El Corte Inglés ha acordado con los sindicatos un plan de reordenación de su plantilla de los servicios administrativos centrales y regionales que afectará a un total de 2.100 personas, según ha informado el grupo de grandes almacenes en un comunicado.

El plan de reorganización de la plantilla prevé el traslado a las tiendas de 1.470 empleados de los servicios centrales en Madrid, en las direcciones regionales y en otras unidades administrativas, así como un plan de bajas incentivadas para mayores de 59 años que afectará a 630 trabajadores.

El grupo anunció hace poco más de un mes su intención de "reordenar" la plantilla de sus servicios centrales con el objetivo de "reforzar las tiendas, atender la buena evolución de las ventas y mejorar la atención y el servicio al cliente". Inicialmente, se estimaba que la reorganización afectaría a 2.324 empleados.

"La modernización y desarrollo de los procesos y sistemas experimentados en los últimos tiempos ha desembocado en una optimización de los modelos de gestión, lo que, en el caso de nuestra empresa, se traduce en la necesidad de reordenar los servicios centrales para potenciar los establecimientos comerciales", ha justificado el Corte Inglés.

Para el Corte Inglés, el acuerdo se basa en "dos premisas": el mantenimiento del empleo y "un tratamiento especial de desvinculación voluntaria para las personas con más veteranía", es decir, las que tienen más de 59 años cumplidos a 30 de junio de 2023, "la mayor parte de las cuales tienen una larga relación con la empresa".

En este contexto, la empresa ha explicado que al plan de bajas incentivadas "podrán adherirse voluntariamente" y "en condiciones más favorables" aquellas personas que cumplan los requisitos acordados con la representación legal de los trabajadores.

Según el Comité Intercentros, el acuerdo final amplía las propuestas de la empresa en el porcentaje del salario aplicar en las bajas a partir de los 59 años (entre el 61% y el 65% del salario bruto del año 2022 hasta que cumplan la edad de jubilación), así como la fórmula de capitalizar todos los importes en un solo pago, poniendo a disposición una liquidez inmediata a las personas que se acojan voluntariamente a esta fórmula. El plazo de aceptación del plan en lo que atañe a las bajas incentivadas establece un límite de 21 días desde el momento que la empresa lo notifique.

En cuanto a los traslados, los sindicatos explican que se garantizará que el plan no afecte a colectivos vulnerables, se mantendrá el 50 % del complemento personal con un tope máximo de 3.000 euros, así como el complemento de antigüedad, y se dará un preaviso de dos meses antes de la incorporación para personal con hijos menores de 12 años, entre otras garantías.