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La OCDE dice que la economía española "se ha mostrado bastante resistente" aunque recorta el PIB para 2023 al 1,3%

El organismo que agrupa a los países más industrializados calcula que la economía española crecerá por encima de la media de la Eurozona y será uno de los socios europeos que mejor se recuperará de la crisis.

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en una imagen de archivo. EFE/EPA/Ian Langsdon
El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en una imagen de archivo. Ian Langsdon / EFE/EPA

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que la actividad económica se está mostrando resistente en España, "va en la buena dirección" y será uno de los países europeos que mejor se recuperará. "En términos de crecimiento, la actividad se ha mostrado bastante resistente en España en el pasado reciente y esperamos que el crecimiento llegue al 4,7% para el conjunto de este año", explicó este martes Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, en la presentación de su último informe de previsiones económicas.

No obstante, el organismo que agrupa a las economías más industrializadas ha revisado a la baja su previsión de crecimiento del PIB de España para 2023 al 1,3%, dos décimas por debajo de su estimación del pasado septiembre (que ya significaba una rebaja de siete décimas respecto a sus cifras de junio), y muy por debajo 2,1% que espera el Gobierno.

En todo caso, la economía española crecerá este año y el próximo por encima de la media de sus socios de la Eurozona, incluso superiores a la mayoría de los grandes países desarrollados, en particular a los otros europeos, todavía más afectados por la guerra de Ucrania.

Más allá del hecho de que la actividad va a caer en el Reino Unido (-0,4%) y en Alemania (-0,3%), el crecimiento de España será claramente superior al de Italia (0,2%), Francia (0,6%), Estados Unidos (0,5%) o Canadá (1%).

Sí que crecerán más que España países desarrollados alejados geográfica y económicamente del conflicto entre Rusia y Ucrania, como Corea del Sur (1,8%), Japón (1,8%) o Australia (1,9%), por no hablar de economías emergentes como China (4,6%) o India (5,7%).

Para 2024, la organización cree que la progresión del PIB se acelerará, pero a un ritmo moderado del 1,7%, por debajo del 2,4% que augura el Ejecutivo español, aunque igualmente sea una de las tasas más elevadas de la Unión Europea, por encima del 1,4% de la media de la Eurozona. El economista jefe de la OCDE, el exministro portugués Alvaro Santos Pereira, insistió en que se trata de "una recuperación muy sana" para 2024 visto el contexto general. España, insistió Santos Pereira, "va en la buena dirección".

La OCDE calcula que España debería recuperar a comienzos de 2024 el nivel del PIB que tenía a finales de 2019, antes de que estallara la crisis de la covid.

La OCDE considera que el control de la inflación debe ser la gran prioridad de la política económica de los bancos centrales y de los gobiernos: para los primeros con más subidas de tipos de interés y para los segundos con una reducción gradual de las ayudas públicas para la energía, que deben ser temporales y selectivas, para dirigirse a las familias y a las empresas más vulnerables.

Aunque hay signos de que en España tocó techo en verano (se ha pasado del 10,7% interanual en julio al 7,3% en octubre), la OCDE cree que va a mantenerse a un nivel elevado de forma duradera.

La organización estima que, después de una inflación media del 8,6% este año, se quedará en el 4,8% en 2023 y seguirá a ese mismo nivel el año siguiente, cuando en la Eurozona sí que se espera una caída significativa (del 6,8% en 2023 al 3,4% en 2024).

Los salarios han perdido mucho poder adquisitivo

La otra cara de la moneda es que la demanda va a deteriorarse por el impacto de la inflación: los salarios reales han perdido en un año alrededor del 5,5% de su poder adquisitivo en España hasta el tercer trimestre, uno de los porcentajes más altos de los miembros de la OCDE.

Además, el aumento de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), que va a continuar en los próximos meses, va a enfriar la inversión privada y el consumo, así como el sector de la vivienda, aunque ahí no se prevé un impacto tan fuerte como en crisis anteriores ya que el porcentaje de créditos a tipo variable ha disminuido notablemente.

La ralentización económica de los dos próximos años, por lo menos esta vez, no debería traducirse en una mayor tasa de paro, ya que los autores del estudio creen que en 2023 se mantendrá estable en el 12,9% mientras en 2024 bajará incluso dos décimas al 12,7%.

En cuanto a las cuentas públicas, el déficit va a disminuir moderadamente, al pasar del 4,9% que se espera este año (un punto porcentual más de lo que anticipa el Gobierno) al 4,2% en 2023 y al 3,7% en 2024.

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