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La gestión de las nueve autopistas rescatadas supondrá pérdidas para el Estado

Fomento debe acometer una inversión de 317 millones en las vías para que recuperen un "estándar adecuado" y mejorar sus enlaces

Un coche circula por la autopista R-3. REUTERS

EUROPA PRESS

El Ministerio de Fomento asume que la gestión de las nueve autopistas rescatadas que actualmente gestiona le reportarán pérdidas, dado que los gastos que generarán serán superiores a los ingresos que obtendrá, fundamentalmente por el cobro de los peajes.

Así, estima que la explotación de estas vías se salde con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) negativo los próximos cuatro ejercicios, si bien se reducirá desde los 19,2 millones estimado para 2019 hasta los 3,16 millones previstos para 2022.

Las pérdidas se producirán porque el aumento del 7,1% esperado en los ingresos, fundamentalmente por el aumento de tráfico derivado del anunciado descenso del 30% en los peajes a partir del 15 de enero, no alcanzarán a cubrir los gastos, pese a que se reducirán un 5,6%.

En concreto, Fomento estima que explotar estas vías le supondrá un gasto de 142 millones el próximo año, que bajará hasta los 134,7 millones en 2022. Del lado de los ingresos, las nueve vías generarán 122,8 millones de euros en 2019, importe que se elevará hasta 131,59 millones en 2022.

Las pérdidas esperadas por el Estado por la gestión de las vías se sumarán al importe que debe calcular y pagar a sus antiguas sociedades concesionarias por la inversión que realizaron en su construcción, la denominada Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), un importe estimado en más de 2.000 millones de euros.

El Ministerio realiza proyecciones a cuatro años dado que es el periodo por el que ha encomendado a su sociedad Seittsa gestionar estas vías y en el que se prevé acometer las inversiones que, además, según asegura, necesitan.

Inversiones en la red

Las nueve autopistas rescatadas necesitan una inversión de unos 317,61 millones de euros para que recuperen un "estándar adecuado", tal como se desprende de la auditoría que el Departamento que dirige José Luis Ábalos encargó realizar a Ineco sobre las autopistas tras su rescate.

Se trata de una inversión que, tal como recuerda Fomento, debería haber sido acometida por las anteriores concesionarias de las vías antes de que revertieran al Estado, si bien en este caso, dichas sociedades estaban quebradas y en liquidación.

De la inversión total prevista, 295 millones se destinarán a "poner al día" las autopistas en materia de conservación y mejora, refuerzo de firmes y optimización de sistemas, entre otros conceptos. Los 22,3 millones restantes se emplearán en acometer nuevas actuaciones, fundamentalmente nuevos enlaces.

Por autopistas, las radiales son las que más inversión necesitan, que oscila desde los 59,8 millones que requiere la radial R-2 Madrid-Guadalajara y los 86 millones que requiere la R-4 Madrid-Ocaña. En el resto de autopistas, varía desde los 7,6 millones que requiere la M-12, la une Madrid y el aeropuerto de Barajas, y los 24,3 millones que necesita el tramo de la AP-7 entre Cartagena y Vera.

Fomento, a través de Seittsa, ha anualizado estas inversiones entre 2019 y 2022, que se encargará de asumir "en el marco de su envolvente presupuestaria", al igual que los eventuales desequilibrios entre los ingresos y gastos de las vías.

Así se establece en el convenio por el que Fomento encomienda a Seittsa la gestión de estas autopistas durante los cuatro años y la resolución del Ministerio por la que a partir del próximo 15 de enero los peajes de estas nueve vías bajarán una media del 30% y serán gratuitas durante la noche, ambos publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

En su resolución, Fomento, a pesar de la necesidad de inversiones, defiende la rebaja del peaje para homogeneizar los distintos precios que tenían en las diferentes vías e incentivar su uso para que crezca el tráfico. Asimismo, asegura que la rebaja es posible por la referida contención de los gastos.

Según el Ministerio, a cierre de 2017, el número de usuarios de estas nueve autopistas aún estaban un 37,5% por debajo del que tenían en 2008, antes de la crisis, periodo en el que su tráfico se desplomó un 48,3%. Para este año estaba previsto un crecimiento del 7,5%, si bien hasta el pasado mes de septiembre sólo se había elevado un 2%.

Del lado de los gastos, Seittsa, sociedad de Fomento que las explota, ha logrado reducirlos gracias a la unificación y centralización de la gestión de los mismos y la decisión de "no subrogarse determinados contratos de los que las exconcesionarias mantenían".

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