Público
Público

El BCE mantiene sin cambios sus generosos estímulos en la primera reunión de Lagarde

Los analistas prevén que los tipos de interés en la Eurozona sigan sin variación a lo largo de todo el próximo año

La flamante presidenta del BCE, Christine Lagarde, en el acto de su primera firma en los billetes de euro, en Fráncfort. REUTERS/Ralph Orlowski

Balazs Koranyi y Francesco Canepa/Reuters

El Banco Central Europeo (BCE) conservó el jueves su política monetaria ultralaxa en la primera reunión con Christine Lagarde al frente, manteniendo incluso la puerta abierta a más estímulos mientras la institución se prepara para una amplia revisión de su operativa.

En un escenario de crecimiento estancado ante la recesión en el sector de industria, el BCE ya ha aplicado nuevas medidas de apoyo a la zona monetaria de 19 miembros. Este contexto da a Lagarde tiempo y espacio para instalarse antes de realizar un análisis para decidir si se introducen cambios en la formulación de la política monetaria.

Mientras llegan a la economía dichos estímulos, Lagarde, que asumió el 1 de noviembre la dirección de la institución financiera más poderosa de Europa, ha prometido una evaluación rigurosa de la forma en que el BCE trabaja, poniendo sobre la mesa cuestiones fundamentales como un cambio de la meta de inflación y formas de combatir el cambio climático.

La revisión, que debería comenzar a principios del año próximo y podría estar en consonancia con la que se está llevando a cabo la Reserva Federal en Estados Unidos, llega en un momento en la política monetaria está en piloto automático y los mercados financieros mantienen un tono relativamente complaciente, lo que permite a los dirigentes monetarios de ambos lados del Atlántico contemplar la posibilidad de plantear cuestiones a más largo plazo.

Los analistas financieros prevén que el BCE mantenga sin cambios los tipos a lo largo del próximo año, una opinión que seguramente se ha visto reforzada por las señales de la Reserva Federal que indican que es improbable que toque los tipos de interés en 2020.

La primera decisión de política monetaria de la anterior directora gerente del Fondo Monetario Internacional confirmó estas expectativas.

El BCE mantuvo el tipo de interés para los depósitos en un mínimo histórico del -0,5%, al tiempo que mantuvo sobre la mesa la opción de otro recorte de tipos. También prometió tipos de interés bajos durante un período prolongado y mantuvo el ritmo de las compras de bonos (con el objetivo de reducir el coste de los préstamos) en 20.000 millones de euros al mes.

Nuevo estilo

Dado que es poco probable que la política económica cambie durante gran parte del próximo año, la atención se está centrando ya en las novedades que pueda traer la reformulación de la política monetaria y en la capacidad de Lagarde de lograr consensos tras las recientes desavenencias en el Consejo de Gobierno.

La economía mundial ha cambiado mucho en los últimos años, con la percepción de que la neutralidad en tipos de interés está ahora considerablemente más abajo que a principios de siglo y con la presión que supone el envejecimiento de la población. Por su parte, la inflación apenas responde al aumento del empleo y a la inyección de dinero de los bancos centrales, lo que pone en tela de juicio los principios tradicionales de la política monetaria.

"El alcance de la revisión de la estrategia podría no estar terminado antes de principios de 2020, pero debería centrarse en cuatro cuestiones principales: la definición de la estabilidad de precios y las medidas de inflación; los efectos secundarios de las medidas de política monetaria no convencionales; la estrategia de comunicación interna y externa; los riesgos climáticos", dijo Frederik Ducrozet, de Pictet Wealth Management.

Es probable que Lagarde espere hasta que Isabel Schnabel y Fabio Panetta se unan en enero a la dirección del banco antes de acordar los términos de la reformulación.

También es probable que se le pregunte a la nueva jefa sobre las iniciativas del BCE para crear una moneda digital. Aunque el banco ha estudiado el tema durante mucho tiempo, un reciente esfuerzo del sector privado para lanzar monedas digitales ha acentuado la urgencia.

Es probable que el BCE diga que la prioridad debería ser la creación de un sistema de pagos para toda la zona euro que compita con los proveedores extranjeros, pero que su papel debería limitarse a apoyar los esfuerzos del sector privado. 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Economía