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Jornada de cuatro días La semana laboral de cuatro días aumenta la productividad del trabajador

Las empresas que han apostado por trabajar cuatro días en lugar de cinco cosechan una gran aceptación entre sus trabajadores, que ven reducido su estrés y agotamiento laboral. Además, un estudio afirma que es contraproducente que los mayores de 40 años trabajen más de 25 horas a la semana.

Algunas empresas ya han impuesto trabajar con jornadas laborales de cuatro días a la semana | EFE

Emma Thomasson (reuters)

¿Trabaja cuatro días a la semana pero le pagan por cinco?

Suena demasiado bien para ser verdad, pero empresas de todo el mundo que han reducido su semana laboral han descubierto que la medida conduce a una mayor productividad, más motivación y un menor agotamiento en la fuerza laboral.

"Es mucho más saludable y hacemos un mejor trabajo si no estamos trabajando un número excesivo de horas", dijo Jan Schulz-Hofen, fundador de Planio, una compañía de software de gestión de proyectos con sede en Berlín, quien presentó una semana de cuatro días a la 10 miembros de la plantilla a principios de este año.

En Nueva Zelanda, la compañía de seguros Perpetual Guardian registró una caída en el estrés y un incremento en el compromiso de los empleados al realizar una prueba con una semana de 32 horas este año.

También en Japón, el Gobierno está alentando a las empresas a dar libre el lunes por la mañana, aunque la experiencia dice que, en un país con niveles relativamente elevados de adicción al trabajo, otros planes para convencer a los empleados de que se lo tomen con calma han surtido poco efecto.

El Congreso de Sindicatos de Británico (TUC, por sus siglas en inglés) está presionando para que todo el país pase a una semana de cuatro días para finales de siglo, una iniciativa apoyada por el opositor Partido Laborista.

El TUC argumenta que una semana más corta es una manera de que los trabajadores puedan compartir la riqueza generada por las nuevas tecnologías como el aprendizaje de las máquinas y la robótica, al igual que ganaron el derecho al fin de semana libre durante la revolución industrial.

"Reduciría el estrés de los malabares entre la vida laboral y la familiar, y podría mejorar la igualdad de género. Las empresas que ya lo han probado dicen que es mejor para la productividad y el bienestar de la plantilla", dijo la jefa de asuntos económicos de TUC, Kate Bell.

El agotamiento como enemigo de la productividad

Lucie Greene, experta en tendencias de la consultora J. Walter Thompson, dijo que se está produciendo un movimiento de reacción en contra de la carga excesiva en el trabajo, algo que se aprecia en la oleada de críticas después de que el jefe de Tesla, Elon Musk, tuiteara que "nadie ha cambiado el mundo trabajando 40 horas a la semana".

"La gente está comenzando a dar un paso atrás con esta vida digital de 24 horas que tenemos ahora y se da cuenta de que los problemas de salud mental están constantemente conectados al trabajo", dijo Greene.

Una encuesta reciente entre 3.000 empleados en ocho países, incluidos Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, mostró que casi la mitad pensaba que podrían terminar sus tareas fácilmente en cinco horas al día si no tuvieran interrupciones, a pesar de lo cual muchos de ellos superan las 40 horas semanales, con Estados Unidos a la cabeza, donde el 49% dijo que trabajaban horas extra.

"Siempre ha habido adictos al trabajo. Como tienes la tecnología, siempre estás trabajando, por lo que la gente se está quemando", dijo Dan Schawbel, director de la firma de desarrollo ejecutivo Future Workplace, que realizó la encuesta.

Schulz-Hofen, un ingeniero de software de 36 años, probó la semana de cuatro días después de darse cuenta de que necesitaba bajar el ritmo tras una década de intenso trabajo en el lanzamiento de Planio, cuyas herramientas le permitieron realizar un seguimiento del tiempo empleado.

"No terminé menos tareas en cuatro días que en cinco porque en cinco días crees que tienes más tiempo, te tomas más tiempo, te permites más interrupciones, alargas un poco el tiempo del café o charlas con otros colegas", dijo Schulz-Hofen. "Me di cuenta de que, con cuatro días, tengo que ser rápido, debo estar concentrado si quiero tener libre el viernes".

Schulz-Hofen y su equipo discutieron varias opciones antes de optar por que todos trabajaran de lunes a jueves. Rechazaron la idea de horarios flexibles porque agrega complejidad administrativa, y tampoco optaron por una semana de cinco días con horarios más cortos, ya que es demasiado fácil que las jornadas se acaben prolongando.

Los clientes que llaman un viernes escuchan un mensaje pregrabado que explica por qué no hay nadie en la oficina. "Recibimos una reacción inesperada de los clientes. La mayoría de nuestros clientes no se quejaron. Estaban celosos", dijo Schulz-Hofen.

Gray New York, una agencia de publicidad propiedad de WPP, lanzó un programa en abril para permitir que el personal trabaje una semana de cuatro días por el 85% del salario a tiempo completo.

Schawbel espera que la idea se extienda a más empresas y países, pero probablemente no en el suyo: "Creo que Estados Unidos será el último país en darnos libres los lunes por la mañana porque estamos muy acostumbrados a esta forma de trabajar".

Los mayores de 40 rinden mejor trabajando 25 horas

Según estudio de la Universidad de Melbourne, los adultos mayores de 40 años son más productivos cuando trabajan tres días a la semana o menos. La muestra escogida para el proyecto estaba formada por mayores de 40 años, un total de 3.000 hombres y 3.500 mujeres.

Algunas de las pruebas que tuvieron que superar fueron, por ejemplo, decir listas de números en orden descendiente, que leyeran palabras en voz alta y que hicieran coincidir letras y números teniendo un tiempo límite. Los expertos, de esta forma, pudieron evaluar algunos factores esenciales, como la memoria, el razonamiento abstracto, las estructuras familiares, el empleo y el bienestar de los participantes.

Los participantes alcanzaron el máximo de su rendimiento cognitivo al trabajar las 25 horas, un tope a partir del cuál el rendimiento empezó a disminuir en los participantes, indistintamente de su sexo, según los investigadores.

Un hecho sorprendente es, además, el cosechado entre la comparación de los resultados cognitivos por parte de los voluntarios a los que se les asignó la tarea de trabajar 55 horas semanalmente y aquellas personas sin trabajo o jubilados, donde los resultados fueron peores en el primer grupo.

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