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Desahucios #Rosasequeda: el 8M se une a la PAH para frenar un desahucio en Zaragoza

Kutxabank rechaza la dación en pago y pretende desalojar a una hipotecada que no puede pagar por su tercero sin ascensor un crédito paradigmático de las prácticas bancarias de la burbuja: referenciado al IRPH, titulizado, con altos intereses de demora y encarecido con otro préstamo.

La PAH y el 8M de Zaragoza han realizado ya, con el apoyo de Stop Desahucios y del Sindicato de Inquilinos, varias acciones de protesta contra el desahucio de Rosa. | PAH

“Tiene una deuda impagable, y representa a muchas mujeres que están sacando adelante a sus familias ellas solas y que sufren violencia de distintos tipos”, explican desde la coordinadora 8M Zaragoza, que se ha aliado con la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) para tratar de evitar el desahucio de Rosa A.D., una vecina del barrio de San José a quien Kutxabank quiere desalojar de su vivienda por no poder devolver un crédito en el que confluyen algunas de las prácticas bancarias de los años de la burbuja inmobiliaria.

El 8M y la PAH han convocado, con el apoyo de Stop Desahucios y del Sindicato de Inquilinos, que también sea sumado a algunas movilizaciones previas ante el banco, una concentración para la mañana del martes frente al edificio en el que vive Rosa, que “lleva siete años intentando llegar a una solución, pero el banco rechaza cualquier acuerdo y también una donación en pago que salde la deuda”, explica Begoña Leza, de la PAH.

El desahucio de Rosa, señalado para esa fecha por el Juzgado de Primera Instancia número 7 de la capital aragonesa, será la primera ocasión en la que las activistas del 8M, que ya dio un paso para visibilizar problemas como los desalojos y la feminización de la pobreza al elegir a Rosa para la lectura del manifiesto de la histórica manifestación del pasado 8 de marzo en Zaragoza, participen como tales en una convocatoria para intentar evitar un desahucio en la capital aragonesa, algo que sí ha ocurrido ya en la calle Argumosa de Madrid dentro de las nuevas líneas de trabajo que la coordinadora estatal impulsó en la asamblea de Valencia, celebrada en enero.

“Había pagado siete años y debía lo mismo”

El crédito por el que Rosa corre riesgo de quedarse en la calle tiene bastante de compendio de las prácticas bancarias e inmobiliarias que caracterizaron la etapa de la burbuja inmobiliaria 

El crédito por el que Rosa, que vive con una hija de 23 años con problemas de salud, corre riesgo de quedarse en la calle tiene bastante de compendio de las prácticas bancarias e inmobiliarias que caracterizaron la etapa de la burbuja inmobiliaria previa a la crisis: 135.000 euros por un tercero sin ascensor en un barrio multicultural al que se le añaden 40.000 de gastos (casi un 30%) en 2005, intereses referenciados al IRPH con los que cada mes pagaba 300 euros más de los que le habría supuesto el Euríbor, elevados intereses de demora en caso de impago y un banco que, tras colocarle a la cliente una segunda hipoteca cuando empezó a no poder pagar la primera, reclama la propiedad del piso por impago de esta última tras haberla titulizado (vendido a otra entidad).

“Cuando llevaba siete años pagando debía lo mismo que al principio, unos 177.000 euros. Todo se lo comieron los intereses”, anota Leza, que explica cómo, tras haberse separado, los créditos se llevan 960 euros de los 1.200 que ingresa cada mes. A eso se le suma que durante más de tres años ha tenido embargado el salario para pagar el segundo de los préstamos.

Rosa reclama al banco que acepte una dación en pago que salde la deuda, pero los responsables de Kutxabank no transigen e insisten en ejecutar la hipoteca (interpusieron la demanda en 2011) con un planteamiento que, según explicaron fuentes de la PAH, dejaría a Rosa con una deuda de en torno a 80.000 euros, sin techo y obligaba a buscar otra casa en pleno repunte de los precios de los arriendos.

“Parar el desahucio para seguir negociando”

Rosa ya llevó a cabo una huelga de hambre hace cinco años, junto con otro grupo de afectados de la PAH, y sería el primer hipotecado en interponer una demanda por la titulización de un crédito. La situación ha acabado por afectar a su salud, y ya lleva un año y medio de baja. “Nuestra idea es parar el desahucio para seguir negociando con Kutxabank hasta lograr la dación en pago”, explica Leza.

Las entidades que se han involucrado en paralizar el desahucio de Rosa, cuya fecha fue notificada por el juzgado a finales de enero, ha acuñado el hastag #Rosasequeda, que ya han activado en las concentraciones llevadas a cabo en las últimas semanas ante las oficinas de Kutxabank en Zaragoza.

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