecer los requisitos para las ejecuciones), a los que sumaba los de la tasación.

Sin embargo, la última Tabla de Tipos de Interés del Banco de España, que promedia las condiciones de las entidades financieras, revela una subida del 0,04% en el TAE (Tasa Anual Equivalente) en el mes de octubre, cuando comenzó la polémica, en el conjunto del sector. Pasó del 2,21% al 2,25%.

Ese mes, el Euribor, el principal índice de referencia hipotecario, solo subió un 0,012% para situarse en -0,157% antes de crecer otro 0,008% en noviembre y cinco milésimas más en lo que va de diciembre. Es decir, que el grueso del repunte no es atribuible a la evolución de este indicador.

Ese aumento de cuatro centésimas supone que los bancos recuperan en los créditos en nivel mínimo del AJD, del 0,5% (500 euros por cada 100.000 prestados), ya que eleva en 504 euros los intereses por cada 100.000 euros a 20 años y en 650 cuando el préstamo es a 25.

No obstante, solo dos comunidades, Navarra y Euskadi, aplican el tipo mínimo del 0,5%, mientras el gravamen sube al 0,75% en Canarias, el 1% en La Rioja, al 1,2% en Balears y Asturias y Madrid aplica un sistema progresivo del 0,4% hasta 120.000 euros, el 0,5% hasta 180.000 y el 0,75% a partir de ahí. Las diez restantes, Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Catalunya, Extremadura, Galicia, Murcia y la Comunitat Valenciana, aplican el máximo del 1,5%.

“La banca puede camuflar las subidas”

El encarecimiento, en cualquier caso, mantiene los intereses de las hipotecas por debajo de los picos de marzo (2,26%) y agosto (2,28%), aunque rompe la tendencia bajista de mediados de año y los consolida por encima del 2,2% que había comenzado a perderse en 2017, tras varios ejercicios por encima del 3%.
Y también mantiene en el TAE un diferencial de 0,15 puntos con respecto a la media comunitaria, con la que apenas hay diferencias para los intereses del primer año del préstamo, que se sitúa en el entorno del 1,6%, así como otro de 0,4 para las operaciones a más de diez años.

Para Rubén Sánchez, portavoz de la asociación de consumidores FACUA, “es complicado atribuir la subida a la polémica del AJD, aunque coincide en el tiempo”. En cualquier caso, añade, “la banca puede camuflar una subida en sus productos que resulta muy difícil de detectar para el consumidor si quiere recuperar lo que va a tener que pagar”.

“Sí se notaría mucho una subida del diferencial con el Euribor —explica—, pero las entidades financieras pueden exigir al cliente vinculaciones que ahora en muchos casos no piden, como la contratación de seguros de vida y de hogar con sus propias compañías, que pueden suponerles ingresos millonarios que no aparecen en el recibo mensual”.

Una subida prácticamente indetectable

El repunte de los intereses de las hipotecas detectada por el Banco de España es, en efecto, prácticamente imperceptible en las ofertas que manejan las entidades financieras y en las facilitan las web de búsqueda y comparación de créditos.
Así, el seguimiento realizado por Público en las ocho semanas transcurridas desde las primeras sentencias del Supremo señala que el TAE de las hipotecas variables a veinte años se mantiene por lo general en una horquilla del 0,8% al 0,9% anual más el Euribor, que mantiene la cotización negativa a la que cayó en febrero de 2016, con Abanca en el nivel inferior y con excepciones por arriba como ING y Openbank (+0,99%), Sabadell (+1,1%) y Bankia, que está cerca de duplicar esa media al añadir un 1,7% al índice europeo.

Dentro de este grupo, Coinc, la rama digital de Bankinter, y Pibank, la marca con la que opera en Europa la ecuatoriana banca Pichincha, son los únicos que ofrecen hipotecas sin vinculaciones como la obligación de contratar seguros de vida o de hogar.

Las hipotecas fijas incluyen intereses más elevados, en este caso con una horquilla de más de un punto entre el 2,48% y el 2,5% de Openbank (con una bajada del 0,13% en dos meses) y Kutxabank y el 3,45% y el 3,57% de Sabadell.

El ligero repunte del negocio hipotecario tras desplomarse

Otra cosa es que a la banca vaya a interesarle más subir los intereses de las hipotecas que tratar de aumentar su negocio por la vía contraria, es decir, por intentar ganar clientes a base de ofrecer condiciones más ventajosas en sus créditos.

La polémica sobre quién debía asumir el pago del AJD llegó cuando, como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria y los posteriores desplome del mercado de vivienda, oleada de ejecuciones y estrangulamiento del crédito en general, la banca española había visto reducirse en 220.000 millones su cartera de préstamos hipotecarios en cinco años, lo que ha afectado de manera notable a la evolución de sus cuentas.

La contratación de hipotecas para la adquisición de viviendas encadena cinco años de aumentos en los que lleva camino de duplicarse: de los 19.972 millones de euros en 199.703 operaciones de 2013 a los 36.664 en 312.843 del año pasado y los 32.442 en 265.082 de enero a septiembre, cuya proyección apunta, a salvo de conocer los efectos del paró que provocó la polémica del impuesto, a que el negocio superará con creces los 40.000 millones al cierre del ejercicio.

Serían, en todo caso, algo más de un tercio del volumen contratado en 2008 y apenas una quinta parte del récord de 2007, cuando el número de hipotecas superaba notablemente al de las compras: la casa se rehipotecaba para financiar negocios o intentar salvar los que comenzaban a hacer aguas.
En esos mismos once años, el precio de la vivienda registró dos fases diferenciadas: cayó algo más de un tercio entre finales de 2007 y principios de 2014 para subir desde entonces un 26% que lo sitúa un 20% por debajo, según indica el Índice de Precios de Vivienda del INE(Instituto Nacional de Estadística).

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